UEVES Ť 22 Ť MARZO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
EL PRESIDENTE Fox acalló con buen discurso a quienes, como el autor de estas líneas, habían denunciado la pretensión de mantener a Benito Juárez en el clóset de Los Pinos incluso el día de su natalicio.
EN EL PATIO de honor de Palacio Nacional, frente a la elite del poder público, leyó un texto indudablemente pensado para en- frentar los temores generados por el desdén o la abierta confrontación que el panismo y el foxismo han mantenido contra la figura del indio de Guelatao y su significado político e ideológico.
EL PRIMER párrafo de su intervención fue directo: "Benito Juárez es el mexicano más universal de nuestra historia. Su obra, y los principios que la inspiran, representan un patrimonio que honra a todos los mexicanos y mexicanas, por encima de afinidades políticas y diferencias ideológicas. Su figura forma parte del pasado común que nos une y que nos convoca".
ENSEGUIDA EXPRESO el que a juicio de este tecleador sería el principal pronunciamiento: "El cambio político no obliga a la ruptura con nuestra historia. Se equivocan quienes lo supongan. La relevancia de esa historia fecunda no puede explicarse al amparo de sentimientos partidarios, porque entonces caeríamos en el error de conmemorar u olvidar hechos históricos por razones exclusivamente políticas". Hoy que los mexicanos reconocemos el valor de la tolerancia, "Juárez debe de ser razón para la unidad", añadió el Presidente.
TAN PLAUSIBLES consideraciones generales aterrizaron, sin embargo, en el terreno de la visión derechista, individualista, que considera la tal "superación personal" como el motor de la historia: Juárez fue puesto como ejemplo de lo que puede hacer un individuo pese a los terribles obstáculos puestos en su camino. "Juárez --explicó Fox-- es un ejemplo único de fuerza de voluntad para todos nosotros, y especialmente para nuestras chiquillas y chiquillos. Es un ejemplo de esa fortaleza para superarse personalmente". Entendido como el superstar zapoteco de la autoayuda, Juárez fue calificado como "indio audaz", "con orgullo de raza, pero con visión de nación y amor a los suyos". Esa especie de antecesor oaxaqueño de Miguel Angel Cornejo sería el tipo de mexicano e indígena que Fox desearía: "Este es el espíritu que queremos promover y ver en cada comunidad: el espíritu de superación, de integración, para lograr el progreso y el bienestar".
COMO HABRA adivinado el intrépido visitante del Astillero, el Presidente de México llevó la nave histórica del juarismo a los mares políticos del momento. En una parte de su discurso, el jefe del Estado mexicano advirtió: "Los mexicanos y mexicanas hemos dejado muchos anhelos en luchas infructuosas. Es momento de que entendamos que el enfrentamiento no es opción para nadie, y que la paz sólo se construye con la voluntad de todos y de todas". Antes de reiterar que su gobierno "busca la paz, no la capitulación de los zapatistas", Fox precisó que "en una democracia que ha iniciado su consolidación, no tienen utilidad aquellas actitudes en las que se expresa el terrible dilema del todo o nada".
EN OTRO ESCENARIO, el de la UNAM, el subcomandante Marcos trazaba un dibujo distinto al foxista. Para los poderes económico y político, los seres humanos son sólo números, estadística, clave de facturación o de identificación. "Allá arriba --explicaba Marcos-- nos dicen que lo más importante es el individuo. Que hay que preocuparse de uno mismo, no de los demás (...) que no hay más libertad que la individual y la personal". Allá arriba, agregó el subcomandante, "nos dicen que sólo importa uno en particular, el uno que es cada uno, es decir, el uno que es... un número".
INDIVIDUALISMO, SUPERACION personal, autoayuda, no compaginan con lo dicho en Ciudad Universitaria. En ese sistema "valemos como personas si acumulamos más números que el resto. Seremos reconocidos si escalamos sobre los demás, no junto con los demás. Por cada hombre o mujer exitosos hay millones sobre cuyo fracaso se construyó el éxito de uno solo. Y los argumentos para el éxito son, otra vez, los números: tantos millones acumulados, tantos millones robados, tantas propiedades sumadas, tantas propiedades usurpadas".
LA JORNADA JUARISTA se completó con el inicio de la gira presidencial por California, Estados Unidos. Dada su reconocida capacidad para decir ante cada auditorio lo que éste desea escuchar, el Presidente había cumplido su propósito de elogiar resultados de la lucha juarista que, sin embargo, su gobierno está poniendo en entredicho. (No se trata sólo de hechos simbólicos, como el retiro del retrato de Juárez para colocar el de Madero, o los pasos abiertos que se dan para acotar el laicismo oficial y privilegiar las relaciones con la cúpula de la Iglesia católica, o los discursos oscurantistas del secretario del Trabajo conminando a las mujeres a regresar a la abnegación doméstica, o la indefinición respecto al acto conmemorativo de ayer y la tentación de relegarlo en aras del viaje californiano).
LOS TEMORES que pudieron haber sido disipados por un discurso pronunciado en Palacio Nacional habrían de retornar el mismo día al escuchar al presidente de México en Sacramento, capital de California, explicando a reporteros que está trabajando en el diseño de una política energética para América del Norte.
PERO, QUE no se alarmen Benito Juárez y otros "preocupones" similares: "Yo creo que es para beneficio de todas las partes el poder hacer estos intercambios sin que nadie pierda soberanía, sin que nadie pierda sus recursos, sino los utilicemos óptimamente para beneficio de nuestros respectivos países, nuevamente como una alianza para la prosperidad".
OTRO APLACON A las eventuales reticencias juaristas lo dio Fox cuando le pidieron su respuesta "al planteamiento del presidente Bush de poder invertir en operación-explotación del gas natural en México": "Bueno --explicó--, esas son decisiones que corresponden a México. Nosotros tomaremos estas decisiones con base en los intereses de México y los mexicanos, pero a la vez, a la vez siempre estaremos dispuestos a ver hacia el futuro y buscar estos caminos comunes en una política de energía común". Entonces, añadió, "sin alterar en lo absoluto ni afectar la soberanía y las decisiones que corresponden exclusivamente a México y a los mexicanos, siempre habrá nuestra voluntad de trabajar en acuerdos estratégicos, en acuerdos que nos beneficien a ambas partes".
ESA GRAN voluntad produce resultados rapidísimos. Ayer mismo, Fox aseguraba a los californianos que México les ayudará a resolver su crisis energética (como también están seguros los mandos estadunidenses de que México dará agua a agricultores fronterizos angustiados por la sequía que será paliada por el gobierno foxista, dispuesto a pagar estas deudas hidráulicas así sea quitándole a los propios lo que habrá de darse a los buenos vecinos).
ANOCHE MISMO, ante la legislatura californiana, Fox dijo: "no perderemos de vista las necesidades estratégicas de la región en la búsqueda de nuevos mecanismos de producción, venta o intercambio de energía. Buscaremos ser socios cercanos y eficaces para enfrentar los problemas que generan la escasez de recursos o las imperfecciones del mercado".
Y, PARA que no haya dudas: la energía eléctrica con la que México abastece a ese estado, "podrá aumentar en el futuro cercano, este mismo año, en cuanto tengamos disponible una mayor producción energética. A ello me comprometí con el gobernador Davis y me comprometo ahora con ustedes", dijo a esa honorable Legislatura.
šAH! šSi Juárez no hubiera muerto...!
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