LUNES Ť 26 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť El fermento del zapatismo es una esperanza de cambio, afirma el escritor portugués

Saramago pide al EZLN no convertirse en un partido más; "sería aceptar las reglas del juego"

Ť Todavía no define si sostendrá un encuentro con los líderes insurgentes en marcha

MONICA MATEOS-VEGA

El premio Nobel José Saramago consideró que la marcha zapatista "debía haber llegado al DF el primer día, han tardado siete años", y confió en que el final de esa caminata "será necesariamente el principio de una nueva era, por el bien de todos los mexicanos".

saramago-jose-bellas-artes2 De visita en México para presentar su nueva novela, La caverna, el escritor portugués dijo en conferencia de prensa que ha sido extraordinaria la creatividad y capacidad política de los líderes zapatistas para afrontar el conflicto, por lo que confió en que "no se van a dejar engañar".

Añadió que de darse el tan esperado encuentro entre él y los dirigentes del EZLN les pediría "que no se convirtieran en partido político. El zapatismo no puede y no debe convertirse en un partido más. Entrar en la lógica partidista sería aceptar las reglas del juego que, precisamente, se trata de cambiar".

El pueblo reconocerá su causa

Considerado por los simpatizantes del movimiento rebelde como un "zapatista ilustre", el narrador puntualizó que existe un dato que no puede ser ignorado en todo este conflicto: "existe el pueblo mexicano. Es decir, en un marco político institucionalizado que funciona como en todos los países del mundo, con toda la parafernalia institucional, el pueblo mexicano reconocerá al zapatismo."

Lo que cuenta ahora, agregó, "es el cambio de mentalidad, el ver cómo va a actuar en la gente el fermento zapatista. Esa es la incógnita, pues no se puede hacer una revolución efectiva, real, consistente, si no hay ideas, y en este momento, a nivel general, ideas capaces de movilizar a un gran número de hombres y mujeres no las encuentro.

"Indicios de ello es que el movimiento sindical internacional está por los suelos, ya no tiene ninguna capacidad reivindicativa, se limita a negociar aumentos de suelo de 0.05 por ciento o algo así, y eso indica una incapacidad, pero no la de los sindicatos. Es la estrategia del poder económico para vaciar de contenido social y contestatario, ha sido su obra maestra. Y no hemos sabido contrarrestarlo por una lenta, pero efectiva, corrupción de la sociedad.

"Corrupción en el sentido del abandono en aras de una tentación universal: el triunfo personal. En México, a partir de ahora, el fermento del zapatismo en el centro de la sociedad tendrá que decir algo. El zapatismo es una esperanza de cambio", explicó Saramago.

En su calidad de "ciudadano del mundo", el autor de Ensayo sobre la ceguera afirmó que "a todas luces la esperanza de cambio que significa el zapatismo tiene que ver con la mentalidad de la gente, pues que yo sepa el zapatismo no aspira al poder en los mismos términos en que los partidos políticos de todo el mundo lo hacen. El zapatismo aparece en un panorama sombrío en ese aspecto: no quiere retórica, en el fondo lo que propone es la prioridad absoluta del ser humano. Y eso implica una cantidad enorme de trabajo que está ahí esperando por nosotros para que esas palabras se conviertan en realidad"

Respecto a una posible reunión con el subcomandante Marcos , el escritor portugués se limitó a decir: "probablemente, puede que sí".