Ť El número de grupos rebeldes podría ser superior a 20, según informes de la FBI

El EPR y el ERPI, las otras dos organizaciones guerrilleras cuya existencia admite el gobierno

Ť Guerrero es el estado donde operaría la mayor parte de las agrupaciones insurgentes

JUIAN ANTONIO ZUÑIGA M.

Con diferencias ideológicas con el EZLN, los únicos dos grupos guerrilleros cuya existencia es admitida por el gobierno mexicano son el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el cual tuvo su primera aparición pública el 28 de junio de 1996, y el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), considerado como una escisión del primero y que hizo su primera acción pública el 7 de junio de 1998.

En términos oficiales ambos son considerados como grupos de "delincuentes", en tanto que, de igual manera, se ubica a las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) como una separación del EPR, pero su accionar aún se encuentra difuminado en acciones de bajo rango propagandístico en Puebla, el 22 de febrero del año pasado; en la delegación Xochimilco del Distrito Federal el 8 de abril del 2000, y en Morelos a fines de febrero de este año.

Con un número de efectivos estimado extraoficialmente en más de 2 mil, el EPR constituye la organización guerrillera más extendida en el país, aunque no la más numerosa, con un ámbito de influencia que abarca Oaxaca, Guerrero, Puebla, el estado de México, Chiapas y Tabasco; el ERPI ha sido ubicado geográficamente en Guerrero y Oaxaca.

Motivos de la subversión

En una conferencia de prensa "en algún lugar de Oaxaca", el 16 de septiembre de 1996, el comandante Francisco del EPR delineó algunos de los aspectos fundamentales de su accionar. En esa ocasión manifestó: "Nuestro papel es seguir organizando, desde nuestras posiciones políticas, al pueblo mexicano y seguir resistiendo también con autodefensa armada".

Los antecedentes de esta guerrilla fueron ubicados por el entonces subsecretario de Seguridad Pública, Jorge Tello Peón, a fines o principios de la década de los setenta. Ante el despliegue del Ejército Mexicano en sus zonas de influencia, el EPR inició una serie de movimientos tácticos para dispersar a sus elementos y evitar una confrontación de lleno.

En su primer encuentro con la prensa, el EPR informó por medio del comandante Francisco: "Si el Estado incrementa su persecución, tendremos que dispersarnos, porque ?evaluaron? enfrentar al Ejército sería un suicidio social".

Trascendió tiempo después que habría ocurrido una escisión en el seno del EPR por diferencias ideológicas entre sus dirigentes. Así, el 7 de junio de 1988 el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) hizo su aparición pública en Guerrero y por medio de acciones de propaganda armada se definió como "una organización revolucionaria mexicana que lucha por una verdadera democracia y un profundo cambio social".

En marzo de 1999 el subcomandante Marcos dirigió un mensaje a las comandancias del ERPI, del EPR y "de las distintas organizaciones político militares revolucionarias de México", para solicitarles respetuosamente que tomaran las medidas pertinentes y adecuadas para que los delegados zapatistas que preparaban la Consulta por el Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos Indios y por el Fin de la Guerra de Exterminio pudieran desempeñar su pacífica tarea en los municipios bajo su influencia. Así fue.

Sobre los grupos guerrilleros que operan en México se han dado a conocer diferentes universos, según las fuentes de origen. La FBI de Estados Unidos ha enumerado más de 20, organizaciones de ex guerrilleros los estiman hasta en 30 y en la prensa mexicana han figurado unos 16. 

Entre estos últimos se enlistan los siguientes: Comando Armado Revolucionario del Sur (CARS), Comando de Ajusticiamiento Insurgente (CAI), Ejército de Ajusticiamiento Genaro Vázquez (EAGV), Ejército de Liberación del Sur, Fuerzas Armadas de Liberación para los Pueblos Marginados de Guerrero (FALPMG), Movimiento Popular Revolucionario (MPR), Ejército Popular de Liberación José María Morelos (EPL-JMM). Todos ellos con un ámbito de influencia en Guerrero.

Además se ha mencionado al Comando Clandestino Indígena de Liberación Nacional y al Comando Justiciero 28 de junio-Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres (CCRP), en Oaxaca.

En Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango y Sonora operaría el Ejército Revolucionario Insurgente Popular; y en Oaxaca, Chiapas y Guerrero las Fuerzas Armadas Clandestinas de Liberación Nacional.

Las únicas organizaciones cuya existencia es admitida por el gobierno, además del EZLN, son el EPR y el ERPI.