LUNES Ť 26 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Al menos 270 indígenas kayaks han muerto en enfrentamientos con madurenses

Se agrava la violencia interétnica en Indonesia

Ť El presidente Abdurraman Wahid anuncia el envío de fuerzas especiales a la región

AFP, DPA Y AP

Sampit, 25 de febrero. La violencia interétnica que comenzó hace una semana en la ciudad de Sampit se extendió este domingo a Palangkaraya, capital provincial de Kalimatán Centro en la parte indonesia de la isla de Borneo. Al menos 270 personas han muerto a manos de integrantes de a etnia nativa de los dayak, la mayoría decapitados, en los últimos siete días.

Este domingo, más de 8 mil inmigrantes de la isla de Madura fueron evacuados en barcos enviados por el gobierno indonesio.
INDONESIA_VIOLENCE
En El Cairo, el presidente indonesio, Abdurraman Wahid, anunció que enviará "fuerzas especiales para contener los combates entre las dos partes", pero no precisó cuándo llegarían a Sampit, donde el ministro de Seguridad, Bambang Yudhoyono, evocó "una tragedia humana".

En Palangkaraya, localizada a unos 200 kilómetros de Sampit, más de una docena de casas abandonadas fueron incendiadas, y unos 5 mil madurenses huyeron desde el sábado ante los ataques de los dayak, cuyos ancestros eran cortadores de cabezas.

La violencia comenzó el 18 de febrero cuando decenas de dayaks, armados con machetes, cuchillos, lanzas y flechas, comenzaron a perseguir a los emigrantes de la isla de Madura, cercana a Java, a quienes acusan de no respetar sus costumbres ancestrales. Pero, según analistas, la cuestión principal que aumenta el resentimiento de los dayaks es que los madurenses generalmente tienen una posición social más elevada.

Hace algunos años miles abandonaron la isla de Madura en busca de mejores condiciones de vida, en el contexto de un programa de "transmigración" que puso en marcha el entonces presidente Suharto. Ese programa es considerado como el factor que hizo estallar las tensiones en distintas partes de Indonesia, entre ellas Borneo y el archipiélago de las Molucas.

Desde entonces los dayak prometieron sacar a todos los madurenses de "su" tierra, aunque al parecer la violencia de la última semana fue iniciada por dos ex funcionarios de Sampit en venganza porque fueron despedidos de sus puesto. Por ello habrían pagado unos mil 900 dólares a un grupo de individuos que comenzó la persecución de los madurenses, indicó Dpa.

En los últimos días unos 24 mil madurenses han escapado de sus casas, y buscaron refugio en estaciones de policía, cuarteles militares edificios públicos e incluso en la selva.

El vicealcalde de Sampit, Tamrin Nur, indicó que al menos 270 personas han muerto, aunque otros funcionarios locales estimaron que la cifra podría ascender a mil toda vez que aún se encuentran varios cadáveres en las calles y en las carreteras cercanas a la ciudad, la mayoría decapitados o mutilados.

Un barco de la armada indonesia evacuó a 2 mil 500 personas, y poco después otras cinco mil salieron a bordo de una transbordador de pasajeros. Ante la imposibilidad de subir a los barcos, unos 10 mil refugiados se congregaron en un campo improvisado fuera de una estación de la policía local, mientras los dayaks recorrían Sampit.

Los refugiados criticaron a las fuerzas policiales por no hacer nada para protegerlos y no proporcionarles una vía de escape, mientras en una estación policial cercana los oficiales jugaban ajedrez  .