DOMINGO Ť 25 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Luis Felipe Gallardo sustituye a Braulio Sánchez en esa jurisdicción eclesial oaxaqueña

Tomó posesión el nuevo obispo de la prelatura de los Mixes, una de las más pobres del país

Ť De sus 200 mil habitantes, 97 por ciento son indígenas que viven una gran marginación

JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO

San Pedro y San Pablo Ayutla, Mixes, Oax., 24 de febrero. Ante la enorme pobreza y marginación que marca a esta zona enclavada en la sierra de los Mixes, donde 97 por ciento de sus 200 mil habitantes son indígenas y carecen prácticamente de todo, el arzobispo de Oaxaca, Héctor González Martínez, aseguró que la realidad mexicana necesita de la ''ética natural y la moral cristiana''. Es ahí, dijo, donde radica la transformación personal y social del país.

Al dar posesión a Luis Felipe Gallardo como nuevo obispo de la prelatura de los Mixes, llamó al nuevo miembro del Colegio Episcopal a continuar el necesario diálogo del Evangelio y de la Iglesia católica con las culturas indígenas de esta prelatura, conformada por 24 municipios serranos, 21 de los cuales tienen un índice de marginación ''muy alto'', y los tres restantes lo registran como sencillamente ''alto''.

Desde el improvisado altar colocado en la plaza cívica, habilitada para este día como centro religioso, y ante cientos de feligreses que hicieron insuficiente el lugar, el prelado recordó que la vocación cristiana se compone por cuatro elementos armónicos e inseparables: revelación, sacramento, conducta coherente y oración; aunque en la tercera es donde se alcanza auténticamente la vocación del hombre, dijo.

''Por desgracia, a veces las ciencias humanas, sociales o antropológicas, que son buenas ciencias auxiliares en pastoral, nos merecen más confianza que el Evangelio; a veces los cristianos andamos mendigando soluciones en otras partes, desconociendo los tesoros de sabiduría y gracia que guardamos. Dando el justo lugar a las ciencias auxiliares, no tenemos pues que pedir prestado; saquemos de nuestro tesoro cosas nuevas y antiguas'', dijo.

Enclavada a poco más de 2 mil metros de altitud en la sierra de los Mixes -unos 90 kilómetros al noreste de la capital oaxaqueña-, esta prelatura -que tiene en este municipio su templo principal- es quizás uno de los tres o cuatro territorios eclesiales más pobres del país.

Con un territorio aproximado de 10 mil kilómetros cuadrados -tomado de las circunscripciones eclesiásticas de Oaxaca, Tehuantepec, Tuxtepec y San Andrés Tuxtla-, fue canónicamente erigido en iglesia prelaticia por el papa Paulo VI el 19 de marzo de 1966, con sede en San Pedro y San Pablo, Ayutla Mixes, según la bula Sunt in Ecclesia.

La evagelización de este territorio se encargó a los frailes salesianos. Braulio Sánchez, quien en agosto próximo cumplirá 78 años de edad, fue nombrado administrador apostólico desde 1966, y consagrado obispo el primero de mayo de 1970, permaneciendo en el cargo hasta hoy. Su sucesor, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, pertenece también a la orden salesiana, de la que incluso fue provincial mayor.

Todos los municipios de la prelatura mixe se rigen por el sistema de usos y costumbres, y de sus 200 mil habitantes, 70 por ciento pertenece a la cultura mixe, 19 a la chinanteca, 8 a la zapoteca y tan sólo 3 por ciento a la mestiza y a otros grupos.

A la ceremonia asistieron casi una decena de obispos, entre ellos Felipe Arizmendi, de San Cristóbal de las Casas; Felipe Aguirre, coadjutor de Acapulco; Hermenegildo Ramírez, de Huautla, y Leopoldo González, auxiliar de Morelia.