VIERNES Ť 30 Ť MARZO Ť 2001
Ť No se puede prever si habrá recesión, refiere el secretario de Hacienda
Año difícil para México, afirma Gil
Ť Confía en que el paquete económico sea aprobado en abril; después, reformas en electricidad y gas Ť No habrá impunidad para quienes cometieron irregularidades en el rescate bancario, advierte
ANTONIO CASTELLANOS
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, afirmó ayer que México enfrenta un año difícil, pero aclaró que no se puede prever si habrá recesión. Hay indicadores de recuperación en Estados Unidos y la inversión de empresarios europeos empieza a fluir. Indicó que la reanudación del diálogo en Chiapas no ha incidido en los mercados; anunció que la reforma a la hacienda pública llegará al Congreso de la Unión la próxima semana y confió en que será aprobada en abril.
En los próximos meses, agregó, las reformas de energéticos, principalmente de electricidad y gas que impulsarán la inversión privada, se convertirán en realidad, y estableció la necesidad de convertir en deuda pública los pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario. No hay ninguna razón legal, ni práctica, ni moral que impida hacerlo y permita al mismo tiempo llevar a cabo las investigaciones y las sanciones que corresponden.
Si hubo operaciones irregulares, respondió, que no haya impunidad. Que se investigue a fondo, para que nada impida que se conviertan esos pasivos en deuda pública y se baje el costo fiscal. Y aceptó: "En el problema de la corrupción hay muchas manifestaciones, costos más altos de operación, inseguridad jurídica; hay menos recaudación, mayor carga a los contribuyentes cautivos y una cantidad enorme de problemas", recalcó.
Solidez bancaria
En entrevista con La Jornada, el funcionario afirmó que la banca en este momento, con excepción de los bancos intervenidos y que están en proceso de acabarse de liquidar o venderse, tiene una "situación de salud, de solidez. Se han capitalizado y no prestan, porque los acreditados no quieren créditos a tasas tan altas. Los empresarios han recurrido al financiamiento en dólares, porque es más barato.
Volverán a prestar, agregó, cuando ocurran dos cosas: cuando logremos una perspectiva de tasas de interés reales y no por unos cuantos meses, sino hacia el futuro. Que sean soportables para los prestatarios, porque sino, no van a pedir préstamos. Los banqueros esperan también un escenario en el que sientan que existe una posibilidad razonable de recuperación de su capital, de su préstamo.
Yo creo, dijo, que si se aprueba la propuesta de la nueva hacienda pública, esto va a ocurrir muy pronto, porque las medidas que se proponen van a distender los mercados y a mejorar las perspectivas.
Gil Díaz, fue entrevistado en sus oficinas de Palacio Nacional y expresó que el movimiento del Ejército Zapatista no ha tenido ninguna influencia en los mercados. Es positivo que el efecto sea de esta naturaleza, para que no sea perjudicada la percepción que tiene la gente sobre el comportamiento futuro de la economía. Las reservas internacionales del país se han fortalecido; los mercados han estado tranquilos y los descalabros en la bolsa son resultado del espejo que es nuestro mercado del de Estados Unidos.
Luego se refirió a la reforma fiscal y expresó que ésta no va a quedar clara, hasta en tanto no la apruebe el Congreso. El planteamiento que hace el Ejecutivo federal es el de una reforma distributiva; hay un esfuerzo de simplificación enorme, un esquema para las pequeñas y medianas empresas más sencillo. También un aliento a la inversión y a la simplificación para todas las empresas.
Incluye también un alivio en la carga fiscal para los asalariados que están sujetos a retención; también la eliminación de algunos regímenes preferenciales. En la nueva hacienda pública se incluyen propuestas sobre el trámite del presupuesto en el Congreso, y una reforma financiera que busca también objetivos de salud financiera y de una mayor solidez.
Seguramente, agregó, la reforma experimentará un enriquecimiento de parte de los miembros del Poder Legislativo. Sus efectos no los conoceremos hasta saber en que sentido fue aprobada. De cumplirse la mayor parte de los objetivos como un financiamiento más sano del gasto público, la atención a los grupos marginados, mejoría de los bancos y del desempeño de la bolsa, se podrá crecer más rápido.
La iniciativa, informó, será enviada al Congreso el lunes o martes de la próxima semana. Seguro en el curso de esa semana y expresó su confianza en que se apruebe durante el próximo mes. Ahora ya enfrentamos un año difícil por la desaceleración de la economía de Estados Unidos, pero si adoptamos las providencias que se proponen al Poder Legislativo, el país estará en una mejor situación para crecer con mayor rapidez, una vez que se hayan sorteado las turbulencias.
De aprobarse eliminar las exenciones, se captarán 130 mil millones de pesos más, aproximadamente, dijo. Pero de esos, únicamente 70 por ciento serán para el gobierno federal y el resto para los gobiernos de los estados, el Distrito Federal, y los municipios.
Devolución de impuestos
Hizo notar que el gobierno federal en años anteriores, enfrentó juicios iniciados por empresarios en la frontera norte; le ganaron los procesos a la autoridad y ahora tendrá que devolver impuestos por una cantidad aproximada a los 25 mil millones de pesos. Hubo algunas fallas en los aspectos procesales y por eso los casos los va a perder la Secretaría de Hacienda.
Gil Díaz consideró prematuro hablar de una posible recesión en México. Por lo que respecta a la economía americana, no está todavía muy claro, si va a ser una caída de corta duración o si estamos frente a algo que va a tomar tiempo resolver. Hay informes optimistas y el panorama empieza a mejorar, pero nadie sabe si se detuvo la caída o es un indicio de una perturbación errática.
Dijo que los objetivos para el sexenio están planteados, pero aclaró que las cosas no suceden, sólo porque uno quiera, sino porque uno pone los medios para que sucedan. Los proyectos están expuestos y será asunto del Poder Legislativo discutir y, aprobar en su caso, las reformas en electricidad y gas. Creo que las reformas avanzarán y el país estará en mejores condiciones para converger en materia económica con sus principales socios comerciales, concluyó.