Ť Es el quinto agente capitalino que fallece este año en cumplimiento de su deber
Muere policía preventivo al intentar frenar atraco a local de Liconsa
Ť Asegura Leonel Godoy que los deudos y beneficiarios del uniformado recibirán más de 330 mil pesos Ť Pide auxilio del gobierno de Vicente Fox para resguardar edificios federale
SUSANA GONZALEZ BERTHA TERESA RAMIREZ
Al impedir un asalto en una lechería Liconsa, localizada en la colonia Pantitlán, delegacion Iztacalco, un policia preventivo de la Secretaría de Seguridad Publica murió al recibir dos balazos de arma de fuego de alto calibre, conocidas como cuernos de chivo.
Noé Alfonso Justo Martínez, de 24 años de edad, y cuatro de servicio en la SSP, se convirtió así en el quinto policía capitalino que fallece "en cumplimiento de su deber" en lo que va de este año. Y cabe recordar que en el 2000 perecieron cinco policías preventivos, 14 efectivos de la Policía Auxiliar y cinco más de la Policía Bancaria e Industrial.
Respecto de este hecho, y luego de lamentar la muerte del efectivo, el secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy, dijo que la ciudad de México necesita el auxilio de la autoridad federal para resguardar edificios e inmuebles federales. Así, hizo un llamado para que "ellos también protejan sus propias instalaciones, porque nosostros lo hacemos, pero requerimos el apoyo de las autoridades federales".
El funcionario dijo que la muerte de este policía refleja que así como existen elementos criticados por sus acciones también "hay otros que han estado enfrentando decididamente a la delincuencia, en este caso incluso en condiciones desfavorables ".
Godoy Rangel destacó que el agente cayó en el cumplimiento de su deber y su familia no quedará desamparada. Así, la SSP informó que por seguros de vida institucional y por muerte accidental, los familiares y beneficiarios de Justo Martínez recibirán más de 330 mil pesos.
En relación a sí se haría necesario que el gobierno federal autorizara a la policía capitalina utilizar armamento de alto calibre para enfrentar a la delincuencia, Godoy indicó que esto es algo que se tendría que revisar, pues esta disposición también obedece a cuestiones técnicas, ya que la policía capitalina tiene una función distinta a la del Ejército: maneja patrullas y personal pie a tierra para lo cual no es adecuado el uso de este tipo de armas, debido a su tamaño, peso y costo.
Sin embargo, dijo que consultará a la Sedena sobre si es posible entregar armas de mayor calibre a los policías capitalinos, quienes no disponen de armas nuevas y en muchas ocasiones son requeridos por dependencias federales, como fue el caso de Liconsa, a las cuales se les apoya en lo posible.
Los hechos
La muerte de Noé Alfonso Justo Martínez ocurrió ayer, antes de las seis de la mañana, cuando patrullaba las calles de la colonia Pantitlán, junto con su compañero Iván Loarte Vera. Al llegar a la esquina de Calle 5 y Xochimilco, los uniformados se percataron de que seis individuos armados se encontraban en el local de Liconsa, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, y donde el litro de leche es vendido a tres pesos para las familias de escasos recursos.
Al verse descubiertos, los delincuentes emprendieron la huida sin cometer el asalto pero alcanzaron a disparar contra los uniformados que viajaban en la patrulla 25067 del sector 25-Iztacalco.
Aunque ambos elementos portaban chaleco antibalas, Justo Martínez, quien viajaba del lado del copiloto, recibió dos disparos ?uno en la cabeza y otro cerca de la axila izquierda? mientras Loarte Vera no sufrió lesiones severas.
Un helicóptero del Agrupamiento Cóndores fue enviado al lugar para trasladar al herido hacia un hospital, pero la aeronave ni siquiera aterrizó porque la muerte de Justo Martínez fue inmediata.
El cuerpo fue levantado dos horas después
El cuerpo del elemento fue levantado un par de horas después por peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y luego de habérsele practicado la autopsia fue entregado a sus familiares.
Justo Martínez era soltero y vivía en el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl, donde sería velado por sus padres Alfonso Justo Pérez y Sebatiana Martínez Luna, de 50 y 44 años de edad respectivamente, así como parientes, vecinos y sus compañeros uniformados del sector Pantitlán. Se prevé que su cuerpo sea trasladado al poblado de Tecomaxtlahuaca, en la zona de la mixteca del estado de Oaxaca y no se descarta que durante esta mañana se le rinda un homenaje póstumo.
De acuerdo con la SSP, al ser las beneficiarias de las prestaciones sociales y laborales de Justo Martínez, la madre y la hermana del uniformado recibirán más de 330 mil pesos derivados de los siguientes conceptos: 182 mil 468 del Seguro de Vida Institucional; 150 mil por parte del Seguro por Muerte Accidental que otorga la Aseguradora Inbursa y 10 mil pesos más proveniente del llamado pago de marcha.
Además los familiares mencionados tendrán derecho al pago de la pensión correspondiente y la cual equivale al cien por ciento del salario base que recibía el elemento así como las aportaciones acumuladas del sistema de ahorro para el retiro (SAR).
Antes de Justo Martínez, cuatro uniformados más murieron este año en el Distrito Federal en circunstancias similares, tres de ellos el mes pasado y uno más el 24 de enero. Horacio Santiago Hernández fue el primer policía asesinado por maleantes al evitar que una sucursal de Banrural fuera asaltada; Rafael Martínez Pedraza hizo lo mismo en un Café Internet el 12 de febrero y Jesús Juárez Martínez en una agencia de viajes el 28 de febrero, mientras Remigio Ramírez Armando falleció al intentar evitar que dos personas lo despojaron de su arma de fuego.