Ť Más de 5 mil personas escucharon los reclamos indígenas y manifestaron su apoyo
El EZLN se apoderó del Politécnico
Ť Durante el trayecto de los zapatistas se registraron fricciones entre periodistas y extranjeros que acompañan a los delegados Ť Muestras de solidaridad en las calles
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
De ida, rumbo al Instituto Politécnico Nacional (IPN), a lo largo de la avenida Aztecas, en los pedregales de Coyoacán, División de Norte y el Eje Central Lázaro Cárdenas, la comandancia zapatista y los delegados del Congreso Nacional Indígena (CNI) observaron el gesto espontáneo de amas de casa, niños, ancianos, oficinistas, trabajadores y transeúntes que se pasaban de mano en mano, como una estafeta, la V de la victoria.
Pocos imaginaron ver esas muestras de solidaridad y apoyo,
pero ayer muchos capitalinos lo hicieron posible.
La visita a la Plaza Roja del IPN se convirtió
en el primer acto de apoyo masivo a los zapatistas y los representantes
ante el CNI desde su llegada a la Escuela Nacional de Antropología
e Historia (ENAH). Sobre la plancha de cantera roja en Zacatenco, a un
costado de la efigie de Lázaro Cárdenas, más de 5
mil estudiantes, académicos y trabajadores recibieron al contingente
de 23 comandantes y al subcomandante Marcos.
No obstante, el capítulo que llamó la atención en la jornada zapatista de este viernes fue la ruta que siguió la caravana desde el sur hasta el norte de la ciudad de México. A temprana hora se informó que el mitin en el Poli se adelantaría de las cuatro a las dos de la tarde. En la calle Zapote de la colonia Isidro Fabela corrieron rumores que negaban la asistencia de la comandancia rebelde a Zacatenco. Otra especie aseguraba que Marcos no realizaría el recorrido porque le aqueja una fuerte gripe, agravada por una infección de garganta. Y así transcurrieron las horas, plagadas de versiones, pero ninguna de ellas confirmada, hasta que un batallón de 80 motociclistas y 20 patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno capitalino se apostaron en las afueras de la ENAH.
A las 15:17, la comandancia zapatista inició el paso por las avenidas centrales de la ciudad de México. El camión fue rodeado por 20 motociclistas de la SSP y enfiló por la lateral de Periférico sur, en el bulevar del estadio Azteca dio vuelta en dirección de la avenida Imán y desde ese momento las personas que se enteraron del paso de los rebeldes salieron de sus casas para saludar. Así se inició el largo paso, de mano en mano, de la V de la victoria.
En el entronque de la avenida Aztecas, el camión viró a la derecha y al transitar por las colonias Ajusco y Santo Domingo los vecinos salieron a las aceras y con sonrisas expresaron su individual apoyo a los dirigentes rebeldes. De forma espontánea siguió, al paso de la caravana, la misma señal, la V, acompañada del coro: "¡EZLN, EZLN, EZLN!" Al llegar al cruce de Pacífico y Montserrat, cientos de niños también saludaron a Marcos y los 23 comandantes.
El trayecto se mantuvo en reserva para salvaguardar la seguridad del convoy, pero aun así, en División del Norte, el paso de éste despertó innumerables muestras de simpatía. A una velocidad de 60 kilómetros por hora, la caravana prosiguió por el Eje Central Lázaro Cárdenas.
En Avenida de los 100 metros cientos de personas saludaron el paso de los zapatistas.
Al llegar al centro de la capital, en la Plaza Meave, los ambulantes se arremolinaron en torno a los autobuses y gritaron: "¡vamos, hermanos, ustedes van a ganar!", y "¡ustedes son la esperanza del pueblo de México!" Sobre el mismo eje ocurrió un incidente cuando dos agentes a bordo de una motocicleta de la policía capitalina impidieron el paso a un motociclista de Radio Red. No le permitían rebasar el camión en el que viajaba la comandancia zapatista, y uno de los agentes, en plena carrera, intentó jalar al informador de su traje. Este aceleró, y la finta provocó la caída de los patrulleros, que resultaron con heridas leves.
Más adelante, el reportero vial de la Red fue detenido por otros agentes de la policía. Aun así, el trayecto continuó y el paso siguió franco, en dirección del Poli. Incluso, frente a Garibaldi, los mariachis levantaron sus brazos para saludar a la comandancia rebelde.
A su llegada al Poli, alrededor de 5 mil integrantes
de esa comunidad estudiantil saludaron a coro a la comandancia rebelde:
"¡EZLN, EZLN, EZLN!", y también "¡No están solos,
no están solos!"
En la plaza de cantera roja, los politécnicos
escucharon las voces indígenas y su principal reclamo, integrarse
al desarrollo del país, y no ser considerados ciudadanos de tercera.
Cuando Marcos habló, sus oyentes estallaron en una larga
ovación, y después guardaron silencio. La voz del subcomandante
enmudeció a alumnos, académicos y trabajadores.
De todo se vio ayer, desde aquellos jóvenes que laboran en el Office Depot, afuera de su lugar de trabajo para saludar a los rebeldes zapatistas, hasta las secretarias y empleadas públicas de la Secretaría de la Contraloría lanzando besos al subcomandante Marcos.
¿Error de traducción?
Hasta las 15:00 horas se informó que los 23 comandantes y Marcos sí se presentarían en la Plaza Roja de Zacatenco. Aquella noticia propició que los reporteros mexicanos se instalaran frente a la sala Ollín Yoliztli para aguardar el momento que cruzara el camión zapatista e incorporarse a la caravana. Aquello no tenía ninguna particularidad hasta que tres integrantes del grupo de la sociedad civil extranjera, que viajan en el Camioncito por la Paz en Chiapas, solicitaron a los informadores que dejaran pasar su camión para instalarse detrás del vehículo que trasladaría a la directiva del EZLN. "Nuestra función es servir de cordón de seguridad a los zapatistas", dijo uno de ellos, de nombre Vitorio.
Aquella solicitud incomodó a un reportero mexicano que les reprochó su intervención en asuntos nacionales. "¡Ya basta que ustedes nos quieran venir a ordenar a nuestro país! No vamos a obedecer lo que ustedes nos digan!".
Los ánimos subieron de tono y el informador mexicano quedó frente a frente con un joven de acento estadunidense, y ambos se retaron. El extranjero manoteó y el reportero mexicano le espetó: "¡Lo que quieras cabrón y vete a la chingada!" La respuesta fue severa: "¡motherfucker!"
El incidente se interrumpió cuando el camión zapatista salió de la ENAH y emprendió el viaje hasta el Politécnico.
Horas más tarde comenzó otro escándalo, porque en un programa radial se anunció que un integrante de los monos blancos ?en la discusión nadie se identificó como tal? habría dicho al reportero mexicano: "¡fucking indio!" Tanto se exageró el hecho que varias emisiones radiales nocturnas se enlazaron y acordaron en principio "boicotear" la información en torno al zapatismo.
Al cuestionarle a Vitorio si se había producido tal aseveración respondió: "Eso es una falsedad, quieren seguir diciendo que intervenimos en asuntos que sólo conciernen a México. Eso nosotros lo respetamos. Pero lo que se está diciendo no es verdad; un periodista me empujó con los dos brazos y se le dijo: '¡fucking shit!', pero no '¡fucking indio!' Eso no puede ser porque nosotros nunca usaríamos esa palabra de indio. Nosotros colaboramos en comunidades indígenas. Es una falsedad".
Marchan del Angel a la Cámara de Senadores
En tanto, cientos de trabajadores de distintas organizaciones sindicales marcharon, del Angel de la Independencia a la Cámara de Senadores, en demanda de que se abra la tribuna del Congreso de la Unión a la representación del EZLN, y la exigencia de aprobación de la ley de derechos y cultura indígenas resultado de los acuerdos de San Andrés.
Debido a que la mayor parte de los contingentes de sindicalistas se dirigieron a Zacatenco, grupos representativos de los Académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Sindicato Independiente de Trabajadores de la UAM (SITUAM), del Sindicato Unico de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN) y del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) respaldaron las demandas zapatistas con una consigna que dejaron escuchar por la avenida Paseo de la Reforma: "¡Congreso, escucha, EZ a la tribuna!"
Frente a la casona de Xicoténcatl, sede principal de la Cámara de Senadores, el representante del Congreso Nacional Indígena (CNI), Adolfo Vargas, manifestó: "No estamos dispuestos a quedar nuevamente en el olvido. Los indios de México nos vamos a movilizar en todo el país para sostener esta lucha. Estamos en todas partes donde se defienda la dignidad". (CON INFORMACION DE JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.)