SABADO Ť 17 Ť MARZO Ť 2001

Ť Thomas Foster fue investigado por vender fusiles a los hermanos Arellano Félix

Exoneran a estadunidense acusado de tráfico de armas

JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL

Tijuana, BC, 16 de marzo. Una corte federal del condado de San Diego, California, exoneró al estadunidense Thomas Foster de la acusación de proveer de armas de grueso calibre al cártel de los hermanos Arellano Félix.

Foster era acusado de entregar en territorio mexicano las armas con las que se perpetró la ejecución de 19 personas en el rancho El Rodeo, ubicado en el poblado de El Sauzal, municipio de Ensenada, en septiembre de 1998. Según la acusación, las armas fueron vendidas a los sicarios por contrabandistas estadunidenses con base de operaciones en San Diego.

Asimismo, las autoridades estadunidenses estiman que las armas usadas por integrantes del cártel de los hermanos Arellano Felix para asesinar a dos militares en Zapopan, Jalisco, en 1996, cuando pretendían eliminar a Amado Carrillo Fuentes y las utilizadas en otra balacera en Sinaloa entre narcotraficantes y agentes antinarcóticos mexicanos fueron vendidas ilegalmente por distribuidores con permiso legal para la comercialización de armamento y municiones.

La fiscalía federal de EU en California estableció que una investigación de la Agencia para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) concluyó en abril del año pasado con el arresto de tres personas en la comunidad de Escondido, California, un suburbio ubicado al norte del condado de San Diego; quienes recibieron 27 mil dólares por las armas utilizadas para ejecutar a las tres familias de indígenas paipai, presumiblemente dedicadas al tráfico de estupefacientes y a los militares.

De acuerdo con las autoridades estadunidenses, al menos dos de los fusiles NHM-90 de fabricación china fueron vendidos en Escondido, California, por Everett Eugene Welch y su madre Lorreta Welch al estadunidense Thomas Foster, quien tenía su residencia en esta frontera y luego éste las entregó a los narcotraficantes mexicanos.

La investigación inició a finales de 1998, cuando la Procuraduría General de la República solicitó a la ATF rastrear el origen de 22 fusiles NHM-90 que fueron decomisados como parte de las investigaciones relacionadas con la matanza de El Sauzal y las balaceras en Zapopan, Jalisco, y Mazatlán, Sinaloa.

A consecuencia de la indagatoria, agentes federales estadunidenses determinaron con base en los números de serie de las armas proporcionados por la autoridad mexicana que el último sitio donde éstas se encontraban legalmente era la armería de la familia Welch denominada Shototer's Emporium, en la localidad de Escondido, a unos 80 kilómetros al norte de esta frontera.

Sin embargo, la fiscalía careció de pruebas contundentes para demostrar que Foster entregó las armas. Loretta Welch fue encontrada culpable, pero únicamente del cargo de vender ilegalmente las armas. Su hijo, el coacusado Evertt Eugene Welch, se suicidó en la cárcel federal de San Diego mientras aguardaba un juicio.