LUNES Ť 5 Ť MARZO Ť 2001
Inútil esfuerzo de la UNESCO para disuadir al régimen talibán
El fin de los Budas de Bamiyán
AGENCIAS
Kabul, 4 de marzo. Los soldados talibanes comenzaron a utilizar armas antiaéreas desde el jueves pasado para destruir dos estatuas de Buda localizadas en la provincia de Bamiyán --en el centro de Afganistán--, informaron hoy testigos. El gobierno reiteró que no dará marcha atrás en su decisión de hacer desaparecer todas las estatuas preislámicas del país, con lo que fracasó el intento del enviado especial de la UNESCO, Pierre Lafrance, para disuadir al régimen afgano.
El ministro talibán de Relaciones Exteriores, Wakil Ahmed Mutawakel, indicó que no existen posibilidades "de cambiar nuestra decisión y detener la demolición de esas estatuas", después de reunirse con Lafrance en la sureña ciudad de Kandahar, bastión general de la milicia islámica de los talibanes.
El diplomático francés tenía la intención de entrevistarse ahí con el líder máximo de los talibanes, mulá Mohamed Omar, quien el lunes pasado ordenó la destrucción de todas las figuras preislámicas alegando que "sólo Alá todopoderoso debe ser venerado y esas estatuas deben de ser destruidas para que no sean adoradas ni ahora ni en el futuro". El decreto comenzó a cumplirse el jueves, en medio de las protestas de la comunidad internacional.
Previo al encuentro con Lafrance, el canciller talibán declaró que la orden de derribar los Budas de Bamiyán, construidos hace más de mil 500 años, "será ejecutada" y sentenció que "es un asunto interno de Afganistán". El ministro agregó que la visita de Lafrance, ex embajador de Francia en Irán y Pakistán, le da a los talibanes la oportunidad de explicarle la situación "y que no queremos desafiar al mundo".
Lafrance entregó al canciller talibán un mensaje del secretario general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, solicitándole que suspenda las demoliciones. En los últimos días Matsuura realizó una serie de consultas con Pakistán, que ayuda y financia a los talibanes, Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos, que son las tres únicas naciones que reconocen al gobierno talibán.
El sábado Lafrance se declaró confiado en poder salvar las estatuas de 36 y 55 metros de altura después de un encuentro con el embajador talibán en Pakistán, Abduk-Salam Saeef, quien aseguró que la destrucción de los Budas de Bamiyán no había comenzado todavía.
Tanto Mutawakel como el ministro de Información y Cultura, Qudratullah Jamal, desmintieron las versiones del embajador Saeef argumentando que estaba mal informado.
Jamal indicó que la demolición de los Budas gigantes --declarados Patrimonio de la Humanidad-- "continuaba", pero aclaró que tomaría tiempo ya que son "macizos". Agregó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) "debe pedirle a Rabbani que proteja a los Budas porque es a él a quien reconocen".
El funcionario se refería al gobierno del presidente Burhanuddin Rabbani, derrocado en 1996 por la milicia talibán, pero que aún es reconocido por el organismo internacional.
Residentes de la ciudad de Bamiyán, donde se encuentran las dos enormes estatuas de Buda talladas en un acantilado, declararon que las milicias talibanes dispararon armas antiaéreas contra las estatuas. Safdar Alí, residente de Bamiyán, narró en Kabul que "eso fue hace tres días. Los soldados no nos dejaron acercar mucho, así que no pude ver en qué medida fueron destruidas. Nos fuimos del lugar".
La versión acerca del inicio de la demolición de las históricas estatuas gigantes no ha podido ser confirmada en forma independiente, ya que los talibanes prohibieron el acceso de los periodistas a la zona. Expertos señalan que el arte budista de Afganistán es la síntesis del encuentro del arte oriental con el occidental aportado desde Grecia por Alejandro Magno, que en el caso de los Budas de Bamiyán se manifiesta por las largas túnicas que portan al estilo griego, únicas en en el mundo. El budismo floreció en Afganistán hasta antes de la invasión de los musulmanes.
Desde el jueves han sido destruidas numerosas estatuas de diferentes tamaños en todo el país, de acuerdo con declaraciones hechas ayer por Jamal. Los talibanes, musulmanes estrictos, controlan 95 por ciento de Afganistán.
Desde el anuncio del mulá la comunidad internacional manifestó su condena por la destrucción de las esculturas. Al respecto, el canciller afgano subrayó que el régimen talibán no está contra la cultura, "pero no creemos en esas cosas. Son contrarias al islamismo".
Este domingo, los ministros de Medio Ambiente del Grupo de los Ocho condenaron el edicto talibán y llamaron "enérgicamente al liderazgo talibán a que no aplique esa decisión trágica... la rica herencia cultural de Afganistán es de vital importancia, no sólo para el pueblo afgano, sino para el mundo entero".
El Dalai Lama, una de las figuras budistas más respetadas del mundo, se declaró preocupado por la destrucción de los Budas de Bamiyán, ya que "tienen importancia histórica no sólo para el pueblo afgano, sino para el mundo entero".
La cancillería griega anunció que Atenas está interesada en comprar obras de arte características del periodo helénico amenazadas por los talibanes. El embajador griego en Pakistán, Dimitris Loundras, declaró que la acción de los talibanes es en represalia a las sanciones impuestas por la Organización de Naciones Unidas "y para decir: nos han impuesto sanciones y no podemos hacer nuestro trabajo, entonces destruimos lo que le interesa al mundo".
Hace unos meses la ONU impuso las sanciones para presionar a los talibanes a entregar al multimillonario saudita Osama Bin Laden, señalado por Estados Unidos como el dirigente de una organización terrorista internacional.