MARTES Ť 27 Ť FEBRERO Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

EL GENERAL José Francisco Gallardo deberá estar libre en poco tiempo. No puede ser otra la consecuencia del anuncio hecho ayer en Washington por Juan José Gómez Camacho, director de Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en el sentido de que el gobierno mexicano cumplirá las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respecto a casos como el del militar aberrantemente encarcelado por criticar los excesos de la elite verde olivo y demandar la creación de un ombudsman castrense.

EL ANUNCIO MARCA un giro histórico, pues los gobiernos priístas se habían negado permanentemente a aceptar que la citada comisión interviniera en casos de presuntas violaciones a derechos humanos cometidas en México y sobre las cuales ya hubiera un informe institucional definitivo. Otra causa del rechazo tricolor era la frecuente recurrencia de panistas ante esa instancia para denunciar fraudes electorales.

AHORA, EL FUNCIONARIO Gómez Camacho ha sido contundente al fijar la postura del nuevo gobierno: "Hemos venido ante la comisión --dijo luego de una serie de audiencias de seguimiento sobre siete expedientes mexicanos que lleva la CIDH en la capital estadunidense-- reconociendo que tenemos una obligación muy clara, y que tenemos que tomar todas las medidas necesarias para resolver los casos y reparar los daños que se hubieran cometido".

EN ESE TENOR, el gobierno mexicano prometió que organizará una sesión en su territorio, en fecha por precisarse, para analizar los casos pendientes de resolución junto con organizaciones no gubernamentales de defensa de derechos humanos y familiares de las víctimas.

EL CASO MAS notable y antiguo del legajo mexicano es el del general Gallardo, a quien diversas organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional, consideran indubitablemente preso de conciencia. Para mantenerlo preso, el Estado mexicano, en especial los jefes del aparato militar, han retorcido escandalosamente las leyes para dar ejemplo de lo que sucede cuando alguien, desde dentro, osa denunciar arbitrariedades graves y proponer soluciones. En esa cadena de abusos ha tenido papel importante quien fuera procurador de justicia militar y hoy lo es de la civil, el general Rafael Macedo de la Concha, a quien la familia Gallardo ha acusado de ocultar evidencias y falsear hechos para cumplir las instrucciones vengativas del alto mando castrense.

EL TONO asumido ante la CIDH hace suponer que las palabras oficiales no serán un recurso más de mercadotecnia de los que el gobierno foxista usa en su avidez por "vender" a México en el extranjero como país democrático, respetuoso de las leyes, al que los inversionistas puedan acudir sin reticencias (ni que, en estos guiños a causas defendidas por la izquierda, hubiera una estrategia personal del canciller Jorge Castañeda para recomponer la figura luego que el subcomandante Marcos lo ha metido en el torbellino de las descalificaciones).

Y ES QUE, además de la fuerte resistencia que generará en altas esferas militares la intención de resolver el caso Gallardo e incluso de reparar el daño cometido, el anuncio de ayer en Washington impacta a otro segmento de dureza caciquil paradigmática: el figueroismo. La matanza de Aguas Blancas es otro quemante expediente que tiene en su agenda la comisión antes citada. En el caso Gallardo hay una recomendación a su favor de la CIDH, pero en el de la masacre guerrerense se mantiene aún la investigación en calidad de "abierta".

COMO ES SABIDO, el de Aguas Blancas es uno de los más infamantes ejemplos de impunidad priísta. Ruben Figueroa Alcocer, protegido del entonces presidente Ernesto Zedillo, su presunto compadre, mantiene poder suficiente para que ni él ni su séquito paguen culpas por el asesinato múltiple de 1995 y, aún más, para que varios ejecutores de sus sangrientas órdenes prosigan sus carreras políticas, ocupando cargos de representación popular o de gobierno. Tanta es la fuerza del prototípico cacique guerrerense que logró imponer al actual gobernador de la entidad, René Juárez Cisneros, y por ende, ejerce importante cuota de poder en aquel violento estado.

EN CONTRASENTIDO, algunos de quienes han luchado contra esos cavernarios estilos políticos han sufrido represión. Ricardo Rocha, periodista que mostró en televisión las evidencias de que la masacre de Aguas Blancas había tenido al figueroismo por autor intelectual, debió pagar con el despido su buen trabajo audiovisual. Salió de Televisa luego de prolongados forcejeos montados para orillarlo a despedirse de la que había sido su casa de trabajo durante 25 años. Con el monto de su liquidación, más otros tejidos financieros audaces, creó la agencia informativa Detrás de la Noticia, que tuvo un rápido crecimiento explicable por la calidad de su director, el propio Rocha, y pese a que incorporó a su equipo a opinantes como el autor de Astillero. Detrás de la Noticia comenzó a transmitir noticieros a través de la extensa red de difusoras de ACIR (uno matutino, con el propio Ricardo como conductor, y otro con Carlos Loret de Mola, a quien sin ánimos frívolos habría que mencionar como verdadera revelación juvenil). Además, la agencia se alió a Starmedia (que nombró hace un mes a Fausto Zapata Loredo presidente de su división mexicana), Televisión por Cable y El Universal para difundir diversas versiones del material producido.

DE PRONTO, y pese al éxito no sólo periodístico, sino comercial, de los noticieros radiofónicos, ACIR decidió dar por terminada su relación con Detrás de la Noticia. No hay nada ilegal ni impropio en el hecho. Era una de las posibilidades en un contrato que preveía la eventualidad de que una de las partes decidiese no continuar con el acuerdo al fenecer su vigencia. Hay voces que sugieren, sin pruebas, tal vez por una inercia desprendida de las costumbres del presidencialismo priísta, que el trabajo periodístico de Rocha y su equipo pudiera resultar molesto al presidente Fox y a personajes clave del manejo informativo. No hay indicios que fortalezcan esa suposición. Por el contrario, el trato del Presidente y su área informativa hacia el periodismo de Rocha pareciera sinceramente amable y tal vez alentador, aunque ciertamente el tratamiento de temas como el de la marcha zapatista, hiciera levantar algunas cejas ejecutivas de vez en cuando.

DETRAS DE LA NOTICIA sigue adelante. Es evidente que su presencia ha sido disminuida, por cuanto la radiodifusión era el medio de mayor audiencia a su alcance. También es difícil creer que la supresión de ese canal obedezca sólo a un razonamiento de índole contable o financiera, sobre todo si los resultados y las tendencias daban razones para el optimismo.

MIENTRAS TANTO, Figueroa y los figueroitas, generales y generalitos, siguen tan campantes. Aunque, según eso, el gobierno foxista estaría dispuesto a iniciar el largo y difícil camino de la justicia. šSalud, general Gallardo! šSalud, periodista Rocha!

ASTILLAS:

EL TRIBUNAL electoral federal seguirá en el ojo del huracán al ratificar el triunfo panista en Jalisco, lo que obviamente ha enfurecido al PRI... López Obrador y Fox deberán recurrir a los oficios del Congreso para que éste dictamine qué horario habremos de usar... Desde Oaxaca, el sub mandó mensaje a Cancún contra los globalifílicos, cuyo foro será clausurado hoy por el presidente Fox. Dos sueños del guanajuatense fueron tocados: el plan Puebla-Panamá y el proyecto transístmico...

Ť Fax: 55 45 04 73 Ť [email protected]