JUEVES Ť 15 Ť MARZO Ť 2001

Ť El derecho al aborto que le fue negado a la joven "no está en entredicho", afirman

Ratifican grupos civiles apoyo a Paulina, la menor violada

ANGELES CRUZ Y JOSE ANTONIO ROMAN

Paulina fue violada en julio de 1999. Entonces tenía 14 años de edad. Ocho y medio meses después nació su hijo Isaac mediante cesárea. Como resultado de las investigaciones periciales, el Ministerio Público dictaminó que la menor "fue desflorada por violación", y con base en el Código Penal vigente, autorizó la interrupción del embarazo.

Por eso, el derecho al aborto que le fue negado a la menor no está en entredicho, afirmaron organizaciones civiles, las cuales ratificaron su apoyo a Paulina, quien en los últimos días ha sido de nuevo objeto de presiones, acusaciones, e incluso de violación a sus derechos. Resulta que hasta ayer, los abogados que llevan el caso de la menor no habían sido notificados oficialmente de los resultados de la prueba de ADN, la cual forma parte de una investigación judicial. En cambio, la noticia se ha difundido profusamente toda la semana en los medios de comunicación.

El que esto ocurra en un estado gobernado por el PAN, y justo cuando el Congreso de Baja California discute la creación del Instituto de la Mujer, hace pensar a las agrupaciones sociales que el análisis de ADN fue manipulado. Isabel Vericat, coordinadora de la agrupación Epikeia, Justicia con Equidad, quien forma parte del equipo que defiende a Paulina, informó que solicitarán una nueva prueba sanguínea.

"Tenemos razones fundadas", dijo, para dudar de la veracidad de los estudios dados a conocer a principios de esta semana, en parte por los hechos señalados y porque el mismo procurador de Justicia del estado, Juan Manuel Salazar, participó en 1999 en la labor de "convencimiento" de Paulina para que no abortara.

En tanto, el obispo de la diócesis de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, recordó que desde el principio del caso Paulina la jerarquía eclesiástica denunció que éste había sido "manipulado" por grupos promotores de prácticas abortivas, sin importarles realmente el futuro de la menor ni el de su bebé, y mucho menos de castigar al responsable de la violación.

Entrevistado en la ciudad de México durante la bendición de las nuevas instalaciones de la secretaría general del Episcopado Mexicano, el prelado dijo que aun cuando las pruebas del ADN --de donde se desprende que el presunto violador no es en realidad el padre del menor Issac-- dieron un vuelco al caso, debe distinguirse con claridad que una cosa es la paternidad del menor y otra el delito de violación, que debe ser castigado.

Aclaró que las pruebas sobre la paternidad no significan que la persona detenida sea inocente. Hay que recordar que en su momento se manejó la hipótesis de que en la violación de la joven Paulina participaron dos hombres y no sólo el que está actualmente sujeto a proceso, pero esta posibilidad nunca se investigó por parte de la autoridad judicial.

Por su parte, el Comité Nacional Provida aprovechó la nueva coyuntura para refrendar su oposición absoluta al aborto y exigir una explicación a quienes en su momento pretendieron "privar de la vida a un inocente".

Jorge Serrano Limón, presidente de la organización conservadora, señaló que las feministas se valieron de una mentira para favorecer su campaña proabortista. Con el caso de Paulina y la prueba de ADN que establece que Isaac no es hijo del presunto violador actualmente preso, es evidente que "el aborto nunca es una solución", afirmó. En todos los casos, agregó, "hay que buscar salvar la vida del menor y brindar apoyo a la madre".

En conferencia de prensa, Serrano Limón llamó a las organizaciones feministas y a la propia Paulina a explicar a la sociedad "por qué mintieron sobre la verdadera identidad del padre de Isaac". El objetivo es que el responsable se haga cargo de la manutención de Isaac, quien el próximo mes cumplirá un año.

Subrayó que el presunto violador tiene que ser juzgado y sancionado si es responsable, y sobre todo asegurar su regeneración para evitar que vuelva cometer ese ilícito.

Al respecto, según Vericat y la Agrupación Alaíde Foppa de Mexicali, en este momento es irrelevante quién es el padre de Isaac. Destacaron que en el proceso judicial aún está pendiente una línea de investigación sobre la participación de dos sujetos en la violación a Paulina. Explicaron que esta hipótesis no ha sido explorada porque durante la integración de la averiguación, la niña identificó como su agresor sólo a uno de ellos.

Descalificaron las acusaciones de Provida, pues su participación en el caso inició varios meses después de la violación, cuando el embarazo ya estaba avanzado y habían intervenido médicos, funcionarios e integrantes de Provida para que Paulina no abortara.

Y es que luego de que Paulina y su familia acudieron al Ministerio Público a denunciar el robo a su hogar, la violación a la menor y el posterior embarazo, obtuvieron una orden judicial para que se interrumpiera la gestación en el Hospital General de Mexicali.

El director del nosocomio, Ismael Avila, antepuso sus creencias personales a su obligación social de brindar la atención médica que se le solicitaba y promovió la participación de Provida. Llegaron al extremo de decir a Paulina y su madre que de practicarse el aborto, sufriría una hemorragia masiva, quedaría estéril o podría perder la vida.

También llegó el procurador de Justicia al hospital a hablar con Paulina y la llevó con un sacerdote que la convenciera de no abortar.

Por supuesto, señaló Vericat, se continuará defendiendo del derecho a la interrupción del embarazo bajo las causales permitidas por la ley en todo el país, entre ellas cuando es el producto de una violación. Ahora, además, se trata de defender la palabra de la mujer violada. Los resultados de ADN no vuelven una mentirosa a Paulina, subrayó.