Ť Tras cuatro expulsiones de los Tuzos y un quinto lesionado, el juego terminó
En partido suspendido a los 80, Pachuca perdió
4-1 ante el Puebla
Ť Arellano, Ferreira, Martínez y Pineda los excluidos
Ť Polémico esguince de Raymundo Gonzáles
CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL
Pachuca, Hgo., 25 de febrero. El Pachuca pasó de la desgracia a la polémica en el juego ante Puebla, donde Alberto García Aspe se destapó con cuatro tantos para que su equipo arrasara 4-1.
El cotejo duró sólo 80 minutos, pues fue suspendido tras cuatro expulsiones de Tuzos ?Omar Arellano, Francisco Ferreira, Adao Martínez y Pedro Pineda?, conjunto que quedó expuesto a una sanción por fingir una lesión que provocó la quinta baja y la finalización automática, por reglamento, al quedarse con 6 hombres.
Fue un cotejo tenso con una extraña culminación, ya que fue pitado por el controvertido Marco Antonio Rodríguez, quien fue fiel a su afán protagónico. Al inicio sacó con ligereza el cartón amarillo hacia unos Tuzos que viven en un túnel oscuro desde la irreparable pérdida de Pablo Gómez.
La afición congregada en el estadio Hidalgo alternó con desbordada furia los gritos de "¡ratero-ratero!" y el irónico "¡roja-roja!", que espetaba al impasible árbitro después del minuto 73, tras la merecida expulsión de Pedro Pineda.
La gente arremetió contra los pocos seguidores poblanos que fueron resguardados y sacados por la puerta exclusiva para jugadores.
En el clímax de la polémica, Pachuca se quedó con siete hombres y en la banca de los locales se buscaba con poca inteligencia y mucha desesperación la forma de acabar con la masacre que el Beto les estaba propinando. Entonces comenzó el show:
Al 75, Raymundo Gonzáles cayó al césped y el cuerpo médico de tuzos entró sin autorización, por lo que Javier Aguirre fue expulsado.
Rumbo al vestidor, el Vasco (fue captado por la televisión) se olvidó de toda ética y le dijo al novato Gonzáles que fingiera una lesión.
Puebla se disponía a cobrar un tiro de castigo, Raymundo estaba de pie como parte de la incipiente barrera, cuando de nuevo entró el cuerpo médico del Pachuca y al instante el jugador se tiró al piso.
El médico Radamés Gaxiola se apresuró a decirle al árbitro que Gonzáles tenía un esguince de rodilla y éste decretó el final al minuto 35 del segundo periodo, aunque en su cédula reportó el 36.
Cesáreo Victorino puso el 1-0 a los 21 de acción, y al 35 García Aspe empató con tiro libre. La debacle de Pachuca comenzó al 36, cuando Omar Arellano recibió roja directa. Al 44, Calero cometió claro penal sobre Marco Capetillo que concretó Aspe al 48 para el 2-1. A seis minutos del complemento, Pachuca sufrió la segunda baja cuando Ferreira recibió la segunda amonestación (la primera fue rigorista).
García Aspe continuó inspirado y al 60 aprovechó un mal rechace de Calero, de zurda prendió el esférico y metió el más bello gol de su gloriosa jornada.
Tres minutos más tarde Adao Martínez fue expulsado por golpear con el antebrazo a Sergio Zárate. Ya en plena crisis Pachuca sumaba sólo 8 hombres.
El público ofendía al árbitro y el Beto, que en cada anotación besaba la imagen de la virgen, cerró su brillante tarde al 69 con tiro desde fuera del área, para el 4-1 final.
Al 73, Pedro Pineda tramitó su pase directo a las regaderas; se olvidó de su experiencia y de la difícil situación de su equipo, que en la siguiente fecha visitará al América, y asestó tremendo codazo en el rostro de Oscar Mascorro, quien le había ganado en el salto.