Ť El secretario de Gobernación dio a conocer el Reglamento de la ley cinematográfica
Sacar al cine del TLC, próxima batalla de la industria fílmica nacional, dice María Rojo
Ť Nuestro séptimo arte tendrá ''un distinto amanecer'', auguró Santiago Creel
Ť Rascón Banda: se deberá someter a riguroso análisis jurídico para impedir excesos
MONICA MATEOS-VEGA
El Reglamento de la Ley Federal de Cinematografía que entra en vigor hoy, después de más de dos años de retraso en su expedición, ''no es el ideal, es el que se pudo (negociar) en el contexto social y político en el que se debatió", señaló ayer María Rojo, ex diputada y principal negociadora durante la Legislatura 57 para la aprobación de dicho ordenamiento.
Durante el anuncio de que ''por fin" el cine mexicano tendrá ''certeza jurídica", celebrado en el salón Juárez de la Secretaría de Gobernación, la actual delegada en Coyoacán consideró que todavía falta que se saque al cine del Tratado de Libre Comercio (TLC) ''porque no es posible que se enajene la cultura como la venta de los jitomates, y no es una metáfora, es verdad. La cultura es asunto de soberanía y de interés nacional, y la cultura de un país no se puede negociar. Esos tratados no nos benefician culturalmente".
Fueron precisamente intereses económicos los que retrasaron la expedición del Reglamento, agregó Víctor Hugo Rascón Banda. Además de la falta de voluntad política del entonces presidente Ernesto Zedillo, durante la pasada administración esa normatividad no se expedía porque afectaba intereses comerciales con Estados Unidos, pues ''el cine está en el TLC, y la Secretaría de Comercio se opuso a que saliera un reglamento que protegiera al cine mexicano, se opuso Germán Fernández, el director jurídico de Presidencia, dijo que no porque se iban a enojar las majors porque es competencia desleal, ¡imagínate!, creían que el pobre cine mexicano competiría deslealmente con la poderosa industria. Eso estuvo atrás de todo. Ellos cuidaron al TLC porque ellos lo crearon y entonces querían que no se enojaran los gringos", puntualizó el presidente de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem).
¿Coproducciones con Canadá?
Con la creación del Reglamento se pone en marcha el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), fideicomiso constituido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que, en principio, contará con una aportación inicial de 100 millones de pesos, los cuales deberán proveerse en un plazo no mayor de 90 días.
El Fidecine también contará con los recursos que anualmente se asignen a través del Presupuesto de Egresos de la Federación y las aportaciones que efectúen los sectores público y privado, señaló la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sara Guadalupe Bermúdez. Agregó que será un comité técnico integrado por representantes de las diversas instancias que conforman la industria cinematográfica nacional el encargado de evaluar los proyectos a los que se asignarán los recursos.
La funcionaria informó que ''después de semana santa" sostendrá reuniones con diversos miembros del sector cinematográfico para plantear las revisiones al TLC y que este fin de semana viaja a Canadá ''para negociar coproducciones" de cine con aquel país.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, soltó: ''Queremos un cine en el que los perros le ladren fuerte a los tigres y a los dragones. También a los gladiadores. El reglamento da certeza jurídica y evita la aplicación discrecional de la ley. Se acabaron los tiempos en que, con todo el poder se aplicaba la ley de Herodes al cineasta crítico. Que nunca más una película mexicana quede enlatada en la sombra de un caudillo, ni se encierre en ningún castillo de la pureza. El cine mexicano va a tener un distinto amanecer".
Ante invitados como Salma Hayek, Silvia Pinal, Humberto Zurita, Angélica Aragón y Bruno Bichir, en su turno al micrófono, Víctor Hugo Rascón Banda apuntó que ''los que no somos Hollywood estamos felices con el Reglamento de Cine que no se había publicado desde 1992. El presidente Ernesto Zedillo se rebeló al Congreso de la Unión que le impuso la obligación de emitirlo en un plazo máximo de tres meses después de publicadas las reformas a la ley que impulsó María Rojo.
''En Estados Unidos el cine es un asunto de Estado y de interés para la Casa Blanca, porque es una de sus primeras fuentes de divisas. En México, a pesar de que la Constitución reconoce al cine como una industria de interés nacional no hemos creado las condiciones necesarias para que sea una verdadera industria como lo fue en los años cuarenta y cincuenta. El Fidecine, el 10 por ciento de pantalla y la garantía de estreno son los primeros pasos para estimular nuestra industria."
Apoyo para el cine de calidad
La versión definitiva del reglamento es conocida íntegra, por primera vez, por los diversos sectores de la industria por lo que ahora ''hay que someterlo a un riguroso análisis jurídico en su espíritu y en su subtexto, en sus alcances y en sus limitaciones, para evitar que alguna disposición del reglamento acote, matice o modifique los derechos y las obligaciones contenidos en la ley. En el remoto caso de que esto sucediera, existe la posibilidad de una posible reforma a esa disposición", puntualizó Rascón Banda.
María Rojo propuso que cada tres o cuatro años se revise la normatividad en materia de industrias culturales, ''puesto que la tecnología de la industria audiovisual cambia día a día".
En entrevista aparte, el director del Instituto Mexicano de Cinematografía, Alfredo Joscowicz, dijo que el Fidecine reactiva ''la parte industrial" del cine, pero falta que se aporte dinero ''para el Fondo de Apoyo al Cine de Calidad, pero éste es un gran paso pues no teníamos definido el monto de la aportación estatal para continuar la reactivación del cine. Celebrando esto, vamos a pedir apoyo para seguir haciendo cine de calidad e impulsando proyectos que no tengan características exclusivamente comerciales como las que financiará el Fidecine".