JUEVES Ť 29 Ť MARZO Ť 2001
Ť Debe respetar ley aprobada por el Congreso, dicen
Personalidades de EU piden a Bush suavizar el bloqueo a Cuba
Ť Solicitan sacar a la isla de la lista de "países terroristas"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 28 de marzo. David Rockefeller, el ex secretario del Tesoro Lloyd Bentsen, y el empresario Duane Andreas instaron hoy al presidente George W. Bush a respetar la voluntad del Congreso y eliminar las restricciones a la venta de alimentos y medicinas a Cuba.
Rockefeller, Bentsen y Andreas, así como más de 50 reconocidas figuras del mundo empresarial, cultural y del gobierno enviaron una carta a Bush para expresale su preocupación porque el mandatario no ha cumplido con una legislación, aprobada por el Congreso a fines del año pasado, que ordena el fin de las sanciones agrarias y médicas contra La Habana para fines de febrero pasado.
Aunque los presidentes no siempre cumplen con las fechas límite establecidas por el Congreso, el grupo expresó su preocupación ante versiones de que la Casa Blanca está considerando una interpretación de la nueva ley, obviando así su intención.
La carta, promovida por la coalición Americanos por el Comercio Humanitario con Cuba, también está firmada por figuras como la ex representante de Comercio de Estados Unidos Carla Hills, el ex general John Sheehan, el ex director de la CIA James Schlesinger, y el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker. En lo que parece ser, sin duda, una de las coaliciones más amplias en términos de ideología en este país, la misiva también fue rubricada por Oliver Stone, Francis Ford Coppola, y Joan Brown Campbell, la ex secretaria general del Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos.
Además, los firmantes solicitan que Cuba sea removida de la lista de los llamados "países terroristas" del gobierno de Estados Unidos. "La historia reciente y las normas del Departamento de Estado indican que ninguna entidad del gobierno cubano está directa o indirectamente involucrada en la promoción del terrorismo", escriben en los firmantes, entre los cuales también se encuentran el Consejo Nacional de Productores de Puerco, el Buró de Granjeros de Texas, y la Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz, entre otras asociaciones del sector privado.
Esta carta se convierte en el primer intento por una parte de las cúpulas empresarial y política, de enviar un mensaje al nuevo ocupante de la Casa Blanca en el sentido de que favorecen un "aflojamiento" del bloqueo contra Cuba para poder obtener negocios y "abrir" la isla a sus intereses.