domingo Ť 4 Ť marzo Ť 2001
Guillermo Almeyra
La fobia de los fílicos
Una vez más, a las protestas y argumentos de quienes sostienen que el libre mercado no es una varita mágica que soluciona todos los problemas del mundo y, por el contrario, fomenta las desigualdades sociales y multiplica no los planes sino la pobreza, se les opuso el contundente argumento de las macanas policiales. Las mismas fueron utilizadas con una violencia que no tiene relación alguna con el número de cabezas contestatarias, pero sí la tiene, en cambio, con las fobias y con el miedo de los mandantes de la represión en Seattle, Washington, Davos, Seúl, Niza, Cancún y con el deseo de dar "una lección ejemplar" a quienes piensan ya en Buenos Aires o Montreal, o a quienes -en México y en todos los demás países- esperan obstaculizar los planes para evitar que lo hundan, de quienes viajan en la primera clase de nuestro barco planetario y pagan a los timoneles ciegos e irresponsables.
La principal manifestación contra el neoliberalismo como doctrina y contra la política y la práctica del capital financiero la están haciendo en México los indígenas chiapanecos, así como la hacen sus hermanos ecuatorianos o los del Movimiento de los Sin Tierra, en Brasil, y quienes en Argentina organizan -llamando a participar en ella a todas las centrales sindicales del Cono Sur- una huelga general de 48 horas contra esa extensión agravada del TLCNA que será el ALCA. Los chiapanecos y el EZLN en una palabra le "robaron prensa" a los protestatarios de Cancún. Precisamente por eso fue posible golpear a estos con saña y en frío, sin motivo real alguno para que otros así aprendan -literalmente- en cabeza ajena, pero pagando el menor precio político posible en escala internacional, porque la supuesta "tolerancia" ante la marcha indígena en buena medida podía ser presentada por los medios como contrapeso a los "excesos deplorables" de una policía "municipal" que habría actuado -šusted sabe!- por exceso de celo que "uno" -špor Dios!- no siempre puede prever ni controlar.
ƑPor qué no se discutió con unos pocos centenares de adolescentes llenos de fervor cívico y de buena voluntad? Porque lo que se juega no está en discusión y porque la discusión misma -es decir, la democracia- son obstáculos a la libre y secreta decisión de los problemas por el puñado de grandes empresas que tienen el timón del vapor. ƑPor qué no se discute con las poblaciones de México y de toda América Central el Plan Puebla-Panamá que nadie conoce en sus detalles, pero que sus propios patrocinadores dicen que es tan importante que de él dependerá no sólo el destino del problema chiapaneco sino el futuro mismo de toda la región itsmeña? ƑSi se marcha aceleradamente hacia la firma del ALCA -o sea, hacia la extensión del área de libre comercio que amenaza acabar con el Mercosur y el Pacto Andino, o sea, con los intentos de integración regional fuera de la influencia de Estados Unidos- para someter a todos los países latinoamericanos a la condición de South South Texas, por qué no se discute este problema en cada país, en la prensa, en los Parlamentos, en la opinión pública obligando a los medios televisivos a dedicar a esta tarea espacios plurales? ƑEl decisionismo empresarial es acaso sinónimo de democracia? ƑEl secreto y la desinformación forma acaso ciudadanos?
Es evidente que los que tienen el poder de "gobernancia" y sus ejecutores actúan en las tinieblas, como malhechores y no pueden ventilar sus decisiones ante la opinión pública, a la que tratan de arrastrar a ciegas, y con la política de los hechos consumados. Si se sabe perfectamente que se está destruyendo el equilibrio ambiental, provocando grandes desastres -sequías, inundaciones, más ciclones- y agravando la pobreza, la aparición de enfermedades endémicas, el desempleo estructural, la extensión de la delincuencia, del racismo, es lógico que quienes aplican dichas políticas no amen mucho ni la discusión ni la publicidad y se refugien en el secreto y detrás de los perros y armas de sus policías.
Hay que decirlo claramente: el neoliberalismo es incompatible con la democracia. El dominio del mercado mundial por 200 grandes empresas es la mayor concentración oligopólica en la historia humana. Las oligarquías gobiernan las llamadas "democracias" y actúan violando diariamente la ley (ƑBush no bombardeó Irak desde México y por sus pistolas o, mejor dicho, aviones?). Impera el peor racismo, el que considera a los pueblos peligrosos, indignos de confianza, incapaces de razón y decide por ellos, supuestamente incluso "por el bien de ellos", como el Padrecito Zar o el Padrecito Stalin. Esa verdad desnuda sí es obscena, no las pocas nalgas de unos jóvenes mostradas burlonamente en playas, por otra parte, llenas de exhibicionistas maduras...