Ť El CEN no ha logrado acuerdo sobre el mecanismo para empezar el encuentro
El sector duro del PRI aún se opone a recibir a los zapatistas en el pleno del Congreso
Ť La dirigencia propone diálogo respetuoso y constructivo que permita alentar el debate
ENRIQUE MENDEZ
La resistencia del sector duro del PRI en el Congreso de la Unión impidió que ayer la dirigencia nacional de este partido expresara un pronunciamiento preciso sobre el mecanismo para iniciar un diálogo entre el Poder Legislativo y la comandancia zapatista. La presidenta del tricolor, Dulce María Sauri Riancho, se limitó a leer un documento en el que el Revolucionario Institucional expresa "su plena solidaridad y apoyo a las causas que reivindican los pueblos indígenas".
Aunque en la lectura del texto ?aprobado en la madrugada del martes por la Comisión de Coordinación Política del PRI? estuvieron presentes los coordinadores parlamentarios, Enrique Jackson Ramírez y Beatriz Paredes Rangel, la negativa del senador a flexibilizar su posición hacia el EZLN no permitió una definición de la cúpula sobre el encuentro entre los delegados rebeldes y los legisladores.
Más tarde, en entrevista colectiva, los diputados federales Feliciano Moo y Can, secretario de Acción Indígena del CEN, y Santiago Guerrero, miembro de la Comisión de Asuntos Indígenas, aceptaron que aún hay resistencia de un sector de los senadores y diputados priístas a recibir en el pleno a los delegados zapatistas.
Moo y Can dijo que para él no existe ningún impedimento en que, por ejemplo, alguno de los comandantes zapatistas se dirija al pleno desde la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro, y Guerrero precisó: "No hay impedimento legal, además los que vamos a aprobar o no la iniciativa de derechos indígenas somos los legisladores. Marcos no vota".
El diputado Moo y Can afirmó que algunos de sus compañeros diputados y senadores "o no tienen memoria" o simplemente no conocen el convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales que un gobierno priísta y un Senado con mayoría del tricolor firmaron y aprobaron entre 1989 y 1992. "En ese documento se reivindican como prioritarias las causas indígenas. Nadie nos obligó a firmarlo, y si ya existe ese convenio, los compañeros senadores sólo deben ser congruentes", expresó.
Reveló que en la fracción priísta en la Cámara de Diputados hay una gran corriente a favor de que se apruebe, previa discusión y revisión, la iniciativa de ley de derechos y cultura indígenas, sector que se ha dado cuenta que la autonomía no implica un peligro para el equilibrio constitucional del país.
"El grupo social más frágil de México son los indígenas. Y quien diga que su autonomía pondría en riesgo al país, es como si afirmara que un anémico podría noquear a un peso completo. Lo único que los indígenas quieren es ser parte del progreso de México. Aunque tampoco el EZLN ha ampliado su convocatoria a todas las comunidades del país, para que no sea sólo la voz de Chiapas o la de Marcos la que se escuche", declaró.
En el documento leído por Sauri, el PRI expresó su "identificación y compromiso con los pueblos indios", y convocó a sus militantes y legisladores a abanderar sus causas y respaldar su protagonismo, pero también a "no cerrar los oídos" a sus exigencias. "Ha sonado la hora de los pueblos indios", dijo la dirigente.
Sin embargo, Moo y Guerrero expresaron la inconveniencia de que el sector duro del PRI se acerque con los más reaccionarios panistas para obstaculizar un diálogo inmediato entre el Legislativo y los zapatistas. "Manuel Bartlett, por ejemplo, es el más radical. Eso es definitivo", reconoció Guerrero.
Tanto Moo como Guerrero fueron invitados por la dirigencia priísta a la lectura del documento. También participó el ex secretario de Acción Indígena del CEN y actual presidente del Consejo Indígena Mexicano, Enrique Ku Herrera. Y como después de la lectura del texto no se permitieron preguntas de los reporteros, Ku accedió a una entrevista. "¿Ayudan a la paz las posiciones duras, como las del senador Jackson?", se le preguntó.
"Ayudará más la posición de los diputados y senadores comprometidos con las causas indígenas", respondió.
Más tarde, Moo y Can dijo que la posición del Revolucionario Institucional todavía se está construyendo, porque persisten posiciones encontradas en los grupos parlamentarios.
En tanto, la dirigencia priísta propuso un "diálogo respetuoso y constructivo, que permita alentar el debate y la reflexión compartida sobre asuntos importantes para la cuestión indígena:
"Los conceptos autonómicos, la formación universitaria en lenguas y la complementación de los idiomas originales (sic); la relación entre cosmogonías por grupo étnico y las religiones contemporáneas; el sincretismo religioso; la integración pluriétnica, respetando identidades diferenciadas versus el Estado multinacional; y los riesgos de las visiones fundamentalistas.
"Proponemos una nueva síntesis que asuma responsablemente la legítima aspiración a la autodeterminación de los pueblos indios, su anhelo democrático y la preservación de sus formas tradicionales de representación."