Ť Decepcionaron los mexicanos Michel Jourdain y Adrián Fernández

Da Matta gana el Gran Premio de Monterrey

Ť El campeón defensor Gil de Ferrán fue segundo y el canadiense Paul Tracy, tercero

ABRIL DEL RIO ENVIADA

Monterrey, 11 de marzo. Pintado de verdeamarella fue el debut de la Serie FedEx Cart en México, con la victoria del brasileño Cristiano da Matta, de la escudería Newman Haas, ante más de cien mil almas que atestiguaron la fecha histórica con el concierto de motores, el himno nacional y fuertes estallidos de cohetones en el Parque Fundidora.

Lo de menos era que los mexicanos Michel Jourdain y Adrián Fernández hubiesen terminado en los puestos 17 y 19, de forma respectiva, pues lo importante es que competían, que Adrián, subcampeón de 2000, estrenaba equipo y desde que llegó a esta ciudad había estado repartiendo autógrafos y sonrisas para las fotos.

Al margen de los compromisos del ídolo con sus paisanos, el resto de los competidores, incluso Jourdain, se habían concentrado en la estrategia que demandaba la carrera, en la que tendrían que cubrir 80 vueltas al circuito de 3.5 kilómetros, o circular dos horas; lo que ocurriera primero.

La competencia se hizo un poco tediosa por las tres banderas amarillas de precaución por incidentes, la mayoría de ellos ocasionados por el desprendimiento del asfalto en una de las esquinas.

Pese a ello, el sueco Kenny Brack, quien largó desde la punta, se mantuvo ahí hasta el giro 43, en el que perdió ligeramente el control del auto cuando circulaba por la recta posterior, lo que Da Matta aprovechó para apoderarse de la vanguardia.

Aunque el escocés Darío Franchitti y el neozelandés Scott Dixon ostentaron el liderato, al aprovechar que Da Matta salió a pits, el brasileño se recuperó sin problemas cuando se negociaba la vuelta 60 y se mantuvo hasta el final.

Las multitudes vitoreaban cada paso de Adrián como una ola gigantesca a lo largo del autódromo. Miles de pie en toda la orilla. El mexicano había partido desde el puesto 19, y en el transcurso de la carrera se le llegó a ver entre los diez primeros, incluso en el séptimo, pero sólo fue momentáneo, pues había sido beneficiado por las salidas múltiples de los demás, que al retornar, lo mandaron de vuelta atrás.

Adrián sólo salió una vez, mientras la  mayoría acudieron tres veces a los fosos a cambio de neumáticos o a reabastecerse. El mexicano prefirió arriesgar, lucir artero, para al menos no terminar más allá de los veinte mejores, y el resultado fue que se le terminó el combustible a dos vueltas del final.

Pero antes, Adrián se encargó de bloquear el paso a su compatriota Jourdain, cuando éste intentaba rebasarlo en plena zona de eses.

Pese al resultado, los mexicanos fueron ovacionados como campeones, mientras que el campeón Da Matta se reveló "agradecido con tanta gente atenta al automovilismo, y espero que el año siguiente sea todavía mejor".