VIERNES Ť 30 Ť MARZO Ť 2001

Un conductor hablaba flamenco, el otro francés y los trenes chocaron

Necedad o incomprensión mortal

AFP

Bruselas, 29 de marzo. Un último intento por evitar la colisión de dos trenes -que causó ocho muertos y 12 heridos el martes en Bélgica- fracasó debido a la incomprensión lingüística entre dos trabajadores ferroviarios, uno que hablaba flamenco y el otro francés, indicó hoy una portavoz de la compañía de ferrocarriles belga.

BELGIUM_TRAIN_CRASH1Algunos minutos antes del accidente ferroviario en Pécrot, en el centro del país, el responsable del sistema del cambio de agujas de la estación de Wavre intentó, por última vez, evitar el drama previniendo a un colega de Lovaina para ver si éste podía enviar una señal para parar uno de los dos trenes.

La comunicación entre los dos hombres dio lugar a una "mala comprensión", añadió la portavoz, citando la grabación de la breve conversación. La cinta revela que el trabajador de Wavre, una localidad francófona, hablaba de manera entrecortada debido a la ansiedad, y su colega de Lovaina, donde se habla flamenco, no le comprendió inmediatamente.

Este último preguntó a su compañero de Wavre si sabía hablar flamenco, pero el francófono le pidió que esperase un momento y luego la comunicación se interrumpió.

Pese a la regionalización otorgada por la Constitución, la cuestión de las nacionalidades (enfrentamientos entre valones y flamencos) sigue provocando problemas en el pequeño país europeo.

Las autoridades, entre tanto, investigan si hubo negligencia por parte de las cabinas de control, mientras se esperan los resultados de la autopsia al conductor de una de las máquinas, el llamado tren loco, que iba vacío y se habría pasado diez luces rojas, para determinar si conducía bajo el efecto de alguna droga o bebida.

El accidente también ha provocado un debate sobre la necesidad de imponer el freno automático ante las luces rojas, ya que actualmente ninguna línea ferroviaria belga dispone de sistemas semejantes, que sí son utilizados en la vecina Francia.

El día de la tragedia, la más grave ocurrida en los últimos 25 años en Bélgica, los operadores del centro de señales de Bruselas intentaron cortar el suministro eléctrico para accionar automáticamente los frenos de emergencia, pero fue demasiado tarde.

El siniestro, ocurrido entre las ciudades de Wavre y Lovaina, provocó la muerte de los dos conductores de trenes, dos trabajadores de la compañía belga de ferrocarriles SNCB-NMBS y cuatro pasajeros, y representa la más grave tragedia de este tipo en los últimos 25 años en Bélgica.