Ť La noticia, broche de oro para reunión en España sobre derechos humanos: Estela Barnes
Inminente, la derogación de leyes de obediencia debida y punto final, asegura escritor argentino
Ť La anulación de esas legislaciones, consumación de un sueño: abogado Carlos Slepoy
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 3 de marzo. Horacio Verbitsky, escritor y periodista argentino, aseguró aquí que "era inminente la derogación de la ley de obediencia debida en Argentina", en su po-nencia en el Primer Congreso Internacional sobre los Derechos Humanos y el Principio de Justicia Universal que este sábado concluyó en esta capital.
El silencio, primero, y los aplausos, después, irrumpieron de lleno en el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
Estela Barnes de Carloto, presidenta de la organización no gubernamental Abuelas de la Plaza de Mayo, dijo a La Jornada que "esta noticia ha sido como un broche de oro para estos tres días de debate, pues el anuncio de que en Argentina van a caer esas leyes infames de punto final y de obediencia debida significa que haya la posibilidad de justicia plena en el futuro".
Carlos Slepoy, abogado de la acusación popular en los procesos abiertos contra las juntas militares en la Audiencia Nacional de España, explicó: "Creemos que en estos días efectivamente se puede llegar a producir la anulación de la ley de obediencia debida, un sueño por el que se ha luchado durante mu-chos años desde distintos lugares".
Agregó que "el mérito principal de eso se debe naturalmente a la lucha del pueblo ar-gentino, pero también a la solidaridad internacional expresada de muy diversas formas, entre otras a través de los procesos ju-diciales que han suplido la falta de persecución existente en Argentina y que han mostrado finalmente el camino".
El jurista apuntó que los defensores de la verdad están profundamente emocionados al ver que empieza a hacerse justicia de modo muy efectivo "en relación con tantas víctimas del genocidio".
Democracia, con ley y justicia
Eduardo Freiler, fiscal federal de la república argentina y profesor de derecho penal de la Universidad de Buenos Aires, dijo: "Qui-zá sea una buena oportunidad para que el es-tado de derecho vaya acompañando a un proceso querido y deseado por toda la so-ciedad, vivir en un estado democrático.
Ojalá, continuó, "hayan pasado los mo-mentos políticos que han hecho pensar a las autoridades que estas leyes eran necesarias para la convivencia o la pacificación, según diferentes adjetivos que se le daban. Quiera Dios que sea el momento en que se pueda seguir fortaleciendo esta construcción de-mocrática con base en la ley y la justicia".
En este sentido refrendó que los genocidios deben ser juzgados por los tribunales de los países donde se cometieron esas fechorías, "pero ante la imposibilidad de que así suceda yo creo que es conveniente que se haga lugar a los principios de justicia universal".
Freiler señaló que las iniciativas para nu-lificar o declarar inconstitucionales las le-yes de obediencia debida y de punto final se llevarán un largo proceso porque seguramente habrá apelaciones que llegarán hasta la Corte Suprema argentina.
"Hay que señalar que es necesario que estas leyes sean declaradas inconstitucionales por todos los jueces que tienen una causa particular sobre estos hechos, pues en Argentina no hay un Tribunal Constitucional como existen, por ejemplo, en España, lo que significa que el control de la constitucionalidad lo hacen todos los jueces".
Por lo tanto "si sólo hay el pronunciamiento de un juez en una causa no alcanza en el resto", advirtió el fiscal.