MARTES Ť 20 Ť MARZO Ť 2001
Ť Deuda Fobaproa-IPAB, rescate carretero, Pidiregas y pensiones, destacan analistas
La mitad del presupuesto 2001, a pagar errores del pasado
PATRICIA MUÑOZ RIOS
La mitad del presupuesto federal del 2001 se tendrá que destinar al pago de la deuda pública que se tiene en el Fobaproa-IPAB, el rescate carretero, los Programas de Inversión de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas) y la reforma al sistema de pensiones, advirtió el Adolfo Sánchez Almanza, analista y maestro del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al presentar un análisis sobre las necesidades y perspectivas del Financiamiento para el Desarrollo Urbano Regional en México, señaló que cuatro renglones absorberán casi el 50 por ciento de los ingresos federales de este año, por lo que sólo se podrá destinar a los planes de crecimiento y desarrollo del país lo que quede del presupuesto luego de que el gobierno pague el costo de los ''errores'' de administraciones pasadas.
Sánchez Almanza participó en la presentación del XI Seminario de Economía Urbana y Regional 2001 que se llevará a cabo del 27 al 29 de este mes y que es organizada por el propio instituto, el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad y el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de esta universidad, así como el Colegio Mexiquense.
En este foro apuntó que es conocida la debilidad de los ingresos públicos de México y la necesidad de la reforma fiscal, ya que el coeficiente de tributación se estima entre 11 y 13 por ciento del PIB, lo que evidencia la reducida capacidad de acción del gobierno, en tanto que son onerosos los pagos destinados a sanear la banca y la poca disponibilidad de recursos para el desarrollo.
Esto se agrava porque los gobiernos federales y locales se enfrentan a una severa escasez de recursos para financiar el desarrollo debido al círculo perverso de carencia de capital (presupuesto insuficiente), elevados costos financieros (alto riesgo por marco jurídico inseguro), mínima inversión, baja producción, escaso empleo e ingreso, deterioro en las condiciones de vida, pérdida de capital humano (emigración) y falta de proyectos de inversión y otra vez carencia de capital.
Además, en México los municipios se enfrentan a una grave polarización económica productiva, pues en 10 por ciento de ellos se genera 80 por ciento del PIB nacional, mientras la mayoría restante no cuenta con condiciones favorables para la inversión.
Este cuadro se complementa con la reducción del crédito de la banca comercial, el cual ha disminuido por las altas tasas de interés ''como se sabe, se ha mantenido un diferencial importante entre las tasas activa y pasivas; por ejemplo, se aplica una tasa a los usuarios de tarjeta de crédito que alcanza en algunos bancos hasta 45 por ciento, mientras el pagaré paga 9.5 por ciento, lo que refleja una elevada utilidad para los bancos y una pesada carga que desestimula el uso de crédito e inhibe el ahorro'', explicó.
También participó en esta mesa Francisco Rodríguez Hernández, secretario académico del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, quien sostuvo que en México cerca de 54 por ciento de la población sobrevive en condiciones de indigencia, es decir, sus recursos no alcanzan para satisfacer siquiera sus necesidades de alimentación.
Destacó que la pobreza es de tal magnitud que se ha convertido en el principal obstáculo para acceder al desarrollo, y remarcó que hay insuficiente inversión productiva en el país, lo que no permite avanzar en los planes de crecimiento.