MIÉRCOLES Ť 7 Ť MARZO Ť 2001
Ť Quiere verlo campeón
A González le falta disciplina: Mateos
JORGE SEPULVEDA MARIN
El mánager Aquileo Mateos, quien ha trabajado al lado de Miguel Angel González en los últimos 15 años, asegura que al regreso del púgil platicará para ponerse a sus órdenes y convertirse en su entrenador, "pues lo que le puede recomendar cualquier otro preparador yo se lo puedo decir, porque al igual que él, yo también tengo confianza en verlo como campeón del mundo otra vez".
En el gimnasio Nuevo Jordán, Mateos estima que le hizo falta preparación al boxeador capitalino, quien sucumbió el pasado sábado en Las Vegas ante el tamaulipeco Manuel Gómez, en la división de los super welters.
"Creo que en general a Miguel Angel le falta disciplina. Se confió en que Gómez no es un púgil de primera línea y dejó a la desidia y poca preparación su futuro.
"Aunque también te puedo decir que tiene la energía y el boxeo necesarios para seguir adelante, como lo ha dicho, y no sería nada raro verlo regresar al cuadrilátero con fuerza y coronarse monarca del mundo", agrega el mánager.
Acepta que los meses sin pelear definitivamente lo perjudicaron, ya que pese a sus 30 años de edad y 15 en el pugilismo es difícil regresar al cuadrilátero y obtener una victoria.
Por eso, indica, ahora deberá meterse de lleno al gimnasio, si no quiere seguir obteniendo derrotas, que lo único que le van a dejar es ser considerado del montón.
Desde su punto de vista, González llegó a una etapa del boxeo en la que cree que ya lo sabe todo y que prácticamente ya no puede aprender más.
Y tiene razón, abunda, por eso lo que requiere es trabajar como lo hacía en sus inicios, con el "ABC" de esta disciplina, pero con la idea quizás ni siquiera de mejorar, sino simplemente ser el que fue antes y demostrarlo sobre el cuadrilátero.
Argumenta que las hijas de Miguel Angel, Alejandra y Fernanda, así como su esposa Ivette, son sus principales motivos para regresar al camino del triunfo y en ellas deberá pensar.
De otra forma, no habrá nadie que lo haga reflexionar la suficiente para calzarse los guantes e imaginarse como monarca, único antídoto contra el fastidio que a veces le ocasiona el boxeo después de tanto tiempo de vivir de los golpes, puntualiza.