MIERCOLES Ť 28 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Papás hicieron una hoguera en una primaria

Queman figuras de Pokémon y Dragon Ball en Guanajuato

Ť Un sacerdote también participó en la incineración

MARTIN DIEGO CORRESPONSAL

Juventino Rosas, Gto., 27 de febrero. Padres y alumnos de la escuela primaria Doctor Mora quemaron, junto con el sacerdote de la comunidad, en una hoguera encendida en dicho plantel juguetes y diversos artículos con imágenes de los personajes de las series japonesas de dibujos animados Pokémon y Dragon Ball. De acuerdo con los participantes en la incineración, el párroco de la localidad, Martín Fuentes, pidió el domingo pasado a quienes poseyeran "cualquier tipo de objetos satánicos, demoníacos, como los pokemones y las figuras de Dragón Ball Z" que los destruyeran, "como un símbolo para estar bien con Dios".

A partir del domingo, la comunidad reunió artículos con imágenes de los protagonistas de Dragon Ball y Pokémon, incluso juguetes que los niños recibieron el pasado Día de Reyes.

Profesores de la primaria Doctor Mora, como la maestra Macrina, de 90 años y con 70 como docente, indicaron que sus alumnos "se volvieron más violentos y cada vez cuesta menos mantenerlos en paz" a partir de que se emitieron las citadas caricaturas.

El sacerdote franciscano Martín Huerta, que llegó a la escuela a bordo de una camioneta Lobo de modelo reciente, invitó a sus feligreses "a no sentir lástima por los objetos demoniacos, objetos nada ilustrativos y que fueron inspirados en los demonios paganos", frase que repiten ya los lugareños.

El clérigo encendió la hoguera en el patio de la escuela a las 12 del día, justo cuando la radio estatal reproduce el Ave María, transmisión que comenzó durante la administración de Carlos Medina Plascencia.

Hubo alrededor de 600 participantes en la quema de unos 500 objetos, entre muñecos de plástico, estampas, camisetas, pantalones y libretas. El párroco invitó a sus fieles a no dejar de asistir a misa para limpiar el pecado "porque veo que son muchos los que tenían estos monitos", y luego se retiró.

Según la profesora Macrina, la incineración de Pokémon "sirvió para que todos abriéramos los ojos de lo mal que estaban haciendo los padres de familia y los maestros" al permitir que los niños vieran las caricaturas de los "monstruos de bolsillo".

Desde hace unas semanas, jóvenes de la comunidad distribuyeron en iglesias católicas, evangélicas y de Testigos de Jehová en este municipio rural volantes anónimos, que referían a los personajes de Pokémon como "diabólicos", y se refirieron a riesgos de quienes tienen contacto con esas figuras "que invocan al demonio".