domingo Ť 18 Ť marzo Ť 2001
Néstor de Buen
Una sabrosa entrevista
Me confieso fan de Julio Scherer y de Marcos. Admiro su inteligencia, el fino humorismo, la claridad de la expresión, algo de autocrítica, su clara complicidad mostrada en sus risas compartidas y una capacidad creativa sobre la marcha que hicieron evidente en esa entrevista histórica que nos obsequiaron.
El ambiente de madrugada, con fondos de iglesia y, a veces, campanitas más estridentes de lo conveniente para mi difícil audición, no podía ser más original. Austero (sillas para no sentarse) y, por si fuera poco, con el complemento brevísimo de la figura de Tacho, entre sombras.
Muchas cosas. Entre ellas esa distinción entre ser revolucionario y ser rebelde que me obligó a una investigación enciclopédica y que me ha puesto a pensar. Porque hace la revolución quien quiere romper las instituciones y sustituirlas. Es rebelde el desobediente, el que expresa su inconformidad con las cosas. La revolución suele ser violenta -en mi concepto no siempre- y la rebeldía casi un síntoma de simple inconformidad que aspira al cambio, pero que no emprende las tareas para producirlo. En el fondo un mensaje subliminal de Marcos.
Julio le preguntó si creía ser carismático. Ante la respuesta negativa apuntó Julio algo importante: "No me imagino a usted mostrando cosas a sabiendas de que no son ciertas. Usted no se puede dejar de reconocer como lo que es, que atrae a muchísima gente".
La réplica del subcomandante extraordinaria: "Hay un vacío. Es que hay un vacío en la sociedad. Hay un vacío que se tiende a llenar de una u otra forma. El vacío que llenó Fox en el campo del área política, no significa que sea lo que aparentemente pudiera o debiera ser. Lo mismo ocurre con Marcos".
Sentí hacia Marcos una especie de admiración nueva. Porque su evidente imaginación ante una computadora que da margen para las pausas y repensar e inclusive corregir textos, quedó superada por la respuesta al reto de Julio Scherer de crear, sobre la marcha, un cuento. Y me encantó su cuento y me hizo gracia su frase final: "šQué mal me salió!".
Pero hay otras cosas importantes. Me da la impresión de que hay un juego de tres bandas protagonizado por algunos representantes del PAN, de manera especial Diego Fernández de Cevallos, aunque no es el único, con tiros a la banda de Marcos para que repercutan en la de Fox.
Es cada vez más evidente que el PAN no ganó las elecciones y que Fox es el primer presidente con tres grandes partidos de oposición: PRI, PRD y PAN. El grupo de Diego está, sin la menor duda, tratando de aprovechar las circunstancias para hacer presente su oposición a cuanto Fox intente, entre otras cosas, que se lleve a cabo la visita de Marcos y sus comandantes al Congreso de la Unión.
El juego es delicado y el pretexto invocado por algún diputado del PAN en una entrevista difundida en el Canal 40 con Denise y Ciro, me parece pueril: no hay disposición que autorice al Congreso a recibir a extraños, y como los órganos del Estado sólo pueden hacer lo que la Constitución y la ley les permiten, recibir a la delegación zapatista excedería de sus funciones.
Ni la Constitución ni la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos otorgan una facultad expresa en ese sentido pero, por ejemplo, el artículo 108 de la ley faculta a las comisiones que se integren en el Senado para ocupar los espacios físicos necesarios para su trabajo y para la celebración de sus reuniones plenarias. En la Cámara de Diputados es más que frecuente que se invite a especialistas a participar en reuniones con sus miembros. Lo digo con conocimiento preciso de causa ya que he sido invitado hace poco tiempo y mi conferencia se desarrolló en el Salón Verde, que es local oficial, no en la cafetería.
Me temo que las pasiones al interior de los partidos, particularmente el PAN, están creando obstáculos que ponen en riesgo muchas cosas. Hoy, a diferencia de los días de la caravana, no soy tan optimista respecto de su resultado.
Con razón me cuentan que Diego, a preguntas de un colega en el Senado sobre los propósitos a futuro del PAN contestó que eran ganar la Presidencia de la República.
Un gran abrazo a Marcos y a Julio. Merecen la más cordial de las felicitaciones. Y Marcos debe llevar su mensaje al Congreso. Lo exige México.