Fawzi M. Yousif, jefe de la delegación palestina en México
Campaña israelí manipula la historia y distorsiona la realidad
GABRIELA FONSECA
Israel lleva a cabo una campaña para distorsionar
la realidad del problema palestino y "embellecer" al flamante gobierno
de unión nacional del primer ministro derechista, Ariel Sharon,
en la que se busca hacer olvidar que existe una ocupación israelí
de tierras palestinas y "manipulando la historia" por parte del Estado
israelí, señaló el embajador jefe de la Delegación
Especial de Palestina en México, Fawzi M. Yousif. "La prioridad
israelí es la seguridad de sus ciudadanos, mientras que lo que Estados
Unidos busca es la estabilidad en la región. Esto no es lo mismo
que la paz", aseguró Yousif, y agregó que "la paz consiste
en reconocer los derechos del otro".
Afirmó que el gobierno de Sharon "es una declaración
de guerra" para todos los palestinos y árabes, y que fue puramente
cosmética la negociación de un gobierno de unidad nacional
con el Partido Laborista, con la participación de Shimon Peres y
un ministro árabe-israelí, que son medidas con las que Sharon
busca "legitimar sus actos de violencia y barbarie contra nuestro pueblo",
y deslindar sus responsabilidades sobre los mismos. Recordó que
con el pasado de Sharon es prácticamente impensable que un halcón,
que fue artífice de guerras, se desempeñe como un jefe de
gobierno. Las negociaciones con los laboristas y el gobierno de unidad
nacional, dijo, fueron movimientos de "relaciones públicas" con
las que se pretende distraer la opinión pública del hecho
de que Sharon es considerado criminal de guerra por los árabes.
En entrevista con La Jornada señaló que el reciente gobierno de Ehud Barak demostró que laboristas y likudistas no están tan alejados el uno del otro, y que en los últimos años ha habido alternancia en la cabeza del gobierno israelí entre ambos partidos sin que haya avances en el proceso de paz. Sin embargo, persisten las actitudes imperialistas y racistas de uno a otro de estos gobiernos, como son la ampliación de asentamientos judíos, los constantes bloqueos en torno a ciudades palestinas y otras actitudes que, se supone, tienen el fin de "garantizar" la seguridad de los ciudadanos israelíes.
Aseguró que, dentro de su campaña de desinformación, Israel insiste en acusar a los palestinos de mantener la violencia en la región, incumpliendo así acuerdos en los que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se comprometió a contener los enfrentamientos populares y atentados de grupos antisraelíes. Sin embargo, Yousif señala que "desde la creación del Estado de Israel, éste siempre ha violado la Legalidad Internacional y las resoluciones relativas al conflicto, desde la Resolución 181 del 29 de noviembre de 1967 en la que se prevé la creación del Estado de Israel y del Estado palestino. Está también la resolución 194, del 11 de diciembre de 1948, referente al retorno de los refugiados palestinos y que Israel niega pese a que exige el retorno a Israel para todos los judíos, de nacimiento o conversos, del mundo".
Señaló que también existe la resolución 242, del 22 de noviembre de 1967 que no admite la adquisición territorial por la fuerza, además de los acuerdos de Oslo, fundados sobre el principio de "paz por territorios". Todos estos convenios y leyes del derecho internacional han sido incumplidos por Israel, comentó Yousif, que acusa a los palestinos de violar acuerdos de paz al fomentar la continuación de la violencia en lo que definió como "culpar a las víctimas" en un concepto que ya ha sido empleado por numerosos analistas y en el cual se enmarca, por ejemplo, la aseveración de que los palestinos salieron de la región por su propia voluntad y por oponerse a la creación del Estado de Israel, "cuando hasta Menagem Begin admitió que se incurrió en tácticas de terror para hacer huir a los palestinos en su libro La revuelta".
El responsable señaló que entre 1948 y 1949, fueron destruidos 418 poblados palestinos por las fuerzas israelíes, lo que obligó a nueve décimos de la población autóctona palestina a huir de la región en la operación Plan Dalit, en lo que él define como una "limpieza étnica".
Agregó que estos intentos de destruir y socavar al pueblo palestino siguen patentes en la constante humillación de los palestinos, quienes enfrentan constantes controles para trasladarse dentro de sus territorios, además de confiscaciones de tierras, la ampliación de asentamientos judíos en territorios palestinos (40 por ciento de estas colonias, dijo Yourif, está deshabitada y fue edificada sólo para confiscar tierras palestinas), la destrucción de las propiedades y los medios de producción de los palestinos, quienes además dependen de permisos israelíes para trabajar y trasladarse a los empleos, es decir, violando los derechos de los palestinos en todos sentidos y "matando de hambre al pueblo palestino".
Señaló que no sólo son destruidas casas palestinas como parte del plan de confiscación de tierras, sino que también suelen ser arrancados de raíz árboles frutales y olivos, miles de ellos, cuando estorban para la edificación de proyectos habitacionales israelíes, con lo que se destruye el patrimonio de varias generaciones de palestinos que después se ven obligados a pedir empleos temporales en zonas bajo control de Israel.
La justificación para esto, explicó, es garantizar la seguridad del pueblo israelí, pero con el argumento de que "una piedra en la mano de un niño palestino equivale a la violencia, pero no así las ojivas nucleares, las tropas, helicópteros, tanques, el uranio empobrecido y las armas químicas que Israel ha empleado contra el pueblo palestino durante décadas, ni los colonos judíos armados hasta los dientes". De la misma forma, dice el embajador palestino, se omite siempre mencionar que en la actual Intifada, la gran mayoría de los más de 400 muertos como consecuencia de la revuelta que comenzó a fines de septiembre pasado son palestinos, pues sólo unos 60 han sido israelíes, y en su mayoría soldados.
Resaltó que tampoco se habla del hecho de que los miles de palestinos que han resultado heridos de enfrentamientos con los soldados israelíes suelen quedar incapacitados de por vida, y eso debe tomarse en cuenta también como parte de la pérdida humana provocada por el conflicto. "Y después reclaman cuando estalla un coche bomba, cuando este es un acto de alguien desesperado que prefiere morir a seguir en la situación en la que está".
Yousif aseguró que si los enfrentamientos han continuado, ello es resultado de los abusos que el pueblo ha sufrido y a los que no se resignará, pues si por un lado existen grupos antisraelíes que colocan bombas, por el otro está el terrorismo de Estado practicado por Israel. "Esta Intifada es un resultado natural" de la situación, señaló el responsable quien se preguntó si acaso Israel pretende que después el trato que durante décadas han recibido los palestinos, éstos le agradezcan de rodillas su benevolencia.
Señaló también que este no es sólo el sentir de los palestinos, sino que existen judíos que desde Israel y el exterior se oponen a la política contra los palestinos, articulistas, expertos y miembros de grupos pacifistas israelíes, como Judíos por la Justicia, cuyas voces no llegan a escucharse como se debería gracias a la campaña de desinformación y manipulación informativa israelí. Mencionó por ejemplo a la articulista Amira Hass, quien en un artículo justificó la Intifada diciendo que "es perfectamente natural que exista una rebelión cuando 40 mil personas deben someterse durante más de un mes a un estado de sitio total en la ciudad de Hebrón para proteger la vida y el bienestar de 500 judíos".
Yousif aseguró que las reivindicaciones palestinas son unívocas y simples: El Estado palestino que comprenda Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental con unidad territorial (es decir, total libertad de movimiento dentro de estos territorios y corredores que los unan) y un cumplimiento de las resoluciones referentes a Palestina, incluida la de el derecho al regreso de los refugiados, respetando así la legalidad internacional. Aseveró que nada de esto "amenaza la existencia de Israel".