LUNES Ť 26 Ť MARZO Ť 2001

Magdalena Gómez
 
Tequio por la paz
 
El debate del Congreso de la Unión para decidir que el EZLN haga uso de la tribuna en la Cámara de Diputados y no en la de Senadores permite tomar el pulso político e ideológico del Poder Legislativo. Los senadores quedaron marcados por la prevalencia del conservadurismo, pese a que las posiciones progresistas lograron un considerable número de adhesiones.

Si por las vísperas se sacan los días, a la aprobación de la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas todavía le esperan escollos serios para alcanzar los votos necesarios. Porque resulta difícil pensar que quienes se negaron a la intervención zapatista y privilegiaron una visión decimonónica del Congreso y sus "símbolos" asuman la posición flexible y con apertura de miras que requiere el análisis constitucional del campo indígena.

De cualquier manera, y pese a lo reñido de las votaciones en ambas cámaras, no es mal punto de partida el contar prácticamente con la mitad de los legisladores a favor de una causa que hasta antes del primero de enero de 1994 no estaba en el horizonte del Poder Legislativo.

Cada partido se midió y confrontó en esta decisión. Del PRD era de esperarse que cerrara filas a favor, pero en el PRI fue sorpresivo que, en medio de su crisis de liderazgo, lograra aglutinar considerable número de sus legisladores y legisladoras a favor de la participación zapatista en la tribuna de la Cámara de Diputados.

Que el senador Bartlett votara con su partido y no con Diego Fernández anuncia espacios posibles de negociación, si se pone en juego el interés de la nación. Más allá de los mensajes que todo esto encierra en torno a una real división de poderes, y por ende de la relación con el presidente Fox, la paradoja del Ejecutivo es que éste encuentra en el partido con cuyas siglas ganó el 2 de julio la más férrea oposición a la iniciativa de Cocopa que presentó al Congreso.

Los cambios democráticos en el país ya no se pueden concebir al margen de los pueblos indígenas. Ese es el saldo a favor del EZLN. Los forcejeos del Legislativo y el posicionamiento que finalmente permitió que el EZLN avance en el logro de su objetivo de defender la iniciativa de la Cocopa tienen gran significación porque genera en la ciudadanía la esperanza de que sus representantes sean sensibles a las demandas sociales.

El EZLN probó sobradamente que cuenta con un amplio respaldo expresado en la movilización que logró la caravana zapatista; también demostró que el movimiento indígena lo asume como parte de él con su participación en el Tercer Congreso Nacional Indígena, efectuado en Nurio, Michoacán.

Ojalá que la sesión en el Congreso de la Unión con presencia zapatista permita avanzar en la sensibilización necesaria para que sus integrantes aborden la reforma constitucional tan esperada, tan debatida, y en muchas ocasiones tan poco comprendida.

Sabemos que hay distintas opiniones respecto a la referida propuesta de reforma. Por ello insistimos en que se requiere responder primero a la pregunta: ¿está usted de acuerdo en que se reconozcan derechos a los pueblos indígenas?

Con una respuesta positiva se puede entablar la comunicación necesaria para lograr que ingresen a la Constitución los pueblos indígenas sin tener que dejar en el umbral de la misma su razón de ser como pueblos. Esperamos que el Congreso de la Unión aporte su tequio por la paz.