Ť Provocadores lanzaron objetos al paso de los autobuses donde viajaban los comandantes

Hostigamiento y tensión dificultaron el arribo de la caravana zapatista a Cuautla

Ť Recorridos inútiles y obstaculización del convoy por parte de la Policía Judicial del estado de Morelos Ť Pese a todo, ''caminaremos la ruta de Zapata'', dice Marcos

JAIME AVILES ENVIADO

De Tepoztlan a Cuautla, Mor., 7 de marzo. A la efusiva recepción que el pueblo de Cuautla ofreció hoy a la caravana zapatista, el presidente municipal, el priísta Neftalí Tajonar, agregó una serie de condimentos indeseables. Provocadores sembrados a lo largo de la avenida Reforma lanzaron objetos y cáscaras en contra del camión en que viajan los delegados del EZLN. Voces aisladas les gritaron ''payasos'', y por aquí y por allá había carteles que decían lo mismo: ''Payasos, los verdaderos zapatistas somos nosotros''.

Cuando el convoy llegó procedente de Iguala, patrullas de la policía judicial de Morelos lo condujeron hacia el centro de la ciudad, y lo llevaron a dar la vuelta en torno a la plaza de armas, no obstante que el mitin donde hablarían los comandantes y el subcomandante sería en un predio llamado Centro Ferial, en la periferia de la mancha urbana, y al que era más fácil llegar desde la carretera a Cuernavaca, sobre la cual venía la columna de autobuses y camionetas.

De esta forma, Tajonar engañó tanto a los caravaneros como a buena parte de la población local, haciéndolos creer que el acto se efectuaría frente al palacio de gobierno, edificio que estaba, pasmosamente, rodeado de granaderos con toletes y escudos antimotines. Para colmo, durante el peregrinaje, patrullas del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) del gobierno del estado mantuvieron una actitud hostil contra los vehículos de la prensa extranjera.

Campaña de linchamiento xenofóbico

Mientras tanto, en diversas radiodifusoras de alcance nacional, hoy cobró proporciones alarmantes la campaña de linchamiento xenofóbico desatada en contra de los pacifistas italianos, miembros de la Asociación Ya Basta, que escoltan durante los traslados y rodean durante los actos públicos a los delegados rebeldes.

A raíz del caos provocado por el alcalde Neftalí Tajonar, con la colaboración de instancias del gobierno morelense, como la Goes y la Policía Judicial del Estado (PJE), los organizadores de la marcha decidieron posponer para mañana (hoy) los actos que estaban previstos en Anenecuilco y Chinameca, las pequeñas localidades donde nació y fue asesinado el general Emiliano Zapata.

Diego Zapata, último hijo legalmente reconocido por el jefe del Ejército Libertador del Sur, hizo saber este día, por diversos conductos, que mañana (hoy) impedirá la visita del subcomandante Marcos y de los 23 comandantes que lo acompañan, a los santuarios históricos del zapatismo.

En abril de 1979, en una entrevista concedida a este enviado, Nicolás Zapata, primogénito del caudillo, acusó a su hermano Diego de "traidor" y "vendido" al servicio de los asesinos de su padre.

En velada respuesta a tales amenazas, Marcos dijo hoy, al final de su discurso en Cuautla, que los delegados zapatistas "caminarán de nuevo la ruta de Zapata a la ciudad de México" y que "la historia no se repetirá", refiriéndose, claro está, a la ejecución del mítico guerrillero en la hacienda de Chinameca, el 10 de abril de 1919.

Hoy el dispositivo de seguridad que acompaña a la caravana mostró un inquietante relajamiento durante el traslado de los zapatistas de Tepoztlán a Iguala, donde el intenso calor, paradójicamente, provocó que la recepción popular a los insrugentes fuera más bien fría.

Los igualtecos no se animaron a colmar las calles con sus mantas y cartulinas de apoyo, y prefieron concentrarse frente a la explanada del palacio municipal, donde contingentes organizados de la sociedad civil y en menor medida del Partido de la Revolución Democrática, manifestaron al EZLN el apoyo de distintas poblaciones de la Costa Chica, la Tierra Caliente y la Montaña de Guerrero, tales como San Marcos, Ayotzinapa, Copanatoyac, Chilapa y Alcozauca.

Ley seca

A la una de la tarde, la caravana enfiló de regreso a Morelos, pasó por las afueras de Cuernavaca, y despertó las aclamaciones de diversos grupos sociales que, tal como ha ocurrido a lo largo de las 11 entidades visitadas por los rebeldes en esta agotadora gira, expresaron su adhesión a las demandas de los pueblos indios, sintetizadas en la iniciativa de ley de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), que fue elaborada en noviembre de 1996 con la aprobación del EZLN, a partir de los acuerdos de San Andrés.

Tal como sucedió ayer (martes), los traslados por los caminos de Morelos fueron entorpecidos por patrullas de la Policía Judicial del Estado, que desquiciaron el tráfico en forma aparentemente deliberada. Asimismo, por instruccciones del gobernador del estado, el panista Sergio Estrada Cajigal, todas las escuelas públicas interrumpieron sus actividades por tres días. Pero esta noche, intempestivamente, el alcalde de Cuautla, Neftalí Tajonar, implantó la ley seca.

''Feliz estancia''

Mientras el hostigamiento gubernamental prevalece por la acción de distintas instancias oficiales, la oficina de Estrada Cajigal difundió mensajes televisados en los que ofrece "apoyo" a la caravana del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y le desea que tenga una "feliz estancia" en estas tierras. Para los observadores más avispados, el gobernador panista podría estar tratando de curarse en salud, en caso de que algo suceda a los comandantes en las próximas horas.

Se incorporan intelectuales

El sociólogo francés Yvon Le Bot, autor de la obra Marcos, el sueño zapatista, se incorporó hoy a la caravana del EZLN aceptando una invitación del subcomandante. Ayer, por idénticas razones, se sumó al contingente el periodista Gianni Miná, enviado de la cadena RAI Due, del gobierno de Italia.

Para el próximo viernes está prevista la llegada del narrador catalán Manuel Vázquez Montalbán, autor de la obra Marcos, el señor de los espejos, que ha registrado notable éxito de ventas en la península ibérica.