MIERCOLES Ť 28 Ť MARZO Ť 2001

PAGINA 9

Lourdes Galaz

Hasta el viernes, reforma fiscal al Congreso
Habrá dinero para pagar más deuda de bancos
Al fisco, 35 a 45% de ingresos clasemedieros

Más dinero, cueste lo que cueste

Entre los financieros y los ejecutivos de bancos se cuenta que la tradicional convención anual de los banqueros, en Acapulco, esta vez estará tan deslucida, aburrida y sin chiste, que sólo podría salvarse con la presencia del presidente Fox y los altos funcionarios del gabinete económico, principalmente de la Secretaría de Hacienda, que llegarán con optimismo y buen ánimo a explicar con detalle los contenidos y alcances de la reforma hacendaria. Y es que, como se anunció ayer, el secretario Francisco Gil Díaz ya tiene listo el proyecto de reforma fiscal para enviarlo al Congreso este viernes 30 de marzo (o a más tardar el 2 de abril). La víspera, Fox lo presentará ante los dueños del dinero. Esta misma semana el gabinete foxista conoció bien a bien la iniciativa en reuniones convocadas por el propio mandatario en Los Pinos. Se hicieron ajustes mínimos al proyecto y quedó listo para que, por fin, lo conozcan, analicen y dictaminen los diputados y senadores.

Gil Díaz está muy optimista. Dice a quien lo quiere oír que la iniciativa fiscal será aprobada en el periodo legislativo normal. Asegura que ha cabildeado con líderes y con dirigentes sociales y productivos, y que "el proyecto pasa" en el Congreso. Y en las Cámaras se cabildea en los pasillos y también en lo oscurito. Como en el pasado priísta, muchos legisladores de todos los partidos han sido llamados a platicar en privado con los funcionarios de la SHCP y hasta en oficinas de Los Pinos. El secretario de Hacienda prevé que están a su favor los coordinadores del PRI, Beatriz Paredes y Enrique Jackson, y también Oscar Levín Coppel, quien hoy se presenta como un severo opositor de la estrategia de Gil Díaz. "Porque son mis amigos y en el pasado me apoyaron... ahora estoy seguro que impulsarán la reforma", dice el secretario. En fin, los diputados y senadores tienen casi cuatro semanas para legislar de sol a sol y votar a favor de una reforma fiscal que, publicitan el jefe del Ejecutivo y su secretario de Hacienda, tiene un verdadero espíritu justiciero. Hasta se han creído el slogan de Los Pinos la mayoría de los tecnócratas de Hacienda y sus apoyos en los organismos financieros internacionales como el FMI y el Banco Mundial, y hasta en la OCDE (el club de los países ricos al que ya pertenece México desde que, en 1993-1994, lo registró Carlos Salinas de Gortari).

Bien a bien, los medios no han difundido los contenidos de esta reforma fiscal que sus autores y publicistas califican como distributiva, porque distribuiría la riqueza nacional que entre a las arcas de Hacienda. Se conoce la decisión del gobierno foxista de aumentar la recaudación a como dé lugar. Inquieta a la gente de la calle que se pretenda ampliar la base del IVA, uniformando la tasa para todos los productos y servicios, cobrando el impuesto en alimentos y medicinas. Esta medida representaría para el fisco ingresos calculados por expertos en 170 mil millones de pesos También hay expectación ante la anunciada cancelación de esos paraísos fiscales -denominación de tecnócrata- como el régimen simplificado que se implantó en 1990 con el fin de capitalizar empresas agropecuarias, pesqueras, de transporte, editoriales y el mercado bursátil, a cuyas ganancias simplemente no se les aplica ningún impuesto. Eliminar el régimen simplificado significará la tumba para numerosas empresas, pero Hacienda podría recaudar 5 mil millones de pesos más al año con dicha modificación. Y en cuanto al ISR que pagamos los asalariados, los cambios en la carga fiscal afectarán a quienes ganen más de tres salarios mínimos, en decir, los trabajadores de todos los estratos de la clase media, unos 10 millones de empleados. Por cierto, hice un análisis muy personal y privado de cuánto me afectará la reforma fiscal. Sorpréndase: mi ingreso, el poder de compra de mi familia, disminuye de 40 a 45 por ciento. O sea, de cada mil pesos que gano, pagaré 450 al fisco y tendré disponibles para gastar 550... Eso sin contar los incrementos a electricidad, agua, gas y teléfono, las alzas de la gasolina... Y no hay más vacaciones en la playa.

Dice el presidente Fox que la reforma es justiciera, pero no explica cómo. De aprobarse el proyecto, este año la hacienda pública recibirá ingresos adicionales de 120 mil millones de pesos a lo que tenía presupuestado para 2001. ƑEn qué gastará ese dinero el gobierno?, se pregunta la gente en la calle. En el artículo 31 del decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación que aprobó el Congreso en diciembre pasado se establece que de los excedentes fiscales (esos 120 mil millones de pesos), 33 por ciento será aplicado a "mejorar el balance económico del sector público". Otro 33 por ciento irá al Fondo de Estabilización Petrolera. Y sólo 34 por ciento se invertirá en "obras de infraestructura del sur-sureste, infraestructura hidráulica en zonas con mayor rezago y en proyectos de desarrollo en zonas de explotación petrolera"... Por supuesto, el presidente Fox podría sugerir al Congreso una enmienda al mencionado decreto. Los recursos fiscales adicionales se emplearían en mejorar el bienestar de los mexicanos, no sólo de los que viven en pobreza extrema, también los clasemedieros que recibirán el impacto más fuerte de la reforma fiscal. Si fuera así, el presidente Fox tendría buenos argumentos para convencer a los contribuyentes y sus familias de que "recibirán más de lo que pagan". Pero no hay tal. Los compromisos financieros del gobierno impiden una reforma hacendaria justiciera. Y los foxistas lo saben bien.

Quienes están más que convencidos de la urgencia de una reforma fiscal para aumentar por distintas vías la recaudación son los banqueros, quienes mañana a las 7 de la tarde reciben a Fox y su staff en Acapulco. Y es que la banca mexicana y sus nuevos socios extranjeros son los principales prestamistas del gobierno. De cada 100 pesos que manejan, le prestan 45 al sector público. Los banqueros compran Cetes, Bondes, cualquier instrumento y ganan los intereses que fija el Banco de México sin arriesgar su dinero. Ahora sí, Vicente Fox tendrá una excelente audiencia en Acapulco, que escuchará con atención los detalles de la reforma fiscal, y al final dará su voto a favor. No es el caso de la Canacintra, que hace una semana cuestionó el proyecto fiscal del foxismo. Y es que no hay temas en la agenda de la convención de la Asociación de Banqueros de México, tan beneficiada por los últimos gobiernos.

Nada menos el domingo, el periodista Roberto González Amador informó en La Jornada que Nacional Financiera -que dirige Mario Laborín, ex ejecutivo de Bancomer- entró al saneamiento de la banca, comprometiendo recursos públicos. Con un crédito de 35 mil millones de pesos Nafinsa liquida los activos de una docena de bancos que todavía quedaban bajo el control de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Esos activos serán traspasados al IPAB. Así, el rescate bancario que en el gobierno de Zedillo costó a los contribuyentes 724 mil millones de pesos, ahora en el foxismo suma 35 mil millones de pesos más... ƑRecuerda usted la crisis de 1995 y el Fobaproa? Pues le cuento que hoy sólo son dos los bancos en manos de mexicanos: Banamex y Banorte.

EN 3 TIEMPOS

la fstse, como en los mejores tiempos del pasado priista
ven como revolucionario a fox por su plan puebla-panama
cavallo y aspe, genios de la economía en los 9

Como en los mejores tiempos del pasado priísta, el líder de los burócratas cambió estatutos y aseguró su relección al frente de la organización sindical más grande del continente. Ni la lideresa de siempre, Elba Esther Gordillo, lo advirtió: Joel Ayala logró que le aprobaran por unanimidad una reforma estatutaria, y dice el líder que ya el priísmo está fuera de la organización y que hay apertura a todos los partidos políticos. Y tendrá razón, pues la cúpula del PRI no metió las manos por Ayala ni estaría en condiciones de salvar el pellejo de la burocracia. Ahora el dirigente tiene ante sí el reto de reivindicar los derechos de un millón 700 mil burócratas. Ayer se integró el nuevo comité con líderes de la disidencia y juntos van a negociaciones por más salarios y prestaciones...Ƒhabrá recortes, como lo anunció la SHCP?

Se lee en el diario Financial Times: Mientras los rebeldes zapatistas se preparan para presionar al Congreso mexicano por los derechos indígenas, el presidente Fox "está ocupado en su propio plan revolucionario para aliviar la severa pobreza en su patria". Y según el diario londinense, las acciones de la revolución foxista principian este mes con el lanzamiento del Plan Puebla-Panamá, "una serie de proyectos de infraestructura con una inversión inicial de 25 mil millones de dólares". Acepta la nota periodística que muchos se oponen al PPP, incluyendo a los zapatistas, aunque el megaproyecto incluye inversión y trabajo para unos 35 millones de personas desde el sureste mexicano hasta Panamá. Por cierto, Vicente Fox viaja en abril a Panamá a convencer a la presidenta Mireya Moscoso del revolucionario proyecto.

Cómo han pasado los años, tanto que pocos recuerdan aquella mancuerna de ejecutivos de los 90 viajando de Tokio a Nueva York, a Bruselas, a Hong Kong, por lo menos una vez por semana. Se encontraban lo mismo en aeropuertos que en antesalas de banqueros o del FMI. Eran Pedro Aspe Armella (51 años) y el argentino Domingo Cavallo (55 años). Hoy, Aspe se dedica a hacer dinero, mucho dinero, y es asesor económico del Presidente mexicano. Cavallo regresó la semana pasada al Ministerio de Economía de Argentina y tiene un "Plan de Competitividad" para hacer frente a la recurrente crisis que desde hace 33 meses hunde al país austral. Con poderes especiales del Congreso y un Ejecutivo débil, Cavallo se convierte en el hombre con más poder en Argentina... tanto como para hacer una reforma fiscal en serio.

Ilustración: Mauricio Gómez Morín / Serie: Rebelión en las salas de espera

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