MARTES Ť 13 Ť MARZO Ť 2001
Ť Postergar su aprobación pondrá en riesgo programas sociales, dicen economistas
Reforma fiscal o ingobernabilidad: consultoras
Ť Los cambios en el régimen hacendario no bastarán y será necesario recortar el gasto
ANTONIO CASTELLANOS Y DAVID ZUÑIGA
La aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a alimentos y medicinas, así como la eliminación de subsidios, empujará la inflación a 10.5 por ciento en diciembre del presente año, y a 5 por ciento para el cierre de 2002. Pero no aprobar la reforma fiscal provocará ingobernabilidad y llevará el crecimiento de precios a 14 por ciento para fin de año, advirtieron las consultoras Standard and Poor's y Bursamétrica.
El análisis establece que un escenario alterno sería el inercial, que llevará al país a una inflación de 6.5 por ciento a finales del año. Esa situación se basaría en una política monetaria restrictiva y recorte del gasto público, pero sería altamente ''explosiva en el mediano plazo, disparando finalmente la inflación por fuertes desequilibrios macro económicos y sociales''.
David Colmenares Páramo, presidente del Colegio Nacional de Economistas (CNE), urgió al Congreso de la Unión a no entorpecer la aprobación de la reforma que deberá ser gradual para incrementar los ingresos públicos en unos 300 mil millones de pesos durante toda la administración. Postergarla, aseguró, provocará graves problemas de finanzas públicas y podrán en riesgo los programas de carácter social.
El verdadero costo político, recalcó, será no aprobar la reforma fiscal y si esto ocurre, habrá serios problemas, porque el déficit gubernamental será mayor, la deuda pública se incrementará y grandes recursos se desviarán del gasto social en perjuicio de las familias de menores ingresos.
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Claudio X. González, manifestó que aún cuando se apruebe la reforma fiscal que el Ejecutivo presentará al Congreso a finales de este mes, será necesario recortar el gasto gubernamental. Los cambios en el régimen hacendario ''no bastarán para hacer frente a todos los compromisos del país, por lo cual hay que buscar ahorros y reorientar el gasto a las áreas prioritarias'', advirtió.
Colmenares Páramo, dirigente del CNE, afirmó que desde 1998 los ingresos públicos están rezagados por lo menos en tres puntos del PIB, unos 180 mil millones de pesos. Si no se incrementan los recursos no habrá cómo responder a las necesidades de programas sociales como el Progresa o los que se deriven de los Programas de Inversión de Impacto Diferido en el Registro del Gasto Público (Pidiregas) que serán de unos 120 mil millones de pesos.
Dijo que la reforma fiscal deberá eliminar todas las exenciones del IVA y el ISR. En este último caso uno de los objetivos en las empresas sería impulsar la inversión en nuevos proyectos que generen empleos, pero también se deberán eliminar los privilegios de que gozan los grandes empresarios con cargo al citado gravamen, pero que en nada beneficia a la clase trabajadora.
De acuerdo con las proyecciones de las consultoras, un cambio estructural parcial que implica una reforma tributaria gradual mantendría la tasa cero en alimentos frescos, tortilla y leche; fijando una tasa de 6 por ciento en alimentos procesados y medicinas, y llevando a 15 por ciento de IVA a los demás bienes.
También, subrayan los expertos de esas empresas, podría considerase una tasa homogénea de 12 por ciento y tasa cero solamente para alimentos frescos, leche y tortilla. Esta posición ha empezado a manejarse entre los diputados que se han reunido con las autoridades hacendarias, especialmente los que pertenecen al PAN.