VIERNES Ť 30 Ť MARZO Ť 2001
Ť Laboran jornadas mayores de 8 horas; carecen de seguro social y otras prestaciones
Hay en el DF 144 mil trabajadoras domésticas; muchas son víctimas de abusos y humillaciones
Ť Se conmemora hoy el Día Internacional de las Empleadas del Hogar Ť Promueve el gobierno local programa a favor del sector y acciones legislativas contra la discriminación
LAURA GOMEZ FLORES
En la ciudad de México cerca de 144 mil mujeres se desempeñan como empleadas del hogar con jornadas de trabajo mayores a ocho horas, o nocturnas, sin derecho a vacaciones, jubilación o seguro social, y son víctimas de humillaciones, maltratos verbales, abusos sexuales y violaciones por parte de algún miembro de la familia a la que sirven.
Sin embargo, la flexibilidad de horario y la posibilidad de ganar más de un salario mínimo mensual ha provocado que mujeres de entre 20 y 30 años que estudian, así como amas de casa e indígenas de los estados de México, Veracruz, Puebla y Oaxaca -que representan 50 por ciento de ese universo-- busquen con esta actividad sufragar sus gastos.
Además, niñas de entre siete y 17 años cruzan la frontera y se dedican a labores del hogar en Estados Unidos o Canadá, donde existe un "mercado negro de mano de obra mexicana ante lo caro que resulta contar con este tipo de servicios, o caen en las garras de la prostitución, por la discriminación de que son objeto en su propio país", denunció Irene Ortiz, del Colectivo Atabal.
Ante esta situación, el gobierno capitalino planea constituir un programa en coinversión, con recursos de la Organización Holandesa para la Cooperación Internacional al Desarrollo, para apoyar acciones dirigidas a cinco grupos vulnerables de la ciudad, como son las empleadas del hogar, trabajadoras sexuales, mujeres con VIH-sida, mujeres en prisión y adolescentes.
Ello, además de buscar acciones en materia legislativa para acabar con la discriminación, la cual representa un delito tipificado en el artículo 281 bis del Código Penal, y se reconozcan sus derechos laborales, mencionó la directora de Promoción y participación del Instituto de la Mujer del Distrito Federal, Rosalinda Avila.
En los últimos ocho meses, la Subprocuraduría del Trabajo ha atendido 115 casos, de los cuales 111 fueron despidos injustificados, dos por embarazo, uno por abuso sexual y otro por hostigamiento sexual, de los cuales 60 por ciento se resolvió a favor de las empleadas del hogar y 14 más están en juicio, explicó Dolores Unzueta, de la Subsecretaría del Trabajo, al considerar injusta la relación entre empleadoras y empleadas.
En el marco del Día Internacional de las Empleadas del Hogar, que se conmemora hoy, Raquel Guadarrama, del Grupo La Esperanza, reconoció que a través de años de lucha se ha logrado un salario digno -entre 31 y 129 dólares al mes, según la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras-, pero no prestaciones o seguridad social.
Sin embargo, "aún somos víctimas de humillaciones, maltrato y violaciones. Muchos hijos de compañeras son de los patrones, quienes no los reconocen y las dejan a su suerte, sin tomar en cuenta que somos seres humanos, empleadas, y sólo queremos ganar un salario justo", dijo entre lágrimas.
Frente a esta situación, cientos de mujeres exigieron que se reconozca el valor económico, social y cultural que tienen como empleadas en el hogar; además, piden protección cuando son víctimas de violencia intrafamiliar, a través de un albergue temporal; defender su derecho a la maternidad y desestimar la práctica negativa de los empleadores en caso de gravidez; y derecho a seguridad social.
Asimismo, demandaron un salario digno y justo; un programa nacional de capacitación para la profesionalización de esta actividad; derecho a la indemnización por despido, respeto a los días de descanso obligatorio, pago de aguinaldo, jubilación y vacaciones, y la creación de una línea telefónica para denunciar casos de hostigamiento, acoso o violación sexual las 24 horas del días.
En el foro Derechos humanos y laborales de las empleadas en el hogar, que se realizó entre 22 y 23 de marzo, exigieron que se apliquen sanciones a los medios de comunicación o encargados de publicidad que descalifiquen su labor con refranes como "para carne buena o barata, la de la gata", y se les deje de llamar "chachas" o "criadas", dijo Dolores Unzueta al dar lectura a las conclusiones del evento.
La representante de la Confederación Latinomericacana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar, Gaudencia Valdez, reconoció que el camino a seguir es arduo, pues la situación que enfrenta el sector no es exclusivo de México, sino se presenta también en Bolivia, Costa Rica, Guatemala o Perú. Así que la lucha para el reconocimiento de los derechos de este sector será difícil, pero no imposible, "porque somos mujeres muy emprendedoras".