JUEVES Ť 15 Ť MARZO Ť 2001
Ť Inédito jaloneo entre el actual líder y Bernardo Quesada por el control del gremio
Ayala acusa a Gobernación de intervenir en el cambio de directiva de la FSTSE
Ť Trabajadores del magisterio y del ISSSTE apoyan la planilla antagónica al senador priísta
Ť Cincuenta sindicatos organizan un acto de respaldo a las pretensiones de relección del dirigente
FABIOLA MARTINEZ Y CLAUDIA HERRERA
El líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, denunció la injerencia del subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Ramón Martín Huerta, en el proceso de renovación de la directiva del gremio, y lo señaló como abierto promotor de la candidatura del profesor Bernardo Quesada, quien en los círculos magisteriales es vinculado con Elba Esther Gordillo Morales.
''(Ramón Martín Huerta) tuvo el atrevimiento de citar en las oficinas de Gobernación para decir quién era el candidato del gobierno; cosa más atroz no podía darse, es alguien escogido por ellos", dijo ante dirigentes sindicales y medios de comunicación.
Por la noche, Martín Huerta rechazó ''categóricamente cualquier injerencia de la Secretaría de Gobernación en la vida interna de los sindicatos. Dijo que está entre las funciones a su cargo el diálogo con los diversos actores políticos, incluidos las directivas de los sindicatos de burócratas''.
El funcionario subrayó que la dependencia mantendrá pleno respeto a la autonomía sindical, con las cuales, agregó, debe existir una relación constructiva y respetuosa.
Con las acusaciones, Ayala busca cerrar el paso a la ex lideresa del magisterio. Quesada se desempeña como coordinador regional en el SNTE, y se ha distinguido por ser operador político en los equipos de los ex dirigentes magisteriales Tomás Vázquez Vigil y Gordillo Morales.
Una hora después de la denuncia pública -''intentona de intimidación", calificó Ayala-, el dirigente del Sindicato de Trabajadores del ISSSTE, José Luis Acosta, se deslindó de la cargada y propuso como candidato justamente a Quesada Salas, también secretario de Capacitación Política y Sindical del Comité Ejecutivo Nacional de la FSTSE.
De esta forma, en el periodo previo a la renovación de la directiva de la FSTSE, que culminará en el congreso nacional los próximos 26 y 27 de marzo, se perfila, en un hecho sin precedente en la historia de la federación, una abierta pugna entre dos grupos: uno, encabezado por el senador priísta Joel Ayala, que busca la reforma estatutaria para poder ampliar su periodo y que cuenta con el respaldo de su sindicato de origen, el de los trabajadores de la Secretaría de Salud, y otras 53 organizaciones de membresías mediana y pequeña.
El otro, de Quesada Salas, hasta ahora poco conocido más allá de las cúpulas de la FSTSE o el SNTE, cuenta con la venia de dos de los gremios con mayor número de afiliados, es decir, el magisterio, con más de un millón de trabajadores, y el del ISSSTE, con poco más de 80 mil integrantes, cuya institución es dirigida por Benjamín González Roaro, ex subsecretario de Servicios Educativos en el Distrito Federal y personaje vinculado a Elba Esther Gordillo.
El secretario general del SNTE, Rafael Ochoa, reivindicó ayer en conferencia con la prensa el derecho de ese gremio a encabezar la FTSE, pues señaló que desde hace varios años el magisterio no ha estado al frente de la cúpula de la federación pese a que representa el sindicato más numeroso de esa agrupación sindical.
Ochoa dio su respaldo al profesor Quesada, porque "reconocemos e impulsamos a los cuadros que militan dentro de nuestro sindicato", y llamó a la calma ya que en todo proceso de renovación de una directiva sindical "siempre se dan situaciones de inquietud".
Al grupo del SNTISSSTE y el SNTE se agregarían los 22 sindicatos que desde septiembre pasado se manifestaron en abierta oposición a Ayala, aunque en el jaloneo, al menos tres de ellos ya cambiaron su posición.
"El compañero Quesada nos visitó ayer para presentarnos su propuesta y convenció. Nos aseguró que no tiene ningún compromiso con Gordillo ni con el gobierno del presidente Vicente Fox, por lo que lo apoyaremos, pero vigilantes de que cumpla su palabra", señaló Raúl Campilla, líder del Sindicato de Controladores de Tránsito Aéreo.
Respecto de la denuncia de Ayala, opinó que se trata de una estrategia del actual líder de la FSTSE para permanecer en el cargo. "Es su juego político para jalar apoyo a su favor con la bandera de que él no es el candidato del gobierno y que por lo tanto sería el bueno".
Sin embargo, la convocatoria para el próximo congreso de la FSTSE es clara en el sentido de que cada uno de sus 78 sindicatos afiliados tendrá derecho a un solo voto, independientemente de la cantidad de miembros que ostenten. De esta forma, ayer empezó el jaloneo por el control de la FSTSE, en la que se asegura que existe una membresía de 1.7 millones de burócratas.
En una reunión convocada por el sindicato de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, alrededor de 50 gremios manifestaron, en un largo "besamanos", su respaldo a Ayala, quien acusó al funcionario de Gobernación Ramón Martín Huerta de "fallar, contradecir y trastocar" el compromiso del presidente Fox, repetido desde tiempo de campaña, de que se respetaría de manera irrestricta la autonomía sindical.
Envalentonado, llamó traidores a quienes no apoyan la "unidad" y respeto de la autonomía de la FSTSE, y ante la "intromisión directa de la autoridad" en este proceso advirtió que llamará a las bases de todo el sindicalismo a defender la federación.
Acosta, a quien se había mencionado como candidato a la directiva de la federación, dijo que el apoyo a Quesada, a quien calificó de "candidato del cambio", es producto de un mandato de asamblea. "Mis compañeros me dijeron que participara y lo estoy haciendo". Dijo que es necesario despartidizar la estructura de la FSTSE, eliminar las decisiones verticales y hacer obligatoria la rendición de cuentas sobre el manejo de recursos.
De manera cortante respondió a las preguntas de los reporteros e insistió en que desconoce el encuentro en Gobernación mencionado por Ayala, aunque deslizó que la relección de éste no sería válida antes de la reforma estatutaria. "Hay unidad, no ha habido ruptura", insistió.