LUNES Ť 5 Ť MARZO Ť 2001

Ť Comentaron El traje que vestí mañana en la Feria Internacional del Libro de Minería

La poesía de Bañuelos, contagiada por el momento social presente

Ť El volumen, que reúne su obra escrita hasta el momento, pretende abundar en la memoria colectiva de los pueblos indio y mestizo Ť Al lado de la sensación de rabia, el motivo amoroso: Escalante

ARTURO JIMENEZ

El poeta chiapaneco Juan Bañuelos respondió ayer a la afirmación del presidente Vicente Fox, hecha el sábado pasado, acerca de que los zapatistas tendrán que negociar las propuestas de la Cocopa y los acuerdos de San Andrés, y "con respeto" sostuvo: "La injusticia de 500 años no se negocia, se cumple, por elemental vergüenza".

Antes, Bañuelos se había disculpado por traer a cuento un tema político en una reunión convocada para la poesía, pero planteó que ésta se encuentra "traspasada y transfigurada" por el momento social presente.

Ayer, en el último día de la 22 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Bañuelos presentó su libro El traje que vestí mañana (Plaza y Janés), el cual reúne su obra poética escrita hasta ahora.

En ella participaron los escritores Evodio Escalante, Marco Antonio Campos, Mónica Mansour y Myriam Moscona, quien no habló pero llevó un breve video de excelente factura sobre el poeta chiapaneco.

En la pantalla el mismo Bañuelos recuerda su relación con poetas como Rosario Castellanos y Jaime Sabines, así como su salida de Chiapas a los 20 años y el regreso para rencontrar sus raíces tras la aparición del EZLN en 1994. O también, su experiencia personal y poética durante la masacre de estudiantes en 1968.

Los escritores y el cambio

De sus cuatro presentadores, el poeta dijo ayer: "Su pensamiento y su palabra es también, hoy, signo del cambio que se está dando en nuestro país. Antes los escritores nos peleábamos unos a los otros. Hoy estamos entendiendo ya lo que significa ser solidario".

Los poemas de El traje que vestí mañana, señaló, pretenden abundar en "el libro de la memoria colectiva de nuestros pueblos originales y mestizos" y ambiciona asistir "al nacimiento de la palabra nueva".

De vuelta al presente político, indicó que esta obra reunida suya también busca unirse a la banuelos-libro-presentacion "gran marcha de la dignidad indígena que estamos viviendo históricamente".

Y si se puede, agregó, también quiere "ensanchar el umbral" de los derechos humanos de esos pueblos "por el sufrimiento de siglos que ilustra una colectividad perseguida, humillada, y cuyo lamento, al fin, se ha transformado en un grito nacional: šBasta, basta!"

Bañuelos reiteró lo dicho el pasado 12 de febrero en el Palacio de Bellas Artes, cuando Elena Poniatowska, Juan Gelman, Carlos Montemayor y decenas de asistentes convirtieron en homenaje la primera presentación de El traje que vestí mañana:

Que las regalías obtenidas por la venta del libro pasarán a una cuenta a nombre de las comunidades indígenas, "para que ellos generen sus propios proyectos de salud, de siembra, de educación, sin ninguna clase de paternalismos. Que sean ellos lo que siempre debió ser: sujetos de su propia historia".

Para finalizar su intervención Bañuelos obsequió su poesía y recordó al público que "nunca han partido nuestros muertos", pues todavía "se les oye en la leña que arde".

El de temple airado

Evodio Escalante comentó que una recopilación como esta permite recuperar lo fragmentado y otorga unidad a lo conocido de manera separada.

"Permanece Juan idénticamente igual a sí mismo. Permanece su temple airado, su nervio solidario que se revuelve contra las injusticias de este mundo y que busca siempre a los ofendidos y humillados de esta tierra para fundir con ellos su esperanza, su respiración y su voz".

Al lado del poema social y de la sensación de rabia que ya estaba también en Efraín Huerta, señaló Escalante, Bañuelos tiene también los poemas de tipo amoroso.

En tanto, Marco Antonio Campos expresó su sorpresa de que aun con el paso de los años se sostenga el "temple airado" de Juan Bañuelos, "cuando el siglo XX será recordado como el siglo de la vergüenza".

Ubicó Campos: "Hay poetas que cantan el goce y la realización, como Manuel M. Flores, Pellicer, Sabines. Hay otros que se quedan en la pureza y el incendio del deseo, como López Velarde. Hay otros donde se reúne el goce y la desdicha, como en Othón, Efraín Huerta y Lizalde.

"Hay también la poesía de los grandes desdichados, como Ignacio Rodríguez Galván, Manuel Acuña. Juan está, en esa clasificación, junto a Efraín y Lizalde. Es también un poeta del goce, pero también a cantado las desdichas y las tristezas del amor". Y Campos mencionó luego otros temas en la poesía de Bañuelos: la vejez.

Y tras mencionar algunas diferencias con él, dijo: "Juan ha sido íntegramente fiel a la poesía, a su pensamiento político, y eso nadie puede reprochárselo. La coherencia, para decirlo con Valéry, ha sido su fuerte".

Mónica Mansour dijo que Juan se ha dedicado a andar y las palabras han sido su transporte. "Llama a las cosas por su nombre y nombra a las cosas para habitarlas". Bañuelos, agregó, ha caminado por los claroscuros de la poesía, la historia, la mitología y Chiapas, para luego rescribirlos.

Marcos y los comandantes zapatistas, continuó, también recorren en estos días algunos de estos territorios. "Los hombres sin rostro comen luz", citó de uno de los poemas de Bañuelos.

Y concluyó: "Celebremos a Juan su integridad y su coherencia, su furia y su duelo, sus nostalgias y amores, sus palabras y su música. Celebremos el traje tan especial que Juan seguirá vistiendo ayer, hoy y también pasado mañana".