MARTES Ť 27 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť El gobernador zacatecano, presente en el Foro Económico Mundial, en Cancún
Nacionalizar la globalización, apremiante necesidad: Monreal
Cancún, Q. Roo, 26 de febrero. Nacionalizar la globalización, en términos llanos distribuir sus beneficios y oportunidades al mayor número de regiones y rincones de estados y municipios, grupos sociales e individuos, es una necesidad cada vez más apremiante en el México de hoy, afirmó el gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal.
Al participar en el Foro Económico Mundial que se celebra en esta ciudad, aclaró que no cualquier forma de Estado puede cumplir esta función, ni cualquier forma de mundialización se traducirá en mayor progreso y beneficio para la población.
"Estamos hablando del Estado nacional y federalista y de la globalización con responsabilidad social. Considero que este es el binomio que garantizaría con mayores posibilidades de éxito el desarrollo de México como nación independiente, económicamente viable, con una sociedad justa de hombres libres y seguros", dijo el mandatario estatal en la mesa titulada Relaciones Federales del Estado.
En su ponencia Nacionalizar la Globalización, dijo que más de 800 millones de personas pasan hambre, y la tercera parte de la población mundial que vive en pobreza extrema o miseria están a la espera de los frutos de la globalización. Y si bien desigualdad y pobreza existían antes de la era del capitalismo, en las últimas dos décadas estos fenómenos se han agudizado, señaló.
Las protestas contra la mundialización son producto de la desesperación, son una reacción comprensible ante la polarización social y responden a una realidad que no podemos ocultar.
"Quienes tenemos la responsabilidad de gobernar a nivel local nos enfrentamos con las dos caras de globalización: por un lado la oportunidad de crecer mediante empleo, inversión y exportación; por el otro, la presión social de nuestras comunidades para remontar la pobreza, acceder a servicios básicos de alimentación, salud, educación y vivienda, cuidar el medio ambiente y preservar sus tradiciones e identidad cultural".
Mencionó el gobernador zacatecano que conciliar y nivelar precisamente estos dos mundos, el de la oportunidad económica futura y el del rezago social presente, se ha convertido en un imperativo de política pública de los gobiernos locales inmersos en países con economías y sistemas políticos en transición, como México.
Se afirma, dijo, que la globalización es un peligro inminente para los Estados nacionales. De hecho, de las primeras 200 economías del mundo más de la mitad son empresas, y no países. Asimismo, tres cuartas partes del comercio mundial lo realizan 500 corporaciones transnacionales privadas, y una parte significativa de las economías de los 192 países existentes en el mundo están ahora en manos del sector privado y no del Estado.
No obstante, aseguró que razonablemente se puede señalar que independencia económica y soberanía nacional no son dos conceptos antagónicos. Buscamos, entonces, que la globalización tenga rostro humano, orientación social, y que la distribución de sus beneficios alcance al mayor número posible de grupos sociales. Luego entonces, no podremos prescindir de ese regulador de desequilibrios económicos y brechas regionales que es el Estado nacional.
Monreal Avila mencionó que aun cuando se diga que México es un Estado federal, en realidad lo que se tiene en la Constitución es una "maqueta de Estado nacional", enfocada más en la desconcentración de funciones que en la descentralización de facultades a las regiones, estados y municipios.
Al definir el perfil del nuevo Estado federalista, sostuvo que sería aquel que se reservara sólo funciones básicas de seguridad, gobernabilidad, representación ante el exterior y líneas básicas de hacienda nacional, investigación, ciencia y tecnología.
En tanto, lo referente a educación, promoción económica, comunicaciones, salud, asistencia social y preservación del medio ambiente, entre otras materias, estaría en manos de estados y municipios, que así se convertirían en promotores del desarrollo local y no serían simples escalones inferiores de la administración pública o instancias burocráticas de gestión ciudadana.