DOMINGO Ť 18 Ť MARZO Ť 2001
Antonio Gershenson
La izquierda, los jóvenes, la educación
Uno de los elementos en la concentración en el Zócalo y otros actos de los zapatistas, es una amplia participación de jóvenes. Esto es un dato importante para tratar de ir comprendiendo lo que ha sucedido y sucede en el país al respecto. Una razón por la que esto llama la atención es que, durante la pasada campaña electoral, la participación de jóvenes, incluso en los actos más importantes de la izquierda, fue comparativamente bastante baja.
Los actos llevados a cabo en el Zócalo el año pasado, primero, con motivo del intento de descalificar a López Obrador como candidato, y luego en el cierre de campaña del PRD, fueron enormes. No sólo llenaron el Zócalo a reventar, sino que en el último acto se llenaron también varias cuadras de 20 de noviembre y tramos de otras calles aledañas. Sin embargo, el porcentaje de jóvenes era bajo.
Esto se relacionó, al menos en parte, con la huelga de la UNAM y la forma como se desarrollaron las cosas a lo largo de la misma. Pero al haberse dado una baja participación de jóvenes militantes, la campaña fue también pobre en alternativas para los problemas de la juventud en general. La educación, incluida la superior, el derecho al trabajo y las formas de generar empleos estables, las alternativas para el uso del tiempo libre y otros, estuvieron lejos del centro de las campañas en general. Sí hubo la defensa de la educación gratuita, pero casi no se habló sobre la clase de enseñanza que se requiere. Todo este cuadro puede haber contribuido a que la mayor parte del voto opositor de haya inclinado hacia Fox. Pero el acto del domingo pasado muestra que no es que la juventud militante sea de derecha y que, construyendo alternativas para la misma, la izquierda partidaria puede recuperar un valioso activo para el futuro.
Hace poco se inició el trabajo encaminado a la instalación de 15 nuevas preparatorias en el Distrito Federal. Hay ya un antecedente en la preparatoria de Iztapalapa, abierta hace un par de años en la ex Cárcel de Mujeres. En esa preparatoria no sólo se muestra la viabilidad de la educación media superior gratuita: se muestra que este rasgo no es incompatible con una enseñanza de calidad. En esa escuela se cuidó que los grupos no fueran demasiado numerosos y la educación se da con una participación activa de los estudiantes, no sólo con su presencia pasiva ante el pizarrón. Sobre la base de esta experiencia positiva, las 15 nuevas prepas pueden jugar un papel importante en la construcción de alternativas para la juventud.
Sin embargo, el número de quienes puedan egresar de los 16 planteles es relativamente menor. Sin embargo, está planteada la transferencia de las escuelas públicas ubicadas en el DF al gobierno del mismo, como se ha hecho ya en la mayor parte del país. Esto lleva a un reto de mayor alcance: una educación de calidad, ahora para millones de niños y jóvenes.
No se trata sólo de un problema de dinero. Se trata de cómo se va a enseñar. Se trata de que la enseñanza parta de los problemas y los temas que el alumno o estudiante tiene enfrente. Desde el aprendizaje a leer, se trata de que no nos conformemos con enseñar como se nos enseñó, memorizando letra por letra y pudiendo leer a los 6 años; se trata de aprender primero a leer palabras completas sencillas que tienen sentido para el niño, escritas con grandes letras de molde, lo cual se puede aprender desde los 2 años; luego, distinguir las sílabas, y de ahí llegar a la letra. Así aprendió la humanidad, pasando de los pictogramas a los jeroglíficos y llegando a los primeros alfabetos al cabo de miles de años.
Algo similar se da con los números y la aritmética. El número, como la letra, es resultado de un complejo proceso de abstracción. Está más cerca del niño agregar a tres uvas otras cuatro, y ver que el resultado son siete uvas, que hacerlo con números solos. Además, es más atractivo comerse dos de las uvas y ver que el resultado de la resta es cinco. Y ya en niveles superiores, es importante diagnosticar los problemas, las preocupaciones y las áreas de interés de los jóvenes, y articularlos en la enseñanza de los diferentes elementos de aprendizaje.