JUEVES Ť 21 Ť MARZO Ť 2001


Ť Función especial de estreno de la obra de Michael Frayn en el Foro Shakespeare

El conflicto ético de los científicos creadores de la bomba atómica, tema de Copenhague

Ť Aborda preguntas sobre el uso de la tecnología y la ciencia con fines bélicos: Espinosa

CARLOS PAUL

Después del lanzamiento de la bomba atómica ocurrido en 1945 sobre la población civil de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki (que dejó más de 200 mil víctimas, 95 mil mortales), surgió en ciertos ámbitos intelectuales una intensa discusión ?que aún persiste? acerca del uso de la tecnología y de la ciencia con fines bélicos. Antes de aquellos trágicos sucesos, entre los científicos que estuvieron involucrados de manera directa en la carrera atómica destacan los físicos Niels Böhr y Werner copen1Heisenberg, personajes que son retomados por el dramaturgo británico Michael Frayn en su obra Copenhague, que será estrenada el jueves 29, a las 20:30 horas, en función especial en el Foro Shakespeare (Zamora 9, colonia Condesa) con la dirección escénica de Mario Espinosa.

Fascinación por la ética

No obstante que se aborda la física cuántica, la bomba atómica y la Segunda Guerra Mundial, ''en realidad el tema de la obra gira en torno del conflicto ético de los científicos involucrados", puntualiza el creador escénico.

La ficción comienza a partir del encuentro verídico entre ambos científicos en 1941, cuando Alemania ocupó Dinamarca. ''Como nadie sabe qué se dijeron, el dramaturgo se imagina esa conversación".

Es una puesta, dice Espinosa, en la que se abordan ''las preguntas que nos hacemos respecto del uso de la tecnología y la ciencia con fines bélicos y, en particular, en relación con la bomba atómica, arma que sólo se ha usado, con toda intención, en dos ocasiones sobre la población civil".

Asimismo, se plantea la pertinencia de construir y emplear la bomba atómica. ''¿Debo o no construir la bomba atómica para Adolfo Hitler?", se cuestiona el científico. ''¿ Quiso hacer la bomba y no pudo o, no quiso hacer la bomba atómica?", se preguntan los demás. ''En esta historia se escucha la respuesta, la voz del derrotado y la de los que vencieron", apunta Espinosa, cuya decisión de llevar esta obra a la escena se debe ''a mi fascinación por la ética, tema que plantea preguntas sobre qué se quiere, se puede y debe hacer, en circunstancias límite.

''Nosotros ?añade? podemos vivir con ciertas situaciones cotidianas, con algunas paradojas y contradicciones sin que ocurra nada extraordinario. Sin embargo, ante una situación límite se deben tomar decisiones que pueden cambiar ?como en este caso? desde el curso de la historia hasta el rumbo de nuestras vidas personales de manera definitiva, y en ese sentido considero que esta obra indaga la elusividad de la verdad."

Cien años de la física cuántica

Por otro lado, ''si hay algo que cambió el siglo XX fue la física cuántica, que cumplió cien años de haber entrado al panorama de la ciencia humana y hasta la fecha no es un conocimiento del dominio público como el psicoanálisis, ampliamente divulgado que hasta quienes jamás han leído a Sigmund Freud utilizan terminología freudiana".

La física cuántica ''modificó de manera profunda nuestra vida. Haber llegado simplemente a la bomba atómica nos explica en gran parte cómo se desarrolló la guerra fría, conflicto en torno del cual giró el mundo durante mucho años.

''Esos temas (la ética y la física cuántica) que se conjugan con las intensas contradicciones, intereses y pasiones de los científicos son los que confluyen en la obra, como una manera de acercarnos a ese mundo que tanto tiene que ver con nosotros."

Respecto del texto dramatúrgico de Michael Frayn, Espinosa comenta: ''Fue acogido por la Comunidad Europea como una obra básica para comprender su historia. No obstante, considero que la universalidad del texto rebasa el ámbito europeo. Es un planteamiento (de los conflictos éticos) que nos involucran a todos".

El reparto de la obra Copenhague esta integrado por Claudio Obregón como Neils Bohr, Julieta Egurrola como su esposa Margrethe y Luis Miguel Lombana como Werner Heisenberg.


Nudos coincidentes

Por una de esas casualidades que ocurren en el ''incierto territorio de la literatura", la temática de Copenhage, guarda ''asombrosa coincidencia artística" con la novela En busca de Klingsor, del joven escritor mexicano Jorge Volpi, quien al respecto apuntó, en el número de marzo, de la revista Letras Libres: ''La obra de Frayn fue estrenada en el Real Teatro Nacional de Londres, en mayo de 1998. En esas mismas fechas, y sin que tuviese conocimiento de este dato, yo concluía la última parte de la novela, a la cual me había dedicado durante los últimos cinco años.

''No fue sino hasta junio o julio de 1999, gracias a la recomendación de varios amigos que habían estado en Londres en esa época ?y particularmente a la generosa intervención de Carlos Fuentes, quien en una nota periodística se encargó de comentar el asunto?, que yo mismo descubrí el extraño vínculo que me unía al dramaturgo (...)

''Cuando finalmente tuve entre mis manos un ejemplar impreso de Copenhague, mi sorpresa no pudo ser mayor. En efecto, las páginas de Frayn tenían como protagonistas a Heisenberg y Bohr, así como a la esposa de este último, Margrethe, y ponían en escena exactamente la misma cita que yo había recreado en las páginas de la novela. Y aunque en realidad En busca de Klingsor toca muchos otros temas, debido a su extensión y a la diferencia sustancial que existe entre una obra narrativa y otra teatral, lo cierto es que uno de los nudos de la acción novelística se centra en el encuentro sostenido en Copenhague, en septiembre de 1941, entre dos de los físicos más importantes del siglo XX."