LUNES Ť 26 Ť FEBRERO Ť 2001
 
Ť El gasto no se justifica; "es una deuda más segura y respaldada que la pública"

Por la sobretasa que pagan pasivos del IPAB se erogan entre 10 mil y 12 mil mdp anuales: PRD

Ť La Reforma Fiscal Integral deberá revisar la aplicación de esa política: Di Costanzo

Ť El monto equivale al total del presupuesto asignado al Poder Judicial de la Federación

CIRO PEREZ SILVA

La sobretasa de aproximadamente 1.10 puntos superior a los Cetes que pagan actualmente los pasivos del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) representan para el gobierno un gasto de entre 10 mil y 12 mil millones de pesos anuales, erogación que no se justifica, ya que esta deuda es más segura y está mejor respaldada que la propia deuda pública del gobierno federal, advierte el grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados.

Sostiene que la Reforma Fiscal Integral que pretende concluir en este año el gobierno del Presidente Vicente Fox debe incluir un apartado que revise la aplicación de esta sobretasa, ya que de mantenerse sin cambios, "únicamente contribuirá a lesionar aún más los intereses de los mexicanos".

En un texto elaborado por el asesor económico de la bancada, Mario Di Costanzo, se precisa que según la Constitución mexicana, con el Decreto de Presupuesto y demás leyes que conforman el marco jurídico presupuestal de la administración pública en México, se establece que si el Presupuesto no es aprobado por la Cámara de Diputados, el Ejecutivo Federal no podrá ejercer recursos para el año fiscal siguiente.

De presentarse una situación de esa magnitud, el gobierno federal no podría cumplir con sus obligaciones financieras, es decir, la partida respectiva para el pago de los intereses de la deuda (Cetes e IPAB) entre otros, no podría ser ejercida.

Sin embargo, los artículos 43, 44, y 45 de la Ley del IPAB señalan que el Congreso de la Unión deberá otorgar anualmente una partida presupuestal para el IPAB, y particularmente el artículo 45, establece que si el instituto no cuenta con recursos para enfrentar sus obligaciones garantizadas, la Cámara de Diputados dictará las normas para el pago de las obligaciones garantizadas por el instituto.

"Lo anterior convierte a la deuda del IPAB, en una deuda más segura y mejor respaldada que la misma deuda pública del gobierno mexicano; ello se explica en virtud de que de acuerdo a los ordenamientos legales anteriormente citados, en caso de no aprobarse el presupuesto, la Cámara de Diputados está obligada a dictar las medidas para el pago de las obligaciones del IPAB, lo que le otorga a los Bonos IPAB (BPa) una mayor seguridad y respaldo que los mismos CETES, puesto que estos dependen finalmente de la aprobación del presupuesto cada año para su pago", sostiene el texto.

Por ello resulta "inaceptable" que los BPA estén pagando una sobretasa de aproximadamente 1.10 puntos por arriba de los CETES, más aún si se aplica el principio económico y financiero: "a más riesgo, mayor rendimiento, y a menor riesgo menor rendimiento".

Esta inconsistencia, según el análisis del grupo parlamentario, cuesta entre 10 mil y 12 mil millones de pesos anuales (cifra similar al gasto total del Poder Judicial), debido a que la tasa que pagan los BPA debería ser inferior a la de los CETES, pues las razones anteriormente expuestas, en cuando menos 1 punto porcentual, de tal manera que el ahorro derivado de la sobretasa (1 punto) y el punto porcentual por debajo de los CETES no generaría un ahorro de por ciento sobre los pasivos del IPAB, que actualmente superan los 600 mil millones de pesos.

Según el análisis, la única razón que explica este comportamiento es la mecánica que la Secretaría de Hacienda y el Banco de México han establecido para la colocación de los BPA, y reside en que estos instrumentos tienen un mercado de colocación muy pequeño, a diferencia de los CETES, ya que los BPA sólo pueden ser adquiridos por los bancos y las Siefores, lo que ha permitido a los bancos, actuar conjuntamente y "castigar las tasa de rendimiento" de los BPA, para que el IPAB se vea obligado a otorgar un mayor rendimiento a los compradores de BPA.

De tal manera, la sobretasa que paga el IPAB continúa operando como subsidio a los bancos, que es pagado por todos los contribuyentes. Así pues, la reforma hacendaria que próximamente el Ejecutivo hará llegar al Congreso de la Unión necesariamente deberá replantear la política de manejo de la deuda pública, y en especial la estrategia de refinanciamiento de los pasivos del IPAB.

En este sentido, se argumenta en el análisis, la discusión no debe ser si la deuda del IPAB se convierte en pública o no, ya que adicionalmente hay diversas razones que nos indican que el convertir en deuda pública formalmente a los pasivos del IPAB no garantiza la reducción en su costo de refinanciamiento.

"Mas bien la discusión debe centrarse en la revisión de la ley misma del IPAB, así como en las disposiciones emitidas por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, para la mecánica de refinanciamiento de pasivos del instituto, así como en otras disposiciones que establecen el funcionamiento mismo del instituto y de su junta de gobierno".

El estudio recuerda que la calificadora de deuda Moody's otorgó en diciembre del año pasado la calificación de deuda pública a los pasivos del IPAB, debido a la mecánica para

 
el manejo de su deuda que le otorga el artículo 2 de la Ley de Ingresos al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.

Recuerda también que en diciembre de 1999, cuando apareció en la Ley de Ingresos este artículo, la fracción parlamentaria del PRD denunció que, en los hechos, la deuda del IPAB se estaba convirtiendo en deuda pública, y que la sobretasa no era sino un subsidio a los banqueros.

Bonos de Protección al Ahorro (BPA)

Debido al alto costo del servicio de la deuda que le generan sus pasivos al IPAB, incluyendo la sobretasa que actualmente paga, y de los vencimientos que se le presentarán en el futuro inmediato, el Ejecutivo Federal propuso a la Cámara de Diputados en la Ley de Ingresos para el 2000 la posibilidad de que el IPAB emita deuda "bonos" con el único objeto de efectuar operaciones de refinanciamiento de sus pasivos. De esta manera, se crearon los Bonos de Protección al Ahorro Bancario (BPA), instrumentos que emite el IPAB, colocados por el Banco de México y con las siguientes características generales:

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