LUNES Ť 5 Ť MARZO Ť 2001
Ť Fue clausurado el tercer Congreso Nacional Indígena
Nos reunió el dolor y la esperanza, pero ya no vamos solos, dice Marcos
ROSA ROJAS Y MATILDE PEREZ ENVIADAS
Nurio, Mich., 4 de marzo. En esta tierra purépecha ''nos reunió el dolor y la esperanza, y el dolor y la esperanza nos hará caminar de nuevo, como ayer, como siempre, pero ahora no vamos solos, ni solos de nosotros ni solos de los otros, señaló el subcomandante Marcos en la ceremonia de clausura del tercer Congreso Nacional Indígena, en el que -según él mismo dijo- participaron representantes de 40 pueblos, de los 57 que andan los caminos del país.
''Ahora marcharemos de nuevo, pero los otros días que nos llevarán a la tierra que se crece para arriba, a la que hace leyes, temblará con todos los indígenas que somos. Si el dolor nos unió, si nos une la esperanza, nada tendrá sentido si no nos une el mañana'', agregó.
En su discurso, Marcos manifestó:
''La historia que nos congregó estos días no es nueva, los agravios que nos convocan no son nuevos; no es nueva nuestra lucha ni dolores ni combates tienen tiempo ni dueño. En ellos nacimos y son de todos, el dolor nos une y nos hace uno aunque muchos somos, estos dolores somos.
''Hermano, hermana amuzgo, se burlan de nuestro vestido, de nuestras costumbres, de nuestra cultura, de todo lo que nos hace ser nosotros a nosotros, convierten la identidad en una vergüenza.
''Hermano, hermana cora, persiguen nuestra historia persiguiéndonos a nosotros, muchos tiempos perseguidos. Indígenas somos para que el perseguidor tenga sentido''.
Y así continuó, mencionando a cada uno de los pueblos indios del país y refiriéndose en cada párrafo, como en una salmodia, a la miseria, a la insalubridad, a la falta de servicios, al éxodo de los migrantes por falta de trabajo, a la explotación a la represión... La memoria, afirmó, ''es un delito hoy, nosotros somos memoria. Somos indígenas, somos delincuentes mientras sangre llena cárceles y cementerios esta es la sentencia: prisión y tumba para la memoria.
El subcomandante agregó:
''Si sufrimos injusticia y protestamos somos reprimidos; si exigimos nuestros derechos somos reprimidos; si hablamos somos reprimidos; si nos organizamos somos reprimidos; si resistimos somos reprimidos. Siempre la represión es la respuesta que recibimos. Nunca recibimos el oído atento, la palabra sincera, la generosidad hermana, siempre la amenaza, la cárcel, la muerte.
''Somos un objeto de decoración, un adorno y objeto olvidado en la esquina de la sociedad. Somos un cuadro, una foto, un tejido, una artesanía, nunca un ser humano. No nos quieren dar más espacio que el del museo de las cosas antiguas y pasadas. De las que quedaron atrás en un ayer ya muy lejano.
''La justicia para nosotros o es broma cruel y descarada o panteón o rejas o desaparición. El ser indígena es un delito penal que no está escrito en ningún código, pero está en todas las cabezas de policías y jueces.
''Nos roban nuestras tierras y el poderoso esconde su robo detrás de leyes hechas para servirles a ellos y para perjudicarnos a nosotros; por gracia de la ley del poderoso convierten en delito nuestra vida y nuestra historia. La política económica del poderoso nos obliga a abandonar nuestras tierras y a emigrar a Estados Unidos, además de dejar atrás a nuestra historia, familia, casa, nuestra tierra, nuestras amistades, nuestro pueblo. Debemos enfrentar el racismo armado de la policía fronteriza y de los rancheros fascistas. La muerte nos obliga a dejar nuestra tierra y al irnos debemos enfrentar la muerte''.
Indicó que hoy quieren poner de moda a los indígenas: ''Nos quieren hacer espectáculo, noticia pasajera, momentáneos, instantáneos, fugaces, desechables, prescindibles, olvidables. ƑCuándo ha sido moda la historia? ƑCuándo ha estado en venta la memoria? ƑCuándo el pasado es momentáneo? ƑCuándo la sabiduría es soluble e instantánea? ƑCuándo la firmeza es fugaz? ƑCuándo son desechables los cimientos? ƑCuándo se prescinde del mañana?'', preguntó.
Doña Angela Chávez, indígena nahua representante de bienes comunales de San Francisco, Distrito Federal, subrayó al hacer la declaratoria de clausura: ''Aquellos que afirman que nuestro Congreso Nacional Indígena no tiene representación nacional, simplemente están equivocados. Al hablarnos entre nosotros y al hablarle a toda la sociedad desde este congreso, esperamos que nos escuchen. Que una vez más no dejen en el olvido nuestros sueños y aspiraciones. Que ya basta del olvido y del silencio a nuestros pueblos''.
Ahora la misión es, agregó Chávez, trabajar juntos el reconocimiento constitucional de la iniciativa de la Cocopa, llevar a cabo ''en el terreno de los hechos la autonomía y reconstitución de los pueblos indios y para ello deberán bajar la información hacia todos nuestros hermanos''.
En el congreso, dijo, ''hemos encontrado nuevos caminos, nuevos rumbos para seguir viviendo como pueblos. Llevamos por ello un mensaje de aliento a todos. Un mensaje de unidad y respeto para todas las organizaciones y pueblos, a pesar de la enorme diversidad y pluralidad que nos caracteriza. Esperamos finalmente que nuestras palabras se reflejen en hechos, porque sólo así podemos ser pueblos enteros y libres''.
Durante el festival artístico de la clausura, la lideresa de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Blanca Chancoso, hizo entrega a la comandancia zapatista de la bandera del movimiento indígena ecuatoriano y expresó que los indígenas de todo el mundo sufren la misma situación de desconocimiento de sus derechos.
Luego, se dio lectura a la Declaración por el Reconocimiento Constitucional de los Derechos Indios, y la comandanta Yolanda invitó a los asistentes a organizarse mejor y a luchar juntos para lograr la aprobación de la iniciativa de la Cocopa.
Por su parte, el comandante Tacho manifestó que la autonomía significa reconocer que podemos organizarnos y tomar decisiones como cualquier mexicano digno. Finalmente, el comandante David expresó que la participación de los representantes indígenas en este congreso es una garantía para conseguir los derechos de los pueblos. No hay que permitir, enfatizó, que los pueblos indígenas se fraccionen por cuestiones políticas, ideológicas, religiosas o culturales.