MARTES Ť 27 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Presenta el Departamento de Estado su informe anual sobre derechos humanos
Dice Washington que los abusos de cuerpos de seguridad persistieron en México durante 2000
Ť La corrupción prevalece en los rangos policiacos y militares, señala el reporte
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 26 de febrero. El jefe de la diplomacia estadunidense, Colin Powell, reconoció hoy las recientes reformas democráticas en México como un ejemplo de la mejoría de los derechos humanos en el mundo, pero en un informe que presentó al Congreso, agregó que el Departamento de Estado está consciente de que elementos militares y policiacos continúan cometiendo "serios abusos de derechos humanos" en el vecino país y que la población indígena continúa sufriendo discriminación y abusos.
"La corrupción prevalece dentro de los rangos policiacos y también es problema para los militares", afirmó el Departamento de Estado al describir la situación de los derechos humanos en México durante 2000.
En su sección de México, el informe anual sobre derechos humanos en el mundo preparado y difundido hoy por el Departamento de Estado, señaló que los indígenas han sido "sujetos a discriminación, represión y marginación" por muchos años. Estas comunidades, agregó, tienen poca habilidad de influir en decisiones que afectan a sus tierras, sus tradiciones culturales o el uso de los recursos naturales en las zonas donde viven.
"El levantamiento en Chiapas en 1994 enfocó una atención sin precedentes sobre las demandas de la población indígena de ese estado por mayores derechos económicos y sociales", declaró el informe, que describe las recientes iniciativas de paz promovidas por el presidente Vicente Fox. Pero señala que, a fines de año, el conflicto continúa "no resuelto".
"Fuerza excesiva" en Chiapas
El informe subraya en particular la presencia militar en Chiapas, exponiendo que durante la mayor parte de 2000, se encontraban unas 20 mil tropas para "contener" al EZLN (así como otras 10 mil en Guerrero para obrar en torno del EPR y el EPRI). Al comentar la presencia castrense en Chiapas, señala que los militares mexicanos han "fracasado en castigar a personal militar o funcionarios gubernamentales por cometer abusos" durante el levantamiento de enero de 1994, a pesar de informes de la CNDH sobre ejecuciones sumarias, detenciones ilegales y tortura.
Además, en un texto cuidadosamente redactado, el informe señala que varias ONG han acusado al gobierno de "fuerza excesiva" en Chiapas en fechas más recientes, y también informa en torno a desmentidos gubernamentales sobre la existencia de fuerzas paramilitares. Explica que "hay alegatos de que grupos civiles armados, controlados o patrocinados por caciques locales de alguna manera vinculados con el PRI, cometieron varias violaciones de los derechos humanos".
El informe cita los casos de Acteal, el asesinato de tres indígenas en Chenalhó en mayo y el arresto en octubre de varios miembros de Paz y Justicia que eran ex legisladores estatales o miembros de las fuerzas armadas.
Como lo ha hecho antes, gran parte de la sección de México es un catálogo de violaciones de derechos humanos incluyendo asesinatos extrajudiciales, desapariciones, tortura por fuerzas policiacas o militares, corrupción y discriminación. "Los esfuerzos del gobierno para mejorar la situación de los derechos humanos continuó enfrentando un éxito limitado", explica el Departamento de Estado, que pone gran parte de la culpa al fracaso de los funcionarios del gobierno para castigar a los oficiales involucrados en estos abusos. "La impunidad continúa siendo un problema serio entre las fuerzas de seguridad", afirma el informe anual.