MARTES Ť 27 Ť MARZO Ť 2001
Ť Pretende un cetro mundial
Julio Figueroa seguirá con Ortega
JORGE SEPULVEDA MARIN
El campeón nacional de peso pluma, Julio Figueroa, asegura que hará varias defensas de su cetro al lado de su mánager de toda la vida, Fidel Ortega, con quien ha trabajado acertadamente y una muestra de ello es que hace tres semanas ganó el título mexicano, cuando prácticamente nadie creía en él.
Aunque anunció que para el 12 de mayo haría su primer defensa ante Hugo Dianzo, éste negó que hubiera firmado el contrato respectivo, ya que no se llegó a un acuerdo sobre la ganancia que obtendría por el pleito, pues en su opinión deberían pagarle al menos 20 mil pesos más.
Figueroa insistió en que, como lo ha platicado su preparador, ha habido personas que se le acercan para ofrecerle no solamente más dinero y algunos regalos, sino mayor promoción para que en breve dispute un campeonato mundial, "pero a todos les he dicho que me dejen trabajar en paz, en mi medio, y todo lo demás ya lo iré recibiendo poco a poco, pero sobre todo, gracias a mi esfuerzo sobre los cuadriláteros, que es donde será una gran satisfacción ganarme el futuro".
Con cuatro años y medio de carrera sobre los enlonados, tiempo en que ha sumado 22 peleas profesionales, con 19 triunfos, 14 por nocaut, niega que se haya coronado muy temprano o que esté verde, "porque lo que no se han querido dar cuenta es que el triunfo lo obtuve de buena manera, mostrando las cualidades que tengo para no sólo ganar esa noche del 3 del marzo, sino para mantenerme como monarca".
Tan seguro está de su técnica y su pegada, que espera hacer varias defensas este año para luego, en el 2002, buscar una oportunidad por el campeonato mundial -no tiene preferencia por ningún organismo, hasta ahora-, si lograr esa oportunidad, quienes han hablado en su contra tendrán que rectificar y avalar sus logros.
A sus 23 años de edad mencionó que las enseñanzas de Orteguita le han resultado muy fáciles de asimilar, los errores cometidos los ha corregir rápido, "pero sobre todo, don Fidel me enseña los caminos por los que no debo circular, si es que quiero evitar sorpresas desagradables".