MIERCOLES Ť 28 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Promete también asignar mayores recursos para iniciativas sociales
Respaldo para reducir impuestos, pide Bush
Ť El presidente expuso ante el Congreso los principales lineamientos de su presupuesto
AP, AFP Y REUTERS
Washington 27 de febrero. El presidente George W. Bush pidió esta noche el respaldo de los estadunidenses a su propuesta de reducción de impuestos y prometió designar mayores recursos a iniciativas sociales, disminuir la deuda pública y crear un "fondo de contingencia" de un billón de dólares para enfrentar las necesidades presupuestarias.
"Estoy esperanzado en que me acompañen y apoyen con firmeza lo que pide el pueblo", dijo Bush ante una sesión conjunta del Congreso.
Frecuentemente aplaudido durante su in-tervención de casi una hora, transmitida en directo por los principales canales de televisión, Bush expuso los grandes lineamientos de su presupuesto y sus prioridades políticas: refuerzo al sistema escolar, mejora del sistema de salud, viabilidad de las cajas federales de jubilación y de seguro médico para los ancianos, eliminación de una gran parte de la deuda pública, reforzamiento de la defensa y reducción masiva de impuestos de 1.6 billón de dólares en 10 años.
"Una disminución de la presión fiscal es tal vez justa y urgente", destacó Bush en lo que representa la primera prueba de fuego a su capacidad de mandato; sostuvo que es vacilante la expansión económica que lleva ya 10 años y advirtió que "debemos actuar con rapidez", al recordar que el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, notó recientemente que las bajas de impuestos se producían demasiado tarde para estimular la reactivación económica.
Bush se inscribe en la línea de dos de sus antecesores que preconizaron igualmente bajas de impuestos para salir de la crisis, el asesinado John Kennedy y Ronald Reagan.
"Sabían entonces lo que debemos hacer ahora. Para crear crecimiento económico y oportunidades debemos poner dinero en las manos de la gente que consume y crea em-pleos", dijo Bush, quien envió recientemente su proyecto de reducción de impuestos al Congreso y preconizó la entrada en vigor del plan en forma retroactiva al primero de enero de este año para apresurar el impacto económico.
Pero la aprobación de ese plan no está asegurada ya que los republicanos cuentan con una estrecha mayoría de tres votos en la Cámara de Representantes, mientras que republicanos y demócratas tienen cada uno 50 escaños en el Senado.
Algunos republicanos consideran que el proyecto de Bush es insuficiente dados los enormes excedentes presupuestarios proyectados en 10 año, y en contraste los de-mócratas sostienen que es arriesgado por fundarse en proyecciones de recursos presupuestarios que podrían no materializarse, y resaltan que beneficiaría más a los ricos.
Pero Bush dijo que su plan representaría una reducción anual de impuesto de mil 600 dólares para una familia estadunidense promedio, y en lo que fue considerando co-mo un intento por ablandar a los demócratas anunció su intención de mantener un bi-llón de dólares, de 5.6 billones de excedentes presupuestarios previstos, para crear un fondo de reserva en caso de gastos excepcionales o nuevas prioridades.
También se refirió a la crisis energética que afecta el oeste del país, y sostuvo que "tenemos un serio problema que demanda una política nacional de energía".
Sin embargo, no ofreció ayuda federal para superar la crisis que enfrenta California, y dijo que ha solicitado a las agencias federales que ayuden para darle velocidad a la construcción de nuevas fuentes de energía en ese estado, y agregó: "Podemos producir más electricidad para satisfacer la de-manda, y nosotros debemos hacerlo".
También anunció su propósito de crear una comisión para presentar el próximo otoño un plan de reforma para garantizar la viabilidad de las cajas de jubilación federales, amenazadas de quiebra en algunos años por la llegada a la tercera edad de la generación del baby boom de la posguerra.
En materia de política exterior, Bush de-fendió el controvertido escudo antimisiles para, insistió, confrontar eventuales amenazas de países como Irán, Irak o Corea del Norte, a pesar de que es rechazado por Ru-sia y China, mientras Europa no ha asumido aún una postura común.