Ť "Hoy culminó la movilización que empezamos en 1998"
Nos vamos de a de veras; ya acabamos, dijo el sub Marcos
Ť Explicamos, con humildes palabras, que llegó el momento de que tengamos lo que queremos desde hace siglos: David
VICTOR BALLINAS Y MATILDE PEREZ
¡Nos vamos!... ¡Ya acabamos!, anunció el subcomandante Marcos ante casi tres mil personas reunidas ayer a las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro y los millones que estuvieron pendientes de los acontecimientos a través de las televisoras. El tono era nostálgico, pero también efusivo y de satisfacción. Agradeció a quienes respaldaron la marcha del color de la tierra y su estancia en la ciudad de México y dijo: "ya podemos regresar, hermanos del Congreso Nacional Indígena, no nos vamos con las manos vacías, nos vamos con las manos llenas de todos".
Las manos, es sabido ?abundó?, son las figuras que suelen tomar los corazones cuando se encuentran; y nuevamente se despidió: "¡Gracias México, nos vamos de a de veras!". Aludiendo a las manos de los que hicieron los cordones de seguridad, de quienes construyeron sus improvisados alojamientos, las de aquellos que prepararon sus alimentos, las de quienes los cuidaron de noche y de madrugada, a las que les escribieron letras y palabras de aliento, volvió a despedirse.
Sin embargo, no dejó de señalar la intransigencia de los panistas y de sus coordinadores parlamentarios en el Congreso de la Unión: Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón Hinojosa. "Las manos que se indignaron cuando la posibilidad de unos cuantos pretendió cerrar las puertas del diálogo; las que votaron sí en la sesión del 22 de marzo en las cámaras de Diputados y Senadores, las que no vimos, pero se crisparon con angustia compartiendo la nuestra, y ahora aplauden compartiendo nuestra alegría. Llevamos las manos llenas de sus manos".
El rebelde que no entró al recinto legislativo porque así se lo ordenaron sus jefes, los integrantes de la Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI), con voz agripada aclaró que luego de la defensa en la tribuna del salón de plenos de la Cámara de Diputados culminaba la movilización que inició el EZLN en 1998 con la quinta declaración de la selva, y que en 1999 alcanzó su brillo más grande con la consulta a la ciudadanía para conocer si estaban o no de acuerdo con la iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas de la Comisión de Concordia y Pacificación.
Por la terquedad perdieron el apellido del exilio
A todos los que exigieron al gobierno la desmilitarización de Chiapas, y particularmente la salida del Ejército de siete posiciones en la región de Las Cañadas, les pidió que explicaran a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo que por esa terquedad, la comunidad de Guadalupe Tepeyac dejaba de tener el "apellido del exilio" y volverá a ser Guadalupe Tepeyac la zapatista. "Después de seis años y un mes, Pedrito dejará de vivir en la montaña, volverá a su hogar".
Dentro de su felicidad y emotividad que mostraba con constantes saludos a la multitud, el subcomandante Marcos no olvidó a las bases zapatistas y a los otros comandantes que no estuvieron en la ciudad de México. A ellos les envió "un saludo muy lejano, en distancia, pero muy cercano en nuestro corazón". Y con dedicatoria especial hizo referencia a una insurgente que "fue la arquitecta que nos puso aquí, en esta ciudad, para hacer lo que pudiéramos hacer junto con ustedes".
Antes, por la mañana, al arribo de la comandancia del EZLN al recinto legislativo, todos esperaban ver descender del autobús al subcomandante Marcos. Su ausencia causó extrañeza y motivó diversas especulaciones, entre ellas que él ya estaba en el salón de plenos. Sin embargo, minutos después, la comandanta Esther despejó la incógnita desde la tribuna parlamentaria.
Horas después, al salir a informar a la sociedad civil sobre el resultado del encuentro de los rebeldes con los legisladores, el comandante David dijo que sus compañeros que subieron a la tribuna explicaron con sus "humildes palabras", pero con sinceridad y argumentos, que "ha llegado el momento de que tengamos (los indígenas) el lugar que queremos desde hace siglos".
No descartó la posibilidad de que la ley Cocopa sea aprobada en esta Legislatura. "Por fin creemos que hay esperanzas de que esa ley de derechos indígenas sea reconocida por la ley mexicana". Esto, precisó, sólo será posible si los pueblos indígenas y todos los mexicanos "seguimos reclamando y exigiendo como pueblo. Todos deseamos la paz con justicia y dignidad, pero si dejamos de luchar y no estamos unidos eso no será posible".
Resaltó que se abre el camino del diálogo y la paz, pero advirtió que falta mucho para llegar a eso. "Nuestra palabra se ha oído, escuchado; creemos que en el recinto legislativo encontramos oídos y corazones que sienten (lo mismo) que los indígenas. Creemos que tienen sensibilidad humana, pero sólo escuchando y respaldándonos podemos seguir adelante".
Con la intervención de la comandanta Esther inició el adiós del EZLN a esta vertiginosa etapa que nació el 24 de febrero en Chiapas. "Es la primera vez que logramos entrar (a la Cámara de Diputados) para expresar lo que sentimos, pero no crean que ya con eso logramos la paz; nos falta bastante para lograr lo que nos merecemos".
Su discurso se enfocó fundamentalmente "a las mujeres indígenas y campesinas. Como mujeres tenemos que exigir nuestros derechos, tenemos esperanza de que si vamos lo que necesitamos", para ello exigió a la sociedad civil: "¡No se duerman!, hay que seguir luchando; no se callen; gritemos para lograr nuestros derechos".
Al igual que sus compañeros que lo antecedieron en el uso de la palabra, el comandante Tacho calificó la jornada de ayer como histórica y agradeció por ello a todos los que hicieron posible que "nuestra palabra, la única, haya tenido un lugar en los corazones, pensamiento y oído de los que se han encargado de hacer las leyes para que (los indígenas en) la historia del país tengan el lugar que les corresponde.
Dirigiéndose a la comunidad nacional e internacional, el comandante Tacho habló al CNI y a los delegados indígenas presentes que "hemos podido ver con nuestros ojos, sentimientos y con nuestros corazones la importancia que tenemos en la vida de México (...), tengamos esperanza de que tendremos el lugar que nos pertenece y nos corresponde. Nosotros, el EZLN no renunciará a su lucha por un lugar digno, donde tengamos un trato justo y más humano".
Aprovechó la oportunidad para anunciar que la comandancia zapatista y sus bases de apoyo adoptan la consigna del general Vicente Guerrero: "Vivir por la patria o morir por la dignidad".
Tocó al comandante Zebedeo dirigirse a la sociedad civil de manera directa. "un siglo nuevo empezó el 25 de febrero, es cierto que hacen muchas cosas para conseguir la paz, este es un grano de arena". Y subrayó que la participación del CNI y de los alzados es un ejemplo de que "es posible destruir un cerro por más grande que sea", así explicó el triunfo indígena de acceder a la máxima tribuna.
Conmovido por el gran apoyo social, el insurgente Zebedeo dijo que los zapatistas ofrendan su sudor, sangre y vida por la justicia para todos. "Desde el primero de enero de 1994 nunca pensé llegar a este lugar, pero gracias a ustedes que escucharon este dolor de tantos años estamos aquí".
Y en tono bromista dijo que los zapatistas quisieran arrancarse el corazón para regalarlo a la sociedad civil, pero "moriríamos. Creemos que es suficiente con gesto de sonrisa, bailar quisiera, pero eso no es posible, porque no sé hacerlo, pero voy a aprender junto con ustedes".
Cumplen la promesa de irse con música... largo adiós
Las tensiones por no tener los gafetes de acceso a la Cámara de Diputados concluyeron en la entrada principal del recinto legislativo; allí, algunos delegados tuvieron que aguardar a que fueran reconfirmados sus nombres en las listas distribuidas la víspera por el EZLN y el CNI.
A las 9:30 horas, la caravana indígena partió de la ENAH rumbo a Sán Lázaro. A lo largo del trayecto por Periférico, Circuito Aztecas, Eje Central Aztecas, División del Norte, Eje Central Lázaro Cárdenas, Eje 8 Sur y avenida Plutarco Elías Calles, hasta llegar a la avenida Congreso de la Unión. A su paso por cada una de ellas, decenas de personas de todas las edades salieron a saludar a la comandancia zapatista.
Con cámaras fotográficas y de video, jóvenes y mujeres se colocaron estratégicamente para captar la imagen anhelada. No faltaron las flores ni las pancartas que le dieron colorido al trayecto; tampoco las muestras de júbilo espontáneo de trabajadores de pequeños talleres y comercios, quienes suspendieron momentáneamente sus actividades para saludar a los comandantes y tratar de ver "al sub Marcos".
Las calles donde está el recinto legislativo -Zapata y Congreso de la Unión- fueron prácticamente tomadas por comerciantes ambulantes.
A las 16:00 horas, en una camioneta Nissan, color verde, llegó el sub Marcos, las especulaciones concluyeron, y la gente que había seguido las largas intervenciones en el salón de plenos mostró su alegría. Al estrado preparado para el mitin llegaron, además de los zapatistas, Rosario Ibarra de Piedra, Ofelia Medina y algunos de los delegados del CNI, incluyendo al luchador jaramillista Félix Cerdán Nájera, quien desplegó la bandera mexicana que en 1996 entregó al CNI la comandanta Ramona.
Ya en la noche y durante la madrugada, mientras preparaban las maletas para regresar a las montañas del sureste, grupos de la sociedad civil ofrecieron serenatas al sub Marcos y a la comandancia.