Ť El premio me ayudará para filmar mi próxima película, dice Jacek Bromski
El cine debe hacernos pensar para solucionar nuestros problemas, dice Salvador Aguirre
Ť El director de De ida y vuelta lamenta que su cinta aún no se estrene en México
JORGE CABALLERO ENVIADO
Mar del Plata, Argentina, 17 de marzo. El director mexicano debutante Salvador Aguirre, que fue galardonado con el premio a la Mejor Película de América Latina por su drama De ida y vuelta, en el 16 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata comenta: "No sé porque todavía no se estrena en México; gané en la pasada Muestra de Cine de Guadalajara y todas las películas que se dieron ahí ya las estrenaron: El país de no pasa nada, En un claroscuro de la luna, Crónica de un desayuno y la nuestra no; a pesar de que la película ha gustado en Festivales de Alemania, Canadá, Japón, Chicago y en Puerto Rico ganamos el Premio del Gran Jurado".
De ida y vuelta muestra la problemática de los campesinos mexicanos que emigran a Estados Unidos y la dura relidad/desarraigo de volver a su país. Antes de recibir el premio fue entrevistado por La Jornada, esto fue lo que nos comentó de su ópera prima.
-Alguna vez oí que la realidad es muy atroz como para que vayas al cine a que te la restrieguen.
-No estoy de acuerdo; creo que el cine es una manera de hacernos pensar y reflexionar y no nada más perder el tiempo dos horas para que se te olviden los problemas; entre más pensemos más fácil encontraremos la solución a los problemas. Me interesé en el tema porque me daba puerta para hablar de otras cosas que quería decir, México es terriblemente racista, tema del que no se habla, sólo que no nos asumimos. El hecho es que el personaje principal es una especie de renegado que se la pasa diciendo a su amigo "pinche indio", cuando en realidad él es el que tiene rasgos más indígenas.
-¿Qué papel juega el desarraigo cultural en tu película?
-Por eso se llama De ida y vuelta, porque de repente los imigrantes ya no son ni de aquí ni de allá, siempre tienen que estar en las dos aguas; aunque no suceda igual en todos los casos, pues los hay que se sienten orgullosos de ser mexicanos, siguen mandando dinero y respetando sus tradiciones.
-¿Cómo le ha ido a la película?
-Los cines llenos. Imagínate, en Tokio las salas llenas las tres funciones y aquí en Mar del Plata ¡lo has visto, llenazos! Lástima que todavía no se estrene en México.
Hasta el hambre se nos quitó: Bromski
Por su parte, el director ganador del Ombú de Oro Jacek Bromski, como mejor película, por It's me, the thief (Soy yo, el ladrón), comentó cómo recibió la noticia del premio: "Estaba en la playa con mi esposa. Queríamos ir a comer. Regresamos al hotel y me encontré con el mensaje de que había conseguido el Ombú de Oro, ¡hasta el hambre se nos quitó! Creo que lo festejaré con un ayuno para dar gracias".
-¿Se sorprendió con los tres premios que obtuvo?
-Gratamente, el venir acá a la Argentina es ya un premio. Estaba un poco preparado porque ayer comiendo me encontré con gente de la Organización Católica que me felicitaba, pero ¡no creí que fuera tanto!
-¿Qué significa el premio para usted?
-Me ayudará para filmar mi nueva película que es un tema no muy comercial.
-Este relato de jóvenes ladrones, ¿tiene algo que ver con la realidad polaca?
-Lo que presenta la película no es la realidad polaca, pero sí una parte. El paso del comunismo al capitalismo, aparte de provocar avances ha contribuído a acentuar las desigualdades, como se ve en la película.
-¿En qué estado de salud está la cinematografía polaca actualmente?
-Se producen 20 filmes por año y tienen una buena acogida dentro del público polaco, a pesar de que la industria americana elimina al resto de producciones francesas, italianas, alemanas y otras.