MARTES Ť 20 Ť MARZO Ť 2001

Ť Si no se procura un "gran control", la frontera sur representaría "un factor de riesgo"

Sería "devastadora" para el campo la llegada de la aftosa a México: FMVZ

Ť La súbita suspensión de exportaciones "distorsionaría todo el mercado nacional de carnes", afirma

KARINA AVILES

La suspensión "súbita" de exportaciones animales, que afectaría a todo el mercado nacional de cárnicos; un efecto "devastador" para la ganadería y en general para la economía del país, sobre todo para el agro, sector en que se concentra la pobreza extrema del país, serían algunas consecuencias de la llegada a México de la fiebre aftosa, enfermedad erradicada aquí desde hace 47 años, explicaron especialistas de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, al advertir que si no hay "gran control" con la frontera sur, "es un factor de riesgo".

Everardo González, coordinador del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal, de la FMVZ, indicó que en el país hay más de 3 millones 200 mil unidades de producción con animales, 75 por ciento de ellas para autoconsumo. Hay 30 millones de bovinos, casi siete millones de ovinos y poco más de nueve millones de caprinos.

México exporta permanentemente entre 600 mil y 750 mil becerros a Estados Unidos, y ha llegado a exportar más de millón y medio. "Suspender súbitamente estas exportaciones distorsionaría todo el mercado nacional de carne y cerraría la salida tradicional de mercado a decenas de miles de productores, y eso nada más por el lado de este producto", afirmó.

Por otra parte, expresó, la "frontera sur es aún muy permeable para muchas cuestiones y no tenemos suficiente control de con qué países están comercializando ellos (los países vecinos de esa zona)". Indicó que Belice tiene enorme intercambio comercial con Gran Bretaña --país en donde surgió recientemente un brote fuerte de la enfermedad-- y si no hay un gran control en la frontera sur, "es realmente un factor de riesgo".

Añadió que el clandestinaje --sacrificio ilegal de animales sin inspección veterinaria-- "juega un papel importante y es lo que más preocupa, pues finalmente lo que se controla debe cubrir ciertas reglas, pero en el clandestinaje no hay quien pueda controlar".

Juan Antonio Montaño, de la FMVZ, explicó que la aftosa es producida por un virus que afecta principalmente a bovinos, ovinos, caprinos y porcinos, y que aunque no la adquieren los humanos, es la enfermedad más temida por los veterinarios, porque daña a todos los animales del rebaño y se difunde rápidamente.

Explicó que se caracteriza por producir ampollas en hocico, paladar, encías, labios, lengua, tetas y patas de las bestias. Y aunque los animales no mueren, enflacan y no dan leche, lo cual tiene repercusiones en la economía.

La enfermedad persiste largo tiempo en el terreno y en los animales, y por esa razón puede ser transportada fácilmente por tierra o por viento, dijo.

"Puede trasladarse en neumáticos de vehículos, en los zapatos de las personas, en los cascos de los caballos, aunque a estos últimos no les dé la fiebre aftosa".

Por lo anterior, llamó a los ciudadanos que viajan fuera del país a no portar consigo productos de origen animal.

Armando Mateos, también de la FMVZ, manifestó que en México existen organismos y grupos especializados para enfrentar la fiebre aftosa: "No podemos estar esperando o pedir a dios y a la virgen que no llegue" la enfermedad.

El profesionista recordó que entre 1946 y 1954 hubo una epidemia de aftosa en el país, y que entonces se sacrificó un millón de cabezas de ganado --el denominado Rifle Sanitario-- medida que provocó gran descontento socia.