Impugnan industriales el proyecto foxista de reforma tributaria

Ť Canacintra ''no ve con buenos ojos'' el gravar alimentos, medicinas, transporte y otros

Ť El presidente Fox argumentó que la recaudación fiscal es una de las más bajas del mundo

DAVID ZUÑIGA Y JOSE ANTONIO ROMAN

Con la vista baja, el rostro serio y las manos entrelazadas, el presidente Vicente Fox escuchó un discurso inesperadamente duro del presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Raúl Picard del Prado, quien acusó al gobierno federal de buscar no una reforma fiscal integral, sino simples modificaciones ''para salir del paso'', a costa de los pobres y las clases medias.

Más aún, el dirigente empresarial emplazó al mandatario para que de una vez se presente al sector privado la iniciativa completa de reforma tributaria, pues hasta ahora sólo han recibido datos aislados, además de que no se les ha consultado. ''Nosotros tenemos propuestas claras'' para la reforma fiscal, aclaró, y exigió ser tomados en cuenta.

Picard señaló que la Canacintra ''no ve con buenos ojos'' que como eje fundamental de esa reforma se encuentre la gravación a los alimentos, medicinas, transporte público, libros y las consultas médicas y hospitalarias, que sin duda incidirá en los estratos poblacionales económicamente más débiles y, de manera fundamental, en la ''ya tan golpeada y heroica decente clase media mexicana''.

A la larga lista de cuestionamientos, interrumpidos varias veces por los aplausos de los empresarios asistentes, quienes incluso llegaron a gritar ''duro/ duro/ duro'', Fox respondió de manera sumamente tímida. Dijo que la reforma fiscal propuesta por su gobierno ''no se trata de un parche más'', sino del más sólido esfuerzo de estructurar las finanzas públicas sanas, que mantengan el rumbo y fortaleza de la economía.

En la ceremonia donde el Ejecutivo tomó la protesta a la reelecta directiva de la Canacintra, y luego de escuchar sus fuertes reclamos, Fox les recordó que es precisamente la evasión de los empresarios informales, entre otros factores, lo que más ha minado a las finanzas públicas, impidiéndole un crecimiento al país. Según el Presidente, 40 por ciento de la actividad económica se da en la informalidad. ''Son empresarios como ustedes... pero que no pagan impuestos''.

Argumentó que el ingreso fiscal nacional es uno de los más bajos del mundo, pues la recaudación es de 10 por ciento del PIB, cuando para otros países como Chile, Argentina o Brasil representa el 20, mientras en Estados Unidos es casi del 30 y para Europa va de 40 por ciento hacia arriba. ''No es viable el desarrollo con el ingreso fiscal que México tiene hoy. No hay recursos con los cuales podamos cumplir los compromisos establecidos en la Constitución y los compromisos establecidos con cien millones de mexicanos''.

En un tono conciliador, con el que omitió dar respuesta a varios de los reclamos, el Presidente pidió a los empresarios analizar y apoyar su propuesta de reforma fiscal. ''¿Cuánto estamos dispuestos a invertir para tener un país a la altura de lo que vemos en otros lugares del mundo y que a veces nos da verdadera envidia?'', se preguntó. Sostuvo que la justicia ya no se hace por la vía del ingreso, sino por la vía del egreso.

Junto con Fox, los reclamos de los empresarios también fueron escuchados por Santiago Levy, director del IMSS; Eduardo Sojo, coordinador de políticas públicas; Luis Ernesto Derbez, secretario de Economía, y Ernesto Martens, de Energía, quienes acudieron como invitados a la clausura de la 60 asamblea general ordinaria de la Canacintra, en la cual resultó reelecto Picard del Prado para el periodo 2001-2002.

Picard calificó de ''indignante'' que en México haya menos de 9 millones de contribuyentes, cuando la población económicamente activa es de 39 millones.

''La autoridad fiscal ha revelado que sólo 10 por ciento de los mexicanos somos quienes fundamentalmente mantenemos con nuestros tributos al resto de la población, y por supuesto al gobierno'', dijo el representante empresarial.

Enlistó propuestas para promover una estrategia de desarrollo industrial a largo plazo, entre las que mencionó mejorar las condiciones de acceso al financiamiento, reconstruir cadenas productivas, fomentar la investigación y el desarrollo tecnológico en la empresa para impulsar la competitividad, integrar a las micro, pequeñas y medianas empresas como proveedoras del gobierno, invertir en infraestructura productiva, buscar el desarrollo regional y sectorial y fortalecer la calificación de la fuerza de trabajo para elevar la productividad.

Picard sugirió reducir la tasa del impuesto sobre la renta (ISR) de 40 a 25 por ciento, y no a 32 como ha propuesto el gobierno, a fin de reactivar el mercado interno e incentivar a las clases medias a que creen negocios y empleos.

Raúl Picard fue reelecto para el periodo 2001-2002, en una asamblea a la que acudieron 75.68 por ciento de los socios empadronados. En la reunión también se aprobaron cambios estatutarios: ahora sólo se requerirá acreditar cinco años continuos de trabajo en la cámara para ser elegible a presidirla; asimismo, se acordó eliminar de la contienda al candidato que descalifique a la Canacintra o a su contendiente, y se aplicarán controles más estrictos para evitar que el dirigente pueda cometer abusos con los gastos de representación.