VIERNES Ť 30 Ť MARZO Ť 2001

Ť Ponente en la Cátedra Alfonso Reyes

Sin literatura, ninguna sociedad es libre, advierte Carlos Fuentes

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 29 de marzo. El escritor mexicano Carlos Fuentes aseguró hoy que no hay sociedad libre sin literatura, pues ''no es fortuito que los regímenes totalitarios traten de silenciar en primer término a los escritores (...) Esta función de mantener vigente la imaginación y el lenguaje, en nada excluye desde luego la opción política del escritor sólo que, como actor partidista dentro de la polis, el escritor procede como ciudadano y sin más privilegios que cualquier otro escoge, debate, sale al foro público, acaso con más voz, pero no con menos responsabilidades políticas".

Disciplina, primer mandamiento

A su vez el historiador Friedrich Katz, autor de Biografía de Pancho Villa -también ponente en la mesa redonda La escritura: encuentro y memoria, organizada por el Tecnológico de Monterrey como parte de la Cátedra Alfonso Reyes- señaló que casi un siglo antes de que el subcomandante Marcos valorara la importancia que tienen las relaciones públicas y la propaganda para impulsar los movimientos revolucionarios o sociales, el Centauro del Norte puso en práctica esas estrategias y hasta estableció relaciones con Hollywood para la filmación de una película sobre su vida.

Fuentes apuntó que el escritor cumple siempre con una función social, manteniendo viva con su escritura la imaginación y el lenguaje, aunque no tenga opiniones políticas; le plazca o no, contribuye a la vida de la ciudad, con el vuelo de la imaginación y la raíz del lenguaje.

El autor de Gringo viejo agregó que la posición social del escritor lo coloca entre un pasado, un futuro y un presente que le impide sustraerse a la condición política, ''y no lo digo a la manera del obligado compromiso de que hablaba Balzac, sino a partir del libre compromiso ciudadano".

Fuentes pidió a los nuevos escritores no dejarse seducir ni por el éxito inmediato ni por la ilusión de la inmortalidad; además de no basarse en las críticas que aparecen en los periódicos, pues la mayoría pasan como un chiflido. Asimismo, dijo que no hay un sólo monumento dedicado a un crítico literario.

También advirtió a los jóvenes que el precio de los libros no sea obstáculo para leer en un país empobrecido como México, y demandó a las autoridades que haya librerías públicas abiertas a todos, para que los jóvenes sepan que si no hay dinero para comprar libros, hay bibiliotecas donde pueden leerlos. ''ƑMe escucha señor secretario (de Educación) Reyes Tamez?", enfatizó.

Fuentes presentó, en su ponencia, un ''decálogo" con ideas para los nuevos escritores y externó que la recomendación número uno es la disciplina, pues los libros no se escriben solos ni se cocinan en comité. ''Escribir es un acto solitario y a veces aterrador, es como entrar a un túnel sin saber si al final habrá luz".

Escribir es un destino

Gonzalo Celorio, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), dijo que ''la escritura es una herejía necesaria, sin ella la vida nada significa (...) Confieso que a mí no me gusta escribir, me afecta, me tensa, me desquicia. ƑPor qué escribir entonces, si se trata de un oficio aborrecible, que además no parece tener utilidad alguna? La verdad es que escribir no es una elección sino un destino. Y así como nada me parece más arduo y dificultoso que escribir, nada disfruto más que haber escrito. No hay gozo mayor que la palabra buscada durante horas, días, acaso por años, de pronto se aparezca resplandeciente para instalarse en la mitad de la página, porque acaso sólo en la palabra resida la felicidad", concluyó.

El argentino Tomás Eloy Martínez, miembro de la Fundación por un nuevo periodismo sin fronteras, que encabeza el Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, dijo en su momento, que cada vez que las sociedades están a punto de cambiar de piel, los primeros síntomas aparecen en las novelas, pues la imaginación vuela más rápido que la realidad.

Por su parte, el historiador inglés David Brading señaló que hacer historia de los pobres es difícil, pues se deben encontrar documentos y desató la polémica al exponer que ''la historia de las mujeres está muerta", porque ''en el pasado éstas solían hablar, pero no escribir, y cuando empezaron a hacerlo, ahora ya hay demasiadas fuentes de información".

Finalmente, el escritor-editor Sealtiel Alatriste señaló que si la literatura implica descifrar las leyes de la realidad y de los sueños, de la fantasía y del amor, entonces la literatura se da en el acto de leer y no en el de escribir.