Ť Continúan los ataques de milicianos kosovo-albaneses; un muerto y 15 heridos
Vuelven policía y ejército yugoslavos a vigilar la frontera entre Kosovo y Macedonia
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Belgrado, 14 de marzo. La policía y el ejército yugoslavos volvieron hoy a apostarse en la franja de seguridad establecida entre la sureña provincia serbia de Kosovo y la ex república yugoslava de Macedonia, para mantener bajo control recientes ataques de milicianos kosovo-albaneses separatistas contra el territorio macedonio. Las tropas yugoslavas, compuestas por unidades de élite fuertemente armadas, entraron en un sector de 25 kilómetros cuadrados de la zona de seguridad, en la parte serbia de la frontera con Macedonia.
Un albanés étnico murió hoy en las afueras de la ciudad macedonia de Tetovo en un tiroteo entre rebeldes y la policía, en el que 15 uniformados resultaron heridos. Poco antes hubo dos ataques de albaneses separatistas macedonios, en localidades vecinas a Tetovo, en los que al menos tres policías resultaron heridos.
En
estos dos incidentes, los atacantes llevaban uniformes negros con las siglas
del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), supuestamente
desarticulado por la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) tras los bombardeos contra Yugoslavia de marzo a junio de
1999.
El ingreso de las tropas yugoslavas a la zona de seguridad, cuyo número no se precisó, estuvo vigilado de cerca por observadores de la Unión Europea y de una comisión conjunta de representantes de Yugoslavia, así como por oficiales de la fuerza internacional de paz para Kosovo (KFOR).
En su momento, esta fue una de las zonas "tapón" creadas por la alianza para "proteger" a la población albanesa étnica de represalias de gobernantes serbios de Yugoslavia.
La OTAN autorizó la semana pasada que las fuerzas de seguridad yugoslavas reingresaran a dicha zona, de las que fueron expulsadas en 1999 durante la guerra que la Alianza lanzó contra el gobierno del entonces presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, por las acciones de este contra las milicias separatistas de Kosovo.
El traslado de tropas se llevó a cabo sin incidentes, pero voceros del ejército yugoslavo rehusaron precisar cuántos soldados y policías fueron desplegados en la zona, limitándose a decir que el número era "suficiente" para controlar los ataques.
No obstante, el gobierno macedonio informó que dos patrullas fueron objeto de ataques por parte del "nuevo ELK"; uno en Selce y Lisec y otro más en las localidades de Germo y Gaire, ambas cerca de la ciudad de Tetevo, donde unos 3 mil albaneses étnicos macedonios, lanzaron consignas en favor del ELK.
En esta concentración, los oradores pidieron más derechos para la minoría de etnia albanesa, predominante en Macedonia occidental, que limita al oeste con Albania y al norte con Kosovo, así como la reunificación de ambas regiones con el vecino país.
El presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, acusó a las KFOR de "colaboración directa" con la guerrilla albanesa al sur de Serbia en declaraciones con el diario USA Today. Aseguró que las fuerzas de paz "hicieron posible y de cierta manera apoyaron y ayudaron al terrorismo", y aseveró que hubo colaboración directa entre dichas tropas y el ELK pues, según él, los patrullajes de las KFOR tenían el objeto de dar "apoyo logístico" a los separatistas albaneses.
El vocero de la OTAN, Mark Laity rechazó las acusaciones al señalar que "entrar en esta clase de debate no tiene sentido cuando la cooperación entre Serbia y la KFOR es tan importante para el futuro de la región".
Analistas recordaron que la cooperación entre Serbia y la KFOR ha empezado apenas ahora, después de que los separatistas albaneses han atacado no sólo a macedonios sino también a las patrullas de mantenimiento de paz después de los bombardeos de la OTAN, en los que la alianza acusó a Serbia de realizar una campaña de limpieza étnica contra los albano-kosovenses, mientras que Belgrado siempre sostuvo que la guerrilla albanesa perpetraba ataques terroristas contra los territorios vecinos.