VIERNES Ť 2 Ť MARZO Ť 2001

Ť Grupos sociales, indígenas, punks, corearon consignas contra el gobernador Loyola

En su bienvenida al EZLN, la banda queretana tuvo por primera vez un espacio para compartir

Ť "Comportémonos como luchadores sociales", pidió un ñahñú a la inquieta concurrencia

RAMON VERA HERRERA ESPECIAL

Queretaro, Queretaro, 1Ɔ de marzo. "šLibertad, libertad!", corea una sola voz que recorre la plaza. "ƑQué queremos para los presos políticos?", revira uno de los organizadores. "šLibertad, libertad, libertad, presos políticos libertad!", y el grito común continúa mientras el autobús de la comandancia zapatista intenta aproximarse a la parte trasera del templete. Los comandantes y comandantas descienden y van trepando a la tarima mientras los gritos y los aullidos, los aplausos y las consignas se entretejen, ya no se entienden, en el remolino de voces levantadas. Es una especie de halo protector; otro cinturón de seguridad para los caminantes que se tiende sobre ellos ante las amenazas del gobernador hacia los delegados. Estas tiñeron todo el evento del día. Son las 15 horas. La gente fue y vino durante todo el día, pero básicamente esperó desde las 8:30 de la mañana.

Desde las 9 horas, la plaza está a tres cuartos de su capacidad. Los contingentes de organizaciones sociales, indígenas y campesinas, grupos culturales, rockeros, góticos, eskateros, punks, desplegaron sus mantas contra algunos muros, sobre el suelo; tendidas de los árboles.

En el piso aledaño a los portales hay una especie de retablo, "un milagrote" que reza: "esta es nuestra manera/de ayudar a que amanezca/ sobre tantas conciencias mancilladas/ sobre un texto iracundo/ sobre una reja abierta/ sobre el rostro amparado tras la máscara/ recuerdo, recordemos/ hasta que la justicia se siente entre nosotros".

Una de las mantas sobre un muro dice: "Terrorista es el poder. Resistimos la violencia". Una de las mantas del templete, firmada por el Frente Independiente de Organizaciones Zapatistas (FIOZ) dice, simplemente: "dignidad rebelde". En muchas, la exigencia se repite: "Libertad a los simpatizantes zapatistas".

Fuerza Hormiga Ñahñú; Unión de Mujeres Campesinas e Indígenas; Unión Campesina Democrática; Juventud Anti- autoritaria; Consejo Estatal de Pueblos Indígenas; Comité del PRD Ezequiel Montes; Frente Zapatista de Liberación Nacional; FIOZ; jóvenes de secundaria, prepa, universidad, se entreveran con mujeres, obreros, grupos de campesinos dispersos. Habitantes de varias comunidades indígenas de Amealco, Tolimán, Jalpa, Cadereyta, Colón y Ezequiel Montes, hacen valla junto a la sociedad civil.

La multitud está expectante. Un grupo de preparatorianos locales comienza a brincar. Se empujan y bailan, chiflan y gritan, se avientan agua con botellas y gritan "šagua, agua, agua!" Hay quienes empiezan a sentir inquietud, y desde el templete un representante de la organización Fuerza Hormiga Ñahñú se dirige directamente a ellos por el micrófono. "Compañeros de prepa. Con todo respeto, les pedimos calma y respeto. Los que estamos aquí no somos delincuentes. Los delincuentes son los que están en el gobierno. Quienes están en la cárcel son los luchadores sociales. Comportémonos como luchadores sociales". Y la banda responde al llamado y le baja durante un rato, en la espera, pero también gozando y compartiendo un espacio. El poeta Eliazar Velázquez nos comenta. "Es normal. Un gobierno tan policiaco ha jodido mucho a la barriada, en una sociedad tan clasista como la nuestra, con un sentido de la queretanidad, del criollismo de abolengo, es la primera vez que la banda tiene un espacio para expresarse, así, todos juntos, sin que les caiga la repre".

Como a las 10 horas llega la primera noticia del esperado convoy y se esparce por los altavoces: "les pedimos calma. Nos informan que la caravana sufrió un accidente. Pensamos que no involucra a nadie de la comitiva, pero la policía cerró la autopista y se van a retrasar. Les pedimos que esperen". Al principio la gente no sabe qué creer. Primero chifla y grita, "yaa, no inventen". Nadie se mueve. Quien informa desde la tarima repite. Parece no saber si subirle un poco a su información o minimizarla. Cauteloso, informa que quizá hay algunos lesionados, pero que están bien, que el autobús de los zapatistas está bien, aunque también fue alcanzado por el choque. Comienza a removerse la multitud. La ola de inquietud les cambia el gesto, en los ojos asoman brillos extraños. Comienza a circular el rumor, entre algunos corrillos, de que el propio Marcos está lesionado pero que los organizadores no lo quieren decir. Las filas en los teléfonos son enormes. Algunos empiezan a retirarse. Las vallas que esperaban se deshacen. La mañana se torna en espera ansiosa, pero la gente lo asume bien y se sienta en los canteros, platica, comparte la poca información que circula. Desde el templete, los grupos musicales continúan la serie de canciones que desde temprano se vierten sobre la gente. Los eskateros bromean, se tiran al piso a descansar. Corren las esp ezln-queretaro eculaciones sobre el accidente.

Los organizadores del evento piden calma entre canción y canción. Uno de ellos dice: "Compañeros, no se vayan. Debemos resistir. Hay que demostrarle al gobernador fascista de nuestra entidad que sabemos resistir, y hoy más que nunca le tiene que quedar claro que ya no nos vamos a dejar". La gente responde con aplausos y más consignas.

Llega información nueva del convoy. La caravana avanza hacia la capital del estado. Hay algunos lesionados, pero al momento no se tenía mayor información sobre su estado, sólo que la comandancia estaba bien y que pronto llegaría al Jardín Cenea.

La gente se relaja. Comienzan a formarse de nuevo las vallas. el jardín y la plazuela aledaña, los portales y las calles comienzan a llenarse.

Varios cantores y músicos queretanos pasan del huapango arribeño al blues y a los corridos como aquel de José de Molina, El corrido de Jaramillo. Canta Luis Castañeda: Este corrido señores/ se puede cantar gritando/ pero mejor que cantarlo/ hay que vengarlo luchando. Después hace su versión de canciones de Alfredo Zitarrosa. La música no cesa. En vivo y grabada. El grupo Los hijos de la tierra canta al ritmo de tambores.

Conforme se acerca el momento, las consignas se multiplican. Un grito se repite: libertad a los presos políticos. La impugnación del gobernador Ignacio Loyola crece. Alguien grita: "un saludo para Loyola" y la respuesta de la multitud es inmediata: "fi-fi-fi-fi-fii".

Un señor como de unos cuarenta años comenta con un grupo de amigos: "es que Loyola está provocando una expresión ciudadana que no se habría dado con tanta claridad si no hubiera sido tan torpe. Incluso la gente que no se mete en grillas lo está cuestionando".

Al anunciarse que la caravana está por arribar a las inmediaciones de la plaza, otra nueva consigna comienza a repetirse en diferentes rincones: "Aguas, panistas, ai' vienen los zapatistas" y "Querétaro no es panista, Querétaro es zapatista".

Por los altoparlantes se escucha la grabación de un grupo suizo de chavalas roqueras y squaters, las Wemean, que dicen: "que no se pierdan nuestros hijos, nuestras hijas, que no se pierdan...tenemos que curar nuestra vida, tenemos que curar toda nuestra vida" Y luego es Hechos contra el Decoro que desde su voz grabada cantan: "Vienen bajando del monte para abrazar la ciudad, pa' conquistar la memoria, te van a convocar".

Al momento en que la caravana se enfila por la calle que dejará a los delegados zapatistas en manos de la gente, el lleno es total. Es el momento en que un representante de Fuerza Hormiga Ñahñú, sin duda la organización indígena con más trabajo continuado en la entidad, sube al templete y dirige unas palabras a la nutrida concurrencia, escoltado por varias ancianas de faldas blancas y blusas lilas que inician la purificación del jardín y de la concurrencia con copal y tambores: "La presencia de todos ustedes aquí pone de manifiesto que las declaraciones de algunos funcionarios del gobierno no corresponden a lo que piensa el pueblo de Querétaro, así que bien podemos decir: comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, sea bienvenida".

Son ellos quienes reciben a los delegados enviando un saludo a los presos políticos desde la comunidad de Santiago Mexquititlán y Nueva Realidad diciendo: "Sabemos de la importancia que tienen sus pasos en la lucha por los derechos indígenas y la autonomía de nuestros pueblos. A pesar de todas las amenazas y las órdenes de aprehensión que pesan sobre nosotros, estas no nos importan para estar con ustedes. Gracias por visitar Querétaro. Nuestras raíces siguen vivas".

Después hizo entrega de una bandera nacional al subcomandante Marcos, quien la tomó y la izó. Esa sería la única bandera nacional presente en el jardín Cenea. Sólo había una más ondeando oficialmente: era la bandera de Bancomer.