JUEVES Ť 15 Ť MARZO Ť 2001
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Diego, a punto de la esquizofrenia
Ť Carísimo, poder dotar de tierra a indios
Todo el día de ayer escuché por los medios electrónicos de comunicación los gritos desesperados de Diego Fernández de Cevallos en contra del EZLN, de Marcos y hasta de Vicente Fox.
Creo que la crítica en este caso no sirve de mucho, más bien resulta necesario escucharlo para saber cuál es el verdadero rostro del panismo y sentir el tamaño de la desesperación de los barones de la reacción.
Sí, según los gritos del senador, la cosa debe estar a punto de la esquizofrenia y la derecha más conservadora, la más primitiva, estaría a punto de estallar, y es que ellos sí ven muy claro qué es lo que va a pasar en caso de que las razones de los indios se vuelvan ley.
Los indígenas agrupados en el EZLN, por su parte, caminan con firmeza hacia sus metas. Autonomía, dignidad, identidad y justicia, entre otras, tienen un solo nombre: tierras. Sin ellas ninguna de sus demandas tendría lógica.
Por eso mi amigo Héctor Aguilar Camín ajusta los tiempos y advierte que podríamos estar frente a un proceso que nos conduzca a un nuevo episodio de reparto agrario y a la adecuación de las leyes a esta realidad incontrovertible, si de hacer justicia a los indios se trata.
Por eso los gritos de Diego quien, entre otras cosas, se considera como representante de una población que no lo eligió, no en los términos democráticos que ahora sustentan la Presidencia de la República.
Hay que recordar que Diego es un senador plurinominal, es decir nadie votó por él, y tampoco debemos olvidar que este mismo senador, cuando parecía que los votos de la población podrían favorecerle para llegar a Los Pinos, se ahuyentó, abandonó la contienda y limpió el camino para que Ernesto Zedillo ganara la elección.
Pero lo que dice Diego, de cualquier manera es importante, para saber cuál es el camino de un grupo de la población del país que se siente amenazado en sus intereses. Nada, ni un centímetro de tierra ni de libertad ni de dignidad ni de nada, esa es la verdad de los señores a quien sí representa Fernández de Cevallos y ese es el escollo real que deben salvar las autoridades para resolver el problema de mayor preocupación para el país en este momento.
En todas las instancias de gobierno tendrán por entendido la profundidad de las peticiones de los indios del EZLN y deberán estar preparados para cumplirlas, pero ya no hay tierras, las reformas al 27 constitucional terminaron con el reparto agrario, y los mecanismos para llevar a los terrenos de la realidad la lucha indígena tendrán que estar a punto al momento en que se decida hacerles justicia.
Por el momento, parece que no habría más remedio que iniciar la compra de tierras en los lugares de origen de los indios, pero esto tiene, para empezar, dificultades de orden económico.
Las finanzas en el gobierno federal no son tan buenas como se creía, hay problemas serios, muy serios, y dar salida al conflicto indígena tiene costos muy altos, sería carísimo, así que más allá del papel de acuerdo con la firma de quienes deben signarla, se deberán conseguir los recursos que puedan dar viabilidad a las razones justas de los indios.
Los 100 Días
Concluyen ya los cien días de los gobiernos federal y de la ciudad de México y han sido muy pocos para evaluar las acciones de ambos mandatarios en términos de las obras, pero suficientes para mirar los rumbos, adivinar caminos.
Este tiempo ha transcurrido lento, momento a momento, dificultoso la mayoría de las veces. Cien días de enfrentamientos verbales, de posturas encontradas, de resultados magros por uno y otro lados. Cien días de juegos de artificio, donde cada cual aparece y desaparece, dice y maldice al son de las encuestas y trata de cubrir el rastro de gobierno en un afán absurdo por hacer creer que lo pasado, lo anterior, no existe y si sucedió estuvo mal.
En la idea del gobierno de la ciudad todo orienta hacia el beneficio de los que menos tienen, pero para la gente de Los Pinos el viento sopla desde otro norte; los aumentos en el IVA, se diga lo que se quiera decir, empobrecerán aún más a los más pobres.
No es cosa de dar muchas vueltas. Un proceso de inflación es inminente y este fenómeno económico nunca, nunca ha beneficiado a los marginados, por el contrario aumenta en serio las dificultades de sobrevivencia de los pobladores, al margen de los "beneficios" de la
globalidad.
Aún no se ha dicho cómo podría aminorarse el impacto de la inflación entre la mayoría de la gente que es pobre, porque las supuestas medidas como la baja en el ISR, compensarán quizá a quienes merodean los niveles clasemedieros, pero Ƒy los pobres?