México, en el mapa mundial de la biodiversidad Hesiquio Benítez Página: www.conabio.gob.mxCorreo electrónico: [email protected] Lucila Neyra, Cecilia de los Ríos Analistas de Conabio
México, país megadiverso Existen 17 países que por su riqueza de especies, de endemismos y de ecosistemas se consideran como megadiversos: Brasil, Indonesia, Colombia, Australia, México, Madagascar, Perú, China, Filipinas, India, Ecuador, Venezuela, República Democrática del Congo, Papúa Nueva Guinea, Estados Unidos, Sudáfrica y Malasia. En su conjunto albergan prácticamente 75 por ciento de todas las especies de plantas vasculares y animales terrestres vivos que se conocen en el mundo. En México se localiza cerca del 10 por ciento de las especies de plantas superiores del planeta, y más de 40 por ciento de ellas son habitantes exclusivas del territorio nacional, es decir, son especies endémicas. En el caso de los animales, las cifras también sobresalen tanto por el número de especies como por la proporción de éstas con relación al total mundial y, particularmente, por cuanto representan en términos de endemismos. Muchos grupos de plantas y animales se han diversificado en nuestro territorio; de ahí que existan ecosistemas con numerosos endemismos, un elemento adicional que da cuenta de la importancia de nuestro país desde el punto de vista de su biodiversidad (Cuadro 1). A manera de ilustración se pueden mencionar algunos ejemplos: México ocupa el segundo lugar del mundo en diversidad de reptiles: 717 especies, es decir, el 11 por ciento de las conocidas en el planeta, y de ellas aproximadamente el 52 por ciento son endémicas. En cuanto a mamíferos, ocupamos el quinto lugar: 450 especies, equivalentes al 12 por ciento mundial, de las cuales 29 por ciento son endémicas. Con respecto a los anfibios, ocupamos el cuarto lugar; con 284 especies, aproximadamente, el 7 por ciento mundial; 60 por ciento de ellas son habitantes exclusivas de México y tres por ciento son endémicas de Mesoamérica. Cuadro 1
En el cuadro 2 se indica la riqueza de especies y endemismos en algunos grupos de flora y fauna; es necesario recordar que estos datos pueden variar de acuerdo con la fuente consultada, ya que la actividad taxonómica es muy dinámica y continuamente se están describiendo nuevas especies en todo el mundo, por ello no coinciden exactamente con los del cuadro 1. Cuadro 2
Adicionalmente, México presenta diversas características que debemos tomar en consideración como factores que inciden directamente sobre la biodiversidad en un contexto nacional y mundial. Algunas de ellas se muestran en el cuadro. Cuadro 3
En nuestro país se han hecho muchos intentos por clasificar el medio natural, atendiendo a criterios muy diversos. Una de las más recientes reconoce 19 provincias biogeográficas, que representan regiones con grupos de vegetación y fauna característicos. México, importante centro de diversificación y domesticación Dada la gran extensión territorial y la heterogeneidad ambiental de nuestro país, no es de extrañar que muchas de las especies presenten una considerable variabilidad genética. Algunas especies con utilidad potencial directa para el hombre, como las silvestres de maíz (género Zea) y de ayocote (Phaseolus coccineus), muestran una considerable variación (aunque se encuentran amenazadas debido al acelerado deterioro de los ecosistemas naturales). Los centros de origen y domesticación de recursos biológicos son considerados como una causa adicional que explica la gran riqueza biológica de nuestro país, que es considerado como uno de los centros de domesticación de plantas más importantes del mundo. Cuadro 4
Usos, valores e importancia de la biodiversidad de México La historia y el desarrollo de los pueblos mesoamericanos y específicamente en nuestro país no se podrían explicar sin la presencia de la rica biodiversidad que ha permitido la subsistencia y evolución de los pueblos que dieron origen a las culturas que hoy conforman la nación mexicana. Desde épocas remotas, la biodiversidad ha sido identidad cultural, símbolo de arraigo y orgullo, vínculo con la madre Tierra, y fuente de inspiración artística y espiritual. Durante cientos de años, los pueblos autóctonos de México han desarrollado una relación cultural íntima con la naturaleza, como se puede comprobar en las diversas manifestaciones de las culturas que conforman el mosaico pluriétnico de México. La mayoría de las comunidades de nuestro país tiene una relación directa con la biodiversidad. Algunas han mantenido las prácticas ancestrales en cuanto a los medios de apropiación de la biodiversidad: la pesca, la caza, la cosecha y la recolección. También, prácticas agrícolas como los cultivos mixtos de variedades criollas, resultado de años de selección y en muchos casos de franca domesticación. Tampoco han faltado las prácticas forestales tradicionales de bajo impacto ambiental. Sin embargo, muchas comunidades han sucumbido ante presiones externas y abandonado las prácticas tradicionales, menos destructivas, para adoptar otras que ocasionan efectos irreversibles en los ambientes naturales del país. El futuro de cualquiera de estas comunidades y de sus economías locales está ligado directamente al aprovechamiento sustentable de los recursos biológicos. Es importante reconocer la importancia de la biodiversidad en función de una extensa variedad de fines, entre los que destacan los de autoconsumo (alimento, vestido, material para la vivienda y combustible, entre otros) los valores estéticos y artísticos (de ornato, artesanales, o como inspiración y móvil en la literatura y otras artes), y los motivos religiosos y místicos de diversa índole (deidades y veneración de sitios, amuletos, mitos y leyendas). También debe reconocerse el valor cultural de la biodiversidad, distinto según la región del país de la que hablemos, y lo que representa en términos de educación y recreación: como objeto de estudio e investigación; en zoológicos, ecoturismo, colecciones, jardines botánicos y museos; en espectáculos, videos y programas documentales; en la práctica de deportes asociados a ella o en la fotografía de la naturaleza. Por otro lado, nuestra biodiversidad ha representado un papel crucial en el sector comercial y de intercambio como fuente de empleo de grupos de familias y base material del desarrollo de industrias, organizaciones y cooperativas. La biodiversidad es la base del sustento material de la sociedad y fuente de diversos bienes y servicios ecológicos. Todas las personas usamos y dependemos de la naturaleza para vivir. Una parte fundamental del uso de la biodiversidad son los servicios ambientales, que se definen como las condiciones y procesos naturales de los ecosistemas (incluyendo las especies) gracias a los cuales el hombre obtiene algún tipo de beneficio. Estos servicios mantienen la biodiversidad y la producción de bienes tales como alimento, agua, madera, combustibles y fibras, entre otros. Varios son los servicios que proporciona la biodiversidad: degradación de desechos orgánicos, formación de suelo y control de la erosión, fijación de nitrógeno, incremento de los recursos alimenticios, control biológico y secuestro de dióxido de carbono, entre otros. Aparte de los ejemplos mencionados, es necesario reconocer que cada especie tiene, además, un valor intrínseco, independiente de su valor utilitario actual o potencial para la humanidad. Éste es otro móvil de nuestro interés por perpetuar su existencia en México, y de nuestra convicción de que el futuro de la sociedad humana se habrá de construir sobre la base del respeto a todas las formas de vida con las que compartimos el planeta. |