Ť Sólo es el comienzo, no hay que esperar milagros, dice Annan en la vuelta al diálogo
Rechazo tajante de Irak a inspectores de la ONU
Ť EU busca consensos en países árabes para flexibilizar medidas que afectan a civiles
AFP, DPA, AP Y REUTERS
Nueva York, 26 de febrero. Irak rechazó hoy en forma tajante el regreso a su territorio de inspectores de desarme de la Organización de Naciones Unidas, y exigió nuevamente el levantamiento de las sanciones impuestas tras la invasión a Kuwait en 1990, al reanudarse las conversaciones entre el organismo internacional y Bagdad, en las que participaron el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el canciller iraquí, Mohammad Said al-Sahhaf.
Tras el encuentro, el primero en dos años, el jefe de la diplomacia iraquí afirmó que demostró a Annan que su país no tiene "ninguna de las armas llamadas proscritas", y reiteró que ha cumplido con las resoluciones de la ONU, por lo que el Consejo de Seguridad debe levantar inmediatamente las sanciones.
Sin embargo, Said al-Sahhaf puntualizó que "ningún
inspector retornará a Irak, incluso si las sanciones se levantan
por completo". Irak y la ONU suspendieron el diálogo en 1998, cuando
los expertos en desarme salieron de territorio iraquí, lo que fue
seguido por bombardeos anglo-estadunidenses en lo que se definió
como la operación Zorro del Desierto, en diciembre de ese
año.
Antes de iniciar la reunión, Annan reiteró
que no deben esperarse "milagros, porque esto es sólo el comienzo",
y podrían ser necesarias nuevas conversaciones.
En tanto, el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, concluyó en Siria una gira por Medio Oriente encaminada a unificar la postura de los países árabes y Estados Unidos frente a Irak. El proyecto de Washington es reforzar las sanciones contra los principales dirigentes iraquíes, en especial el presidente Saddam Hussein, e impedir el rearme de Bagdad, pero flexibilizar aquellas que afectan al pueblo iraquí.
Un funcionario estadunidense que acompañó a Powell en su viaje declaró que Washington espera que haya un consenso para modificar algunas de las sanciones antes de la cumbre árabe del próximo 27 de marzo. El funcionario, que no fue identificado, agregó que varios dirigentes, entre ellos de Egipto, Arabia y Jordania, manifestaron a Powell la preocupación que existe por el embargo a Irak, y lo convencieron de aliviar o levantar por completo algunas de las medidas que afectan a la población civil, pero manteniendo firmes las que se refieren al material militar.
Arabia Saudita, otro de los países visitados por Powell, se declaró a favor de revisar el régimen de sanciones contra Irak, aunque coincidió con la política estadunidense de que Bagdad respete las resoluciones de la ONU.
Antes de viajar a Arabia, donde se reunió con el rey Fahd y el príncipe heredero Abdullah, Powell participó en Kuwait en las ceremonias por el décimo aniversario del fin de la ocupación Iraquí. En el emirato, Powel, quien fue jefe del Estado Mayor estadunidense cuando se desarrolló la Guerra del Golfo, se comprometió a proteger a ese país árabe y "que el mal no prospere". Añadió que Kuwait es una nación libre "mientras que Irak, el agresor, se encuentra en una prisión construida con sus propias manos".
Tanto Arabia Saudita como Kuwait negaron, por separado, haber apoyado los bombardeos británico-estadunidenses del pasado 16 de febrero en la periferia de Irak. Bagdad acusa a esos dos países de "colaborar con el enemigo" al permitir a Londres y Washington utilizar sus bases aéreas .